Barnes acelera en España: segundas oficinas en Barcelona y aterriza en Baleares para duplicar facturación

Barnes acelera para conquistar el residencial de lujo en España. La consultora inmobiliaria, especializada en vivienda de gama alta, prevé poner en marcha unas segundas oficinas en Barcelona y aterrizar en el mercado balear este año, según ha explicado Emmanuel Virgoulay, socio fundador de Barnes Spain, a EjePrime.

La compañía cuenta actualmente con dos oficinas: en Barcelona y Madrid, donde acaba de ampliar su local sumando 120 metros cuadrados más, hasta alcanzar 200 metros cuadrados. En paralelo, el grupo ha reforzado su equipo en la capital con incorporaciones como Jacqueline Ulrich, ex Amadeus, como nueva socia directora en la ciudad. Actualmente, Barnes emplea a catorce personas en Madrid, a las que sumará seis más este año, y diez en Barcelona.

En la ciudad catalana, el objetivo para este año es sumar una nueva agencia en “una zona prime” como Rambla Catalunya o Aribau. “Barcelona se está reactivando después de un año complicado”, explica el ejecutivo. A dos agencias, la empresa quiere sumar una tercera sede en Ibiza o Mallorca este ejercicio.

Barnes prevé alcanzar 2,5 millones de euros de facturación este año, el doble que el ejercicio anterior

La compañía destinará en torno a medio millón de euros a esta expansión, con la que espera alcanzar una facturación de 2,5 millones de euros, el doble que el ejercicio anterior. Virgoulay subraya que el mercado español es muy atractivo, pero que en ciertas zonas prime continúa habiendo un desequilibrio entre los precios y la demanda.

“Un piso a precio de mercado sale en tres meses, pero los propietarios no ceden; el mercado tiene que ser real, no especulativo, porque si no el comprador se va a Francia o a Portugal”, sostiene el directivo.

Entre los principales clientes de Barnes en Madrid se encuentran particulares mexicanos y venezolanos, mientras que en Barcelona el perfil es más heterogéneo, con compradores norteamericanos, franceses, belgas y holandeses.

“Hay que atraer gente con poder adquisitivo y esto empieza por ofrecer prestaciones y servicios de lujo”, reclama Virgoulay. El primer paso, asegura el ejecutivo, pasa por los hoteles, seguidos por tiendas y restaurantes para atraer a este tipo de público.

Sobre el impacto de la desaceleración económica, Virgoulay confía en que sólo afectará a quien compre residencia principal, mientras que en la compra de la segunda residencia puede trasladar parte de la inversión, pero no frenarla. “Aunque es cierto que, si se trata de una crisis grande como la de 2007 impacta a todo el mundo”, añade.