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La OMT resucita el Palacio de Congresos de la Castellana

El edificio madrileño, incendiado en 1995 y en desuso desde 2012, reabrirá sus puertas como la nueva sede de la Organización Mundial de Turismo.

EjePrime

10 oct 2017 - 05:00

El turismo entra por la puerta del Palacio de Congresos de la Castellana

 

La historia del Palacio de Congresos de la Castellana, en Madrid, alterna claros y oscuros en sus casi 50 años de vida. Inaugurado en 1970, el edificio es reconocible y reconocido por su belleza cuando fue construido. Con un mural del catalán Joan Miró como insignia, se utilizó como lugar de exposiciones y todo tipo de eventos sociales que discurrían en la capital española.

 

Sin embargo, en su 25 aniversario, un incendio devoró el auditorio casi por completo. Aquellas llamas -provocadas, según los peritos de la investigación- le produjeron una profunda herida que no cicatrizaba, pues inutilizó las instalaciones hasta el punto de que las insuficientes reparaciones lo cerraron indefinidamente en 2012 tras no pasar los controles de seguridad que estipulan los organismos públicos de prevención de riesgos.

 

Ahora, tras más de 1.500 días de letargo, el Palacio de Congresos de la Castellana volverá a tener vida. A recibir visitas. El Ministerio de Turismo, al que pertenece Turespaña, actual propietario del recinto, ha decidido comenzar la tramitación de los expedientes para transformar los 40.000 metros cuadrados del pabellón y adecuarlos para que sea la sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

 

Un proyecto ideado sin demasiada contemplación, ya que hace sólo doce meses la misma Turespaña anunciaba otro plan para los terrenos, en los que además de la reapertura del auditorio, se proyectó la construcción de una torre anexa de 17 plantas, que contaría hasta con un hotel de lujo. Un futuro rascacielos que cayó pronto demolido dentro del proyecto tras una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que denunciaba que la torre producía “una descatalogación de facto del edificio” y la oposición del Ayuntamiento gobernado por Manuela Carmena, receloso del alzamiento del inmueble hasta que las instalaciones no pasaran las pertinentes medidas de seguridad.