Sareb se especializa ante la renovación de sus contratos de gestión

Sareb da un paso hacia adelante. Los contratos que Sareb mantiene con los services Solvia, Altamira y Servihabitat para gestionar y vender los activos adjudicados de la banca, el llamado Proyecto Íbero, finalizan el próximo ejercicio. Para atar los contratos y mejorar los resultados de los últimos años, la entidad ha decidido poner fin a su sistema habitual y decantarse por un modelo de mayor especialización.

Para ello, la compañía contratará a dos asesores, uno financiero y otro legal, para diseñar el nuevo marco de sus contratos, según informa El Confidencial. Se prevé que entre abril y mayo la entidad tendrá definido el nuevo modelo.

Con esta nueva hoja de ruta, bautizada como Esparta II, Sareb pretende segmentar la cartera de 31.800 millones de euros en inmuebles y préstamos que tiene la sociedad en contratos de servicios especializados. Este movimiento requiere la búsqueda de especialistas de alquileres, servicios de mantenimiento, gestión de concursos y venta.

Sareb aumentó sus pérdidas un 13% en el pasado ejercicio

Este cambio de estrategia de la entidad viene tras el anuncio de la Unión Europea, que ha obligado a España a computar como deuda pública el agujero de 35.000 millones de euros de la Sareb que fueron avalados por el Estado. Tras esta medida, el Gobierno ha tenido que cambiar la ley para que el banco malo siga operando con recursos negativos habiendo consumido todo su capital.

Nueve años después de la constitución de la sociedad, Sareb ha registrado unas pérdidas de unos mil millones de euros anuales. En concreto, el pasado año incrementó sus números rojos un 13%, mientras que sus ingresos cayeron un 39%, hasta 1.422 millones de euros.

En cumplimiento de su mandato, Sareb debe desinvertir a precios de mercado todo tipo de activos, con independencia de su impacto contable. A cierre de 2020 los activos de Sareb acumulaban unas minusvalías contables totales de más de 9.100 millones de euros.

En sus ocho años de actividad la compañía ha reducido su cartera un 37,3%, hasta los 31.800 millones de euros. Sólo en la cartera de préstamos morosos, que implica una gestión más complicada que la propiamente inmobiliaria, la disminución ha sido hasta el momento del 57%.