Las terrazas se quedan en París

El urbanismo de emergencia, se queda en París. La capital francesa, como tantas otras, ha optado por nuevas estrategias urbanas para que sus calles no pierdan el pulso durante la pandemia. Una de ellas ha sido la colocación de terrazas de los cafés parisinos en las plazas de aparcamiento en la calzada, una práctica que parece haber llegado para quedarse.

Así lo sugiere la nueva guía del ayuntamiento publicada el pasado 14 de junio, que proporciona una hoja de ruta para los 9.800 cafés, bares y restaurantes de la ciudad que han ampliado sus terrazas durante el confinamiento para dotar de más espacio exterior para los clientes.

Bajo esta nueva regulación, los comercios podrán ocupar tres plazas de aparcamiento bajo el nuevo permiso de “Terrazas de verano”, espacios que podrán abrir desde abril hasta finales de octubre. Además de la restauración, a medida que la pandemia vaya quedando atrás también se invitará a ocupar un espacio de carretera a floristas, librerías y tiendas de discos.

Más allá del verano, el consistorio dirigido por Anne Hidalgo también ha añadido la opción de optar a un “Terraza anual” en la calzada, aunque esta sólo podrá ocupar una plaza de aparcamiento.

Las nuevas terrazas han conseguido dinamizar la ciudad y ampliar los espacios para consumir con seguridad ante el Covid-19, pero también han levantado polémica. Algunos vecinos se han quejado por el ruido, que ha aumentado con la ampliación de las mesas, y las plazas de aparcamiento se han reducido.

Por ello, el ayuntamiento ha añadido algunas reglas como que deben ser accesibles en silla de ruedas, han de tener en cuenta los otros usuarios de la calle y dejar la acera libre, y por razones medioambientales no pueden usar estufas de gas. En cuanto a la reducción de coches, es sólo el principio del plan el Ayuntamiento prevé reducir el número de aparcamientos en 60.000.