Empresa

GCA: arquitectura especializada que se inspiró en SOM para facturar 10 millones

El estudio de arquitectura barcelonés acumula ya más de treinta años de experiencia en el sector, en los que ha construido desde el Hotel Arts, junto a SOM, hasta edificios para Pontegadea, Metrovacesa o Cuatrecasas, entre otros.

J. Izquierdo

21 may 2018 - 04:57

GCA: arquitectura especializada que se inspiró en SOM para facturar más de 10 millones

 

 

Mucho de lo que es hoy GCA Architects tiene que ver con el Hotel Arts de Barcelona. En su construcción participó este estudio catalán junto a un despacho internacional que ha servido de inspiración a sus socios en las tres décadas que acumula de experiencia y obras. “En aquel proyecto, uno de los primeros que hacíamos, recogimos de SOM su manera de hacer”, explica Francisco de Paz, socio de GCA Architects, a EjePrime. Cogiendo como “referencia” al macroestudio estadounidense, la compañía decidió “crear un despacho profesional en el que cada uno tenga un papel y especializarnos en cada materia de la arquitectura, además de ampliar servicios”. Con esta idea, el estudio factura más de diez millones de euros al año con proyectos nacionales e internacionales y una estructura que abarca noventa profesionales en plantilla.

 

Desde su fundación en 1986 de la mano de Josep Juanpere y Antonio Puig, GCA Architects ha sido contratado por empresas de la talla de Pontegadea –el family office inmobiliario de Amancio Ortega–, la promotora cotizada Metrovacesa, el fondo de Javier Faus, Meridia, o las cadenas hoteleras Ritz-Carlton y Mandarín, que requirió de sus servicios para la ampliación de su hotel de Barcelona.

 

Sin embargo, para llegar a estos niveles de facturación y de clientela, el estudio barcelonés ha tenido que fijar un plan de actuación que es poco peculiar en el negocio de la arquitectura en España. Para empezar, son siete los socios del despacho, “algo que no es tan habitual, pero que en nuestro concepto de empresa profesional ya se pensó en un primer momento”, apunta de Paz.

 

 

 

 

De esta idea también proviene el nombre del estudio. “GCA no significa nada, es una marca, simplemente”, alega el arquitecto, que, tras cuatro años en el estudio, pasó a ser socio en 2004. De Paz fue el último en entrar en el equipo de asociados que completan, además de Juanpere y Puig, Jesús Hernando, Josep Riu, Lluís Escarmís y Jordi Castañé.

 

Hace treinta años los equipos eran “artesanales, pequeños y el cliente, mayormente nacional”, detalla de Paz. En este contexto de despachos que se manejaban de manera “más casera”, GCA Architects tenía claro que “no íbamos a seguir ese modelo”. Así, con el crecimiento de la economía española, sobre todo, en los 2000, “llegamos a ser diez socios”.

 

Pero entonces llegó la crisis. Y todo cambió, como a la mayoría de empresas del real estate. En el caso de GCA, la recesión económica obligó a cerrar el despacho que había abierto la empresa en Madrid, asociada con un arquitecto local. Ahora, con la buena senda del inmobiliario y del propio estudio, “estamos planteándonos volver a la capital a medio plazo”.

 

 

 

 

El revés económico, sin embargo, no detuvo las ganas de crecer lejos de Barcelona que tiene el estudio desde su creación. “Siempre hemos creído en la internacionalización del despacho para recoger proyectos más amplios”, afirma de Paz. Esta también es una de las claves del número de socios de la compañía, ya que “cuantos más socios, más capacidad de trabajo”.

 

En este sentido, el arquitecto destaca “tenemos una línea de trabajo amplia y un estilo que queremos que se reconozca, pero siempre en constante evolución, porque, si no, te vas quedando atrás”. Cada socio tiene equipos propios que se encargan de los diferentes proyectos que se le encarga a la empresa. “Compartimos personal en momentos determinados, pero los equipos son fijos; de esa manera el cliente está siempre atendido por un socio de la compañía”, explica el arquitecto, que pone en valor, como muchos de sus colegas, la importancia de la comunicación directa entre directores y clientes en el sector, aunque se trate de estudios grandes como el suyo.

