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Pinearq y Brullet de Luna diseñan el Hospital del Mar del futuro

Los despachos de arquitectura presentan la segunda fase de transformación del centro médico de Barcelona, que sumará 30.000 metros cuadrados de nueva superficie.

EjePrime

19 jul 2021 - 05:00

Pinearq y Brullet de Luna diseñan el Hospital del Mar del futuro

 

El Hospital del Mar de Barcelona ha puesto en marcha la segunda fase de su transformación con la mirada puesta en el año 2030. El proyecto, realizado por Pinearq y Brullet de Luna, se ha desarrollado a partir de un proceso de cocreación entre los pacientes, los familiares, los profesionales del hospital y los arquitectos. Se trata, en definitiva, de un modelo de hospital centrado en la experiencia de las personas.

 

El nuevo edificio sumará 30.000 metros cuadrados de superficie y 180 camas de hospitalización, así que se aumentará la capacidad para atender a pacientes críticos (36 camas, 18 más de las actuales), entre otros numerosos espacios. Se crearán, además, espacios abiertos de trabajo para todo el personal del hospital, un jardín terapéutico y al aire libre para el uso de pacientes y trabajadores, y todas las habitaciones con vistas lejanas hacia el mar y la montaña.


La metodología BIM -empleada desde el proceso de diseño- y la interrelación de sensores ambientales y de tecnología IoT para la obtención de datos permitirán mejorar los flujos y los procesos e implementar un sistema de información sobre los espacios en tiempo real.


El proyecto ha sido diseñado teniendo en cuenta las necesidades detectadas durante la gestión de la pandemia de COVID-19, así que Pinearq y Brullet de Luna trabajaron incorporando criterios de flexibilidad, adaptación de espacios y separación de circuitos.

 

Igualmente, el hospital busca la alta sostenibilidad y la eficiencia energética. Para la construcción, se propone la optimización de materiales y residuos en una apuesta por un sistema de economía circular. Se dispondrán cubiertas vegetales, placas fotovoltaicas y lamas de protección solar; se instalará una red de agua caliente sanitaria y de climatización pensada para el ahorro en emisiones de dióxido de carbono. Se controlará el consumo energético a través de sensores de ocupación.