Barcelona, Lisboa y Nueva York, juntas contra los precios “abusivos” de la vivienda

El Ayuntamiento de Barcelona recauda apoyo en la Gran Manzana en su batalla por limitar el precio de la vivienda, calificado en numerosas ocasiones por el consistorio como “abusivo”. El gobierno municipal de la capital catalana se ha aliado con Nueva York y Lisboa para firmar un artículo conjunto en el que las tres ciudades se posicionan a favor de un cambio legislativo en sus países correspondientes para poder limitar el precio de su mercado residencial.

En el caso de Nueva York, la ciudad de los rascacielos ya cuenta con medidas que regulan, entre otros, los alquileres. Allí, los apartamentos compartidos en un tramo inferior a un mes están prohibidos desde 2010. Asimismo, el consistorio neoyorquino ya controla las rentas de algunos inmuebles, pero sólo de aquellos construidos antes de 1947 y ocupados desde 1971.

Esta terna de ciudades culpa al incesante turismo que recibe el crecimiento de los precios de los alquileres, la mayor alza que vive el residencial de dichas ciudades. Las estancias cortas de este tipo de visitantes y los pisos específicos para los foráneos han originado una “exclusión residencial, desde familias desplazadas hacia la periferia urbana hasta los casos más extremos de personas sin hogar”, analizan en el escrito titulado ‘Por el derecho a la vivienda: poder local, poder global’, y del que se ha hecho eco Idealista.

Desde hace meses, el ayuntamiento liderado por Ada Colau se encuentra trabajando junto al Govern de Catalunya en la elaboración de una guía de precios orientativos que impidan el abuso de los propietarios de viviendas a la hora de poner un valor a los alquileres.

En Europa, París y Berlín ya han iniciado la puesta en marcha de leyes en este sentido. En la capital francesa, el arrendatario tiene la posibilidad de conocer si el precio que se le pide por el alquiler es el que pauta el ayuntamiento, pudiendo pedir la diferencia al propietario en caso de ser más elevado, mientras que en la ciudad germana, el Parlamento Federal aprobó que los nuevos contratos de alquiler no podían superar en un 10% el contrato extinto. En Berlín, igual que en la mayoría de ciudades alemanas, el alquiler es un modelo de contrato de vivienda muy extendido con convenios de duración que suelen tener una duración de diez años.

Entrega de 105 VPO a personas mayores en el 22@
Asimismo, el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho entrega esta semana de las llaves de 105 viviendas de protección oficial a personas mayores, dentro del residencial Glòries I y II, ubicado dentro del distrito 22@. Los inmuebles, que se comercializarán en régimen de alquiler, tienen una superficie de 40 metros cuadrados y han supuesto una inversión pública de 7,5 millones de euros.