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Salomon 1965 promueve dos hoteles de lujo en la Costa Brava

El grupo de inversión de la familia Serra Moreno compra dos solares en Begur (Girona) para abrir sendos establecimientos a partir de 2023. Salomon 1965 impulsa el proyecto junto a la empresaria Inés Miró-Sans, propietaria de Hotel Casa Bonay.

EjePrime

26 nov 2021 - 13:20

Salomon hoteles Costa Brava

 

La inversión en hoteles de lujo está fuerte. Salomon 1965, el family office de los hermanos Harry y Toni Serra Moreno, invertirá treinta millones de euros en dos proyectos hoteleros en la zona de Begur (Girona), según informa Expansión. Salomon 1965 impulsará el proyecto de la mano de Inés Miró-Sans, propietaria del Hotel Casa Bonay.

 

Se trata de dos parcelas, una adquirida a Altamira y otra a varios propietarios locales, que suman un total de 30.000 metros cuadrados. El primer hotel abrirá en 2023 y el segundo, a finales de 2024.

 

Salomon 1965 gestiona activos por valor de noventa millones de euros, incluyendo deuda. La compañía tiene cerca de un tercio de sus inversiones en activos financieros, mientras que el resto se divide en varios proyectos hoteleros, de restauración e inmobiliarios.

 

 

El family office mantiene una alianza con la cadena Chic&Basic y también con la familia Roig, propietarios del hotel Puylitzer en Barcelona. Salomon 1965 acompaña a estos grupos en algunas de sus inversiones.

 

Durante el primer semestre la inversión en activos hoteleros se elevó a 1.094 millones de euros, superando ya los 955 millones registrados en todo 2020, según los datos facilitados por la consultora Colliers.

 

Entre compras de hoteles, edificios para su reconversión a hotel y suelos para desarrollos hoteleros se han cerrado un total de 52 operaciones, que suman 7.333 habitaciones. Este dato, según la consultora, parece que supone un punto y final a la crisis acontecida el año pasado.

 

La consultora añade que el volumen de inversión en España se encuentra por encima de otros países europeos, como Alemania, Países Bajos o Reino Unido, que se encuentran todavía en niveles mínimos. Una de las razones que explicaría este fenómeno es el amplio consenso existente en una recuperación más rápida de la demanda de ocio frente a la del negocio, representada por los hoteles urbanos.