Mercado

De permacrisis a ‘greeninflation’: el ABC del apocalipsis económico

Las palabras para describir esta nueva era de incertidumbre y cambio se hacen cada vez más populares y la mayoría de ellas van cargadas de tintes catastrofistas con poco espacio al optimismo. Este es el ABC para no perderse ante análisis de un futuro incierto. 

M. Tamayo

30 ene 2023 - 04:54

Glosario

 

Glosario de emergencia en tiempos de crisis global. La incertidumbre se ha apoderado del mundo tras encadenar una pandemia y una guerra en Europa y si hace diez años la población aprendió lo que eran los hombres de negro, la prima de riesgo o un escrache, este es el turno de la permacrisis, la quite quitting o el ecocidio. La crisis ambiental, de coste de vida, energética y geopolítica han aparecido como los cuatro jinetes del apocalipsis, haciendo aflorar nuevas palabras (y palabros) para intentar describir, e incluso predecir, la realidad actual. Este es el ABC para no perderse ante análisis de un futuro incierto.

 

Desacople: la teoría bajo este nombre lleva años rondando en artículos de economía y geopolítica para describir un futuro cada vez más plausible: la separación del mundo en dos bloques económicos, uno liderado por Estados Unidos y otro por China. En este escenario se diluyen las relaciones comerciales entre ambos bloques y se reducen a lo imprescindible, con una pérdida de competitