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Bienvenido, Míster El Corte Inglés o cómo los grandes almacenes transformaron la ciudad

El grupo fundado por Ramón Areces y César Rodríguez puso en marcha en 1952 el primer centro comercial dividido en departamentos. Casi setenta años más tarde, las ciudades de España han pujado para hacer un hueco entre sus calles al gigante de hormigón blanco.

Marta Tamayo

26 oct 2021 - 04:56

Bienvenido, Míster El Corte Inglés o cómo los grandes almacenes transformaron la ciudad

 

 

Go hard or go home podría ser el grito de guerra de la expansión de El Corte Inglés durante el siglo XX que lo llevó a conquistar el corazón de las grandes ciudades. Grandes edificios rectangulares de hormigón coronados en letras verdes forman parte del paisaje común de las ciudades de España. Tanto en el centro como en las afueras, la compañía fundada por Ramón Areces y su tío César Rodríguez ha ido creciendo los últimos setenta años como una mancha de aceite que se extendía por el país hasta sumar 94 centros.

 

La llegada de un El Corte Inglés atraía a más comerciantes y tráfico, y eso acaba afectando la estructura de la ciudad”, explica Isabel González profesora de arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) especializada en urbanismo y ordenación del territorio. La arquitecta apunta que, en sus años de expansión, la instalación de un centro en la zona suponía un motor de desarrollo urbano y comercial.

 

El Corte Inglés dio con su modelo en su local situado entre la calle Preciados y Tetuán de Madrid, que se convirtió en el primer centro comercial dividido en departamentos. En el momento de su compra en 1945, la compañía ocupaba la planta baja del número 3 de la calle Preciados, pero adquirió las viviendas colindantes y realizó reformas para hacerse con toda la finca.

 

A la primera gran operación inmobiliaria del grupo le siguió su salto fuera de la capital y el 20 de septiembre de 1962 aterrizó en Barcelona, en el centro de Plaza Catalunya. Entonces, el centro ocupaba un edificio con fachada a la plaza conectado con Ronda Sant Pere con 15.865 metros cuadrados de superficie y 425 trabajadores. A base de ampliaciones y compras, el centro fue haciéndose con el total de la manzana y ahora ocupa hasta 66.000 metros cuadrados.

 

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Antes de la llegada de los grandes almacenes Una de las casas que engulló el grupo de grandes almacenes engulló para conseguir que su centro invadiera toda la manzana fue la casa modernista diseñada por Antoni Maria Gallisà para el Conde de Sicart. El Corte Inglés se hizo con el inmueble en 1987 y tiró el edificio abajo. Sin embargo, mantuvo en las fachadas un ventanal de inspiración gótica que da a la calle Fontanella.

 

Actualmente, El Corte Inglés corona uno de los principales puntos de afluencia de la ciudad compitiendo con el centro comercial El Triangle, las compañías tecnológicas Apple y Huawei, Primark o Zara. “Con el proceso de turistificación de los centros de la ciudad las franquicias se han ido apoderando de las calles y expulsando residentes”, sostiene la arquitecta. El centro puso la primera piedra de la que se ha convertido en la fotografía actual.

 

Para su llegada Valencia en 1971, el grupo compró un solar en el centro de la ciudad hasta entonces ocupado por la orden de las dominicas con el monasterio de Santa Catalina de Siena. Sin embargo, en ese caso no se destruyó el inmueble, sino que fue llevado pieza a pieza al barrio de Orriols y alejado del centro.

 

Para llegar a Sevilla, El Corte Inglés también tuvo que sortear una un edificio emblemático del centro de la ciudad. En 1968, la compañía inauguró el centro en la capital hispalense sobre lo que fueron las casas-palacio de Miguel Sánchez-Dalp y el marqués de Palomares. Con una inversión de 200 millones de pesetas de entonces (unos 500 millones de euros), el grupo levantó un inmueble de 30.000 metros cuadrados que centralizó el comercio sevillano.

 

Un cambio más profundo, representó la construcción de El Corte Inglés de la calle Princesa en Madrid. El centro se ubica en el antiguo barrio de Pozas que se situaba en la superficie triangular delimitada entre calle Princesa, Alberto Aguilera y Serrano Jover. El barrio tenía dos calles, Hermosa y Solares, y una veintena de edificios. El conjunto urbano fue derribado en 1972 para ser substituido por otro edificio de los grandes almacenes.

 

 

 

 

Los activos de El Corte Inglés de primera generación sí que se ubicaban en el centro histórico donde ya contaba con una red comercial amplia, como puede ser el de Callao”, afirma el arquitecto de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Gonzalo Sánchez-Toscano.

 

Sin embargo, no siempre que el grupo de grandes almacenes se ha instalado en el barrio ha supuesto una alegría para los comerciantes locales. Sánchez-Toscano apunta que, en el caso del centro de Sanchinarro, ubicado en la zona norte de la ciudad, que abrió sus puertas en 2003, supuso un duro golpe para los pequeños retailers.

 

El centro ubicado en el barrio de Valdefuentes, en el distrito de Hortaleza, trajo a Madrid un modelo ensayado en otras ciudades como Santander, Cádiz, Cornellà del Vallés (Barcelona) y San Juan de Analfarache (Sevilla): El Corte Inglés junto a un Hipercor en un centro de 55.000 metros cuadrados y una inversión de 200 millones de euros. Con este centro, el grupo apostó por un centro más grande pero alejado del centro de la ciudad.