Industrial

Más pequeñas y urbanas: las naves logísticas en la era de la robotización

Edificios inteligentes, más pequeños, pero más altos. El mercado logístico registrará un aumento de la demanda de instalaciones descentralizadas, aunque mantendrá las mismas ubicaciones estratégicas.

Roger Arnau

11 mar 2019 - 04:47

Más pequeñas y urbanas: las naves logísticas en la era de la robotización

 

 

Cada día, cientos de robots transportadores circulan coordinadamente dentro de los 80.000 metros cuadrados de la nueva planta logística de Amazon en Staten Island, en Nueva York. La tecnológica cuenta ya con 26 centros automatizados donde los robots trabajan junto a los trabajadores, una colaboración que le ha permitido reducir a menos de una hora las tareas que antes les ocupaban todo el día, según datos de la compañía estadounidense.

 

El ejemplo de Amazon demuestra que la introducción de la robótica en las naves logísticas es ya una realidad, pero ¿cómo cambiarán los avances tecnológicos los activos y sus ubicaciones? A largo plazo, los expertos coinciden: la automatización se generalizará, especialmente en las nuevas plataformas ocupadas por grandes compañías, mientras que la cantidad de los trabajadores requeridos disminuirá.

 

De hecho, el auge del comercio electrónico está ya disparando la demanda y harán las plataformas logísticas en más intensivas. Las compañías deben operar las 24 horas del día, los siete días de la semana, para poder atender la creciente demanda de los consumidores online. Esta nueva realidad implica una revolución dentro y fuera de las naves de almacenamiento y distribución, que, gracias a las transformaciones tecnológicas y a la introducción de la robótica, cambiarán sus características.

 

 

 

 

Los edificios logísticos serán más pequeños, porque la automatización y los robots permitirán a los ocupantes utilizar mejor el espacio del suelo, y serán más altos, porque también habrá un mejor uso del espacio cúbico”, apunta la consultora JLL en su informe Empleo y automatización: el auge de los robots en la logística.

 

Por otra parte, los edificios pequeños requerirán menos suelo y, al emplear, también, a menos trabajadores, se necesitará mucho menos espacio para los aparcamientos. De hecho, las estimaciones de la consultora indican que la densidad de las parcelas podría aumentar un 33% en una nave logística manual y un 50% en una plataforma altamente automatizada.

 

Otro aspecto a tener en cuenta serán las estructuras de los inmuebles, que deberán ser capaces de soportar cargas más altas para poder albergar sistemas automatizados y robots. Además, la superficie de los pisos deberá ser súper plana para facilitar las tareas de los robots más desarrollados.

 

 

 

 

Las características de los activos cambiarán, pero esa transformación no alterará las ubicaciones estratégicas en Europa. Según el estudio de JLL, “la decisión de ubicación no cambiará significativamente, porque esta, normalmente, está determinadas por el acceso al cliente y a su conexión con las infraestructuras de transporte.

 

Aunque, con la robotización, hay dos nuevos aspectos a tener en cuenta: las promotoras podrían desarrollar activos en lugares donde actualmente no hay oferta de mano de obra, mientras que la disponibilidad de energía será un factor decisivo en un parque logístico altamente automatizado.

 

Con todo, queda mucho camino por recorrer, porque, según un estudio realizado por DHL en 2016, a escala global, sólo el 5% de las naves logísticas utiliza los sistemas automatizados más avanzados que incluyen los robots.

 

Para los expertos, la robotización llegará, primero, a los almacenes, y después, a medio plazo, en el sector del transporte. Así, por ejemplo, en España, Lidl cuenta en Alcalá de Henares (Madrid) con una de sus plataformas de almacenamiento más avanzadas tecnológicamente de Europa. Con 71.800 metros cuadrados de superficie total, el complejo incluye un almacén completamente automatizado con capacidad para 50.000 palés en un edificio de cuarenta metros de altura.

 

 

 

 

Otro de los retos de logística es hacer una buena gestión de la cadena de suministro: dar un buen servicio al cliente y hacerlo con un coste menor. La irrupción del ecommerce obliga a las compañías a mejorar la eficiencia, especialmente en la última milla. En este sentido, la creación de urban hubs y el uso del big data serán sin duda dos de las tendencias logísticas en los próximos años.

 

Según el informe de JLL Big data y cadenas de suministro, la digitalización y la conexión de los dispositivos logísticos al Internet de las cosas también revolucionará las instalaciones que serán más eficientes y sostenibles.

 

Al disponer de más información de los clientes, los operadores tendrán una mejor comprensión de la demanda final, gracias a la tecnología y la automatización. Así, las cadenas de distribución serán más ágiles y eficientes. El inventario no se eliminará, y, por tanto, la demanda de grandes plataformas de almacenamiento se mantendrá. Pero, para los expertos, el mercado logístico registrará un aumento de la demanda de instalaciones descentralizadas, de puntos de distribución, que, sin duda también deberán contar con espacios destinados a la gestión de los datos.   

 

 

 

 

A escala global, el avance de la tecnología permitirá reducir costes, gracias a la creciente información del cliente final y al uso de robots. Ellos asumirán, cada vez más, una mayor gama de funciones dentro de las naves logísticas. Los robots colaborativos, como los de Amazon, se encargarán de la descarga de las mercancías, de su almacenamiento y también de su embalaje.

 

La robotización no implica, sin embargo, la ausencia de humanos en las plantas: en muchas de estas tareas los robots trabajan junto a las personas. Por tanto, la interacción entre los robots y los humanos se convertirá en un factor cada vez más importante detrás de la productividad del activo logístico.