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Tomás Olivo agudiza su apetito inversor: sale a la caza de centros comerciales para engordar su cartera

General de Galerías Comerciales se encuentra en plena puja por todos los activos que se encuentran en el mercado, especialmente aquellos ubicados en Murcia y Andalucía. Dos Mares, en Murcia, y Torrecárdenas, en Almería, figuran entre sus objetivos.

R. Arnau/ P. Riaño

8 mar 2019 - 05:00

Tomás Olivo agudiza su apetito inversor: sale a la caza de centros comerciales para engordar su cartera

 

 

Tomás Olivo, a la caza de nuevos activos. Según han señalado a EjePrime diversas fuentes del sector inmobiliario, General de Galerías Comerciales es una de las compañías actualmente más activas en el segmento de los centros comerciales. El empresario murciano quiere engordar su cartera, formada actualmente por siete centros comerciales, con nuevas adquisiciones. En su punto de mira figuran Dos Mares, en Murcia, y Torrecárdenas, en Almería.

 

General de Galerías Comerciales, compañía cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), se aleja, sin embargo, de grandes activos actualmente en el mercado, como es la cartera de Intu, por la cual han comenzado a interesarse grandes fondos. La empresa de Olivo apuesta, en cambio, por activos ubicados en el área de Murcia y Andalucía, donde se concentra actualmente su cartera.

 

En cuanto al perfil de los activos, “Olivo está interesado en grandes centros comerciales, dominantes y con perfil turístico, ubicados sobre todo en Murcia, en su región”, han explicado fuentes del mercado a EjePrime.

 

 

 

Murcia cuenta actualmente con un total de 23 centros comerciales, que suman 719.510 metros cuadrados de superficie, según datos de la Asociación Española de Centros Comerciales (Aecc). En Andalucía, otra de las áreas de actuación de Olivo, existen 108 complejos comerciales, con 2,86 millones de metros cuadrados de superficie bruta alquilable (SBA).

 

A principios de año, el centro comercial Dos Mares volvió a colgar el cartel de en venta. El complejo, controlado hoy por Sonae Sierra, tiene un precio de alrededor de 35 millones de euros. Torrecárdenas, por su parte, es propiedad de Bogaris y ha salido al mercado por unos 200 millones. Olivo ha tratado de bloquear la evolución de este complejo enfrentándose judicialmente a Bogaris y, tal y como explican desde el sector, ahora estaría pujando por el complejo.

 

Cartera de activos sin deuda y mucho ‘cash’

La cartera de activos de la compañía liderada por Olivo está compuesta, principalmente, por centros comerciales. En concreto, el grupo controla siete activos: Centro Comercial Mediterráneo, en Almería; Centro Comercial Nevada, en Granada; Centro Comercial La Cañada, en Marbella; Centro Comercial Mataró Parc, en Mataró; Centro Comercial Gran Plaza, en Roquetas de Mar, y Centro Comercial Las Dunas, en Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz. El séptimo activo es El Mirador de Jinámar, adquirido a Eroski a finales de 2018 con 45 millones de euros.

 

A estos complejos habría que añadir el edificio comercial Plaza Antonio Banderas, en Marbella, valorado en 4,5 millones de euros. De los centros comerciales del grupo, el que cuenta con un mayor valor de mercado es La Cañada, con 675 millones de euros, seguido por Nevada, con 545 millones de euros.

 

Todos estos activos generan a General de Galerías Comerciales ingresos recurrentes año tras año, que hasta ahora la compañía invertía en promociones. La compañía, que no acumula deuda, se centrará ahora en invertir en adquisiciones de nuevos activos.

 

 

 

 

A cierre del ejercicio 2016, el valor neto contable de los activos inmobiliarios del grupo se situaba en 355,17 millones de euros (incluyendo solares, terrenos, promociones y edificios), mientras el valor de mercado de los mismos ascendía a 2.007 millones de euros, según datos de la compañía. Los seis centros comerciales suponían a cierre de 2016 un 91,39% del total del valor de mercado de los activos inmobiliarios.

 

Tal y como explicaba la compañía en el folleto de incorporación al MAB, un rasgo distintivo del modelo de negocio de General de Galerías Comerciales respecto a otras compañías similares del sector es la escasa rotación de los inmuebles. En los últimos quince años, por ejemplo, no se ha vendido ningún inmueble significativo ni se ha traspasado ninguno de los seis centros comerciales que la sociedad considera estratégicos.

 

Las previsiones de la empresa no pasan por que “esta política escasa de rotaciones vaya a cambiar en un futuro cercano”. En cualquier caso, según precisa la compañía, la única venta de activos podría afectar a pisos, pequeños locales comerciales, suelos o solares sin una utilidad directa e inmediata con la actividad de la compañía.

 

Las nuevas adquisiciones para la cartera comercial de General de Galerías Comerciales se financiarán, previsiblemente, con fondos propios. Según la empresa, “otra característica singular del modelo de negocio, igualmente distinta a lo que podría considerarse normal dentro del sector, es la ausencia prácticamente total de recurrir a la financiación bancaria para la compra de nuevos activos o bien para poder optimizar los recursos financieros”.

 

En el momento del salto al MAB, la financiación bancaria era inferior al 1% del total del valor de capitalización de la sociedad. El ratio de endeudamiento de la sociedad sobre el valor contable de los activos estaba en torno al 2,5% y 3%. “No cabe esperar que estos criterios y políticas de financiación vayan a sufrir cambios al menos a corto y medio plazo”, afirmó la compañía.