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Ciberataques y política, pero no una pandemia: los riesgos que sí preveían los titanes del ‘real estate’

Las principales compañías del sector inmobiliario español contemplaban riesgos como la caída de valoración de sus activos o el aumento de la competencia entre los principales problemas a los que se podían enfrentar en 2020.

Marc Vidal Ordeig

23 abr 2020 - 05:00

Ciberataques y política, pero no una pandemia: los riesgos que sí preveían los titanes del ‘real estate’

 

 

Nadie vio venir una pandemia. Desde ciberataques a inestabilidad política o cambios de normativa, las principales compañías del sector inmobiliario español habían previsto algunos de los riesgos más probables que podían amenazar su negocio en 2020, pero ninguna previó una pandemia que obligara a parar en seco la economía.

 

Todas las empresas del sector tienen en cuenta que el sector inmobiliario es cíclico como uno de los principales riesgos para sus planes de negocio. Tanto es así que Metrovacesa indica al propio mercado inmobiliario como uno de los principales problemas estratégicos a los podría tener que hacer frente.

 

Sin embargo, sólo Quabit había previsto problemas de índole natural al destacar la “sujeción a disposiciones medioambientales” entre los riesgos que podía afectar a la consecución de sus objetivos de negocio durante este ejercicio, aunque sin entrar a considerar qué riesgos concretos podían afectarle.

 

 

 

 

Por el contrario, la ciberseguridad era uno de los riesgos no financieros que más tenían en cuenta las empresas del sector. Merlin identifica las posibles “brechas de ciberseguridad” como un posible riesgo sobre los “objetivos estratégicos de generación de un dividendo sostenible y creciente”.

 

Otra de las grandes preocupaciones de las empresas es la inestabilidad política y normativa que ya afectó a España durante 2019, aunque en febrero, cuando las empresas presentaron sus resultados, no se preveían otras elecciones o cambios legislativos imporantes. En este sentido, Quabit preveía los “cambios sustanciales en las leyes” como uno de los principales riesgos legales que podía afectar a su negocio en 2020.

 

Merlin, por su parte, indicaba un “riesgo político en España” como un problema para la consecución de los objetivos estratégicos a largo plazo, mientras que Lar España apunta a la “inestabilidad política” como uno de los riegos que puede afectarle.

 

 

 

 

La valoración de los activos también es preocupación de la práctica totalidad de las compañías del sector cotizadas. La socimi dirigida por Miguel Pereda indica que esta pérdida de valor puede ser a causa “de variaciones del ciclo económico en general o del sector inmobiliario en particular”; mientras que Colonial marca como uno de los objetivos la “anticipación del ciclo inmobiliario ante una posible reducción de las valoraciones de los activos”.


La socimi catalana también marca una posible restricción de los mercados de capitales como uno de los principales escollos para continuar con su plan de negocios, mientras que Merlin apunta a los tipos de interés de la deuda como un posible problema al que podría tener que hacer frente.

 

Uno de los riesgos que comparten las cuatro socimis cotizadas en el mercado continuo (Merlin, Colonial, Lar España y Árima) es la necesidad de cumplir la normativa que regula a este tipo de sociedades para poder seguir acogiéndose al régimen tributario que las acompaña.

 

La reputación de la compañía también preocupa a las empresas del sector ya que puede afectar a “las preferencias de los clientes” según apunta Merlin. Esta preocupación es compartida con las grandes promotoras, que lo señalan como un riesgo estratégico.