 

¿Introducirá próximamente nuevos socios la empresa? “Cada 2-3 años, los socios hacemos una revisión del porcentaje que tenemos cada uno”, explica el arquitecto, quien cree que “la incorporación de socios jóvenes es muy interesante para ese proceso de evolución constante”.

 

De momento, tras los siete socios, GCA Architects cuenta con dos empleados de la plantilla que tienen rango de “asociados”, según detalla de Paz. Sin embargo, los socios fundadores, Juanpere y Puig, siguen teniendo la opción mayoritaria en las acciones.

 

 

 

Viaje a China y crecimiento a doble dígito desde 2013
China y 2013 son dos conceptos que marcan la situación actual del estudio. El país asiático fue una válvula de oxígeno para GCA cuando España vivía la peor crisis económica en los últimos cien años. “En 2008 dijimos que la internacionalización era obligada para no perder la opción de continuar con la estrategia de compañía que habíamos confeccionado y consecuencia de ello es la oficina de Shanghai”, apunta el socio. “Además, hicimos intentos de entrar en Oriente Medio, a través de Dubai y Arabia Saudí”, rememora de Paz.

 

La oficina china del estudio abrió en 2010 a través de una joint venture junto a un arquitecto local. De allí nació GCA Architects Shanghai. Para nosotros fue un “open mind: si podemos construir en Shanghai, podemos construir en todo el mundo”, asegura de Paz. Para crecer, dos de los socios fueron desplazados allí durante dos y cuatro años. “Ahora nuestro socio chino trabaja en un mercado que es delicado pero que a nivel de volumen y proyectos es muy atractivo”.

 

 

 

 

Los proyectos de España y China, pero también los de Senegal, donde trabaja con el grupo Mangalis en la construcción de hoteles “ya no sólo turísticos, sino también para ejecutivos”, han permitido crecer a la empresa, que sólo en 2018 ya ha contratado a seis nuevos arquitectos. “Ojalá podamos llegar a cien a final de año”, reconoce de Paz.

 

En los datos, aunque en los 2000 el estudio ya hizo trabajos fuera de España, como una de las torres más altas de Vancouver, con 200 metros de altura, la internacionalización del estudio se ha reforzado en los últimos años. Y para muestra un botón: hasta el año 2007, el 90% de los proyectos del estudio eran nacionales; desde 2014, el mercado internacional ha dado el sorpasso y ya copa el 75% de las nuevas obras del despacho.

 

2013 es el segundo concepto del actual GCA Architects. “Hasta aquel año, la situación había sido muy dura, pero desde entonces crecemos anualmente en dos dígitos”. Con trabajos para todos los mercados del real estate, de Paz resume que “podemos hacer desde una silla a un rascacielos”. No en vano, el área de interiorismo es otro de los factores clave en las obras del despacho.

 

 

 

Nuevos proyectos en el 22@ de Barcelona
En el contexto actual, el arquitecto apuesta por la rehabilitación en las grandes ciudades. No hay terreno para construir obra nueva y ahora lo que hay que hacer es reformar, y hacerlo de manera sostenible”. En este aspecto, GCA ha rehabilitado “desde edificios modernistas (Casas Fuster) hasta casas del Ensanche”.

 

Entre los últimos proyectos en los que trabaja el estudio se encuentran el edificio que ya comercializa Solvia frente a la Sagrada Familia o dos edificios de oficinas de Meridia Capital en el 22@ de la capital catalana. Además, en este enclave, “diseñamos la sede de Cuatrecasas, un cliente histórico nuestro al que también le hicismos su oficina de Madrid”, destaca de Paz, cuya empresa trabajó con el arquitecto Rafael Moneo en Torre Puig, el icónico rascacielos residencial que se sitúa en la Plaza Europa de L’Hospitalet de Llobregat.