Ciudades listas para el 2030 sin hundirse en el déficit, una guía desde Barcelona

¿Listos para 2030? Desde la plaza Sant Jaume de Barcelona no les alcanzan las hojas del calendario para ponerse al día con las exigencias de la Naciones Unidas. Entre el 29 y el 30 de noviembre, el consistorio de la capital catalana ha organizado las II Jornadas de la Agenda 2030 para responder a la pregunta de como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden influir positivamente en el gobierno de la ciudad.

“La economía de la ciudad ha de transformarse para realizar un cambio de modelo”, alegaba Marc Montelló, director del área de Medio Ambiente y Eficiencia Energética de Barcelona Regional. Una afirmación en la que convergían los asistentes a las conferencias, que discutieron sobre cómo lograr un cambio de modelo que sea sostenible tanto en lo medioambiental como en lo económico.

“La solución la hemos estado hablando estos días: más y mejor transporte público y edificios bien aislados y que consuman menos”, sugirió Pedro Fresco, director general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana. Sin embargo, Fresco apuntaba la dificultad que presenta para las finanzas ambientales la vejez de gran parte del parque de viviendas del país.

“La economía de la ciudad ha de transformarse para realizar un cambio de modelo”, alegaba Marc Montelló

Además, desde el consistorio catalán señalaron en sus conferencias uno de los factores más relevantes para desarrollar un plan urbano sostenible: la energía. “La transición hacia formas de energía que no generen emisiones de gases de efecto invernadero es una necesidad imperiosa, que hace falta hacer compatible con la salud económica y el bienestar social”, sostienen desde la ciudad.

De no hacer el cambio de modelo, nos estaríamos acercando a un “decrecimiento por colapso”, sostuvo en su intervención el profesor de economía de la Universitat de Barcelona, Enric Tello. Aunque el catedrático puntualizó que no sólo basta con realizar la transición en el marco energético y alegó que el sector privado debe abandonar la lógica del siglo XX del crecimiento constante.

“Algunos sectores deberán crecer mucho, mientras que otras deberán de hacerse más pequeños en esta nueva economía”. El catedrático también rompió una lanza a favor de la colaboración público-privada. “Todos los sectores que forman parte del problema han de formar parte de la solución”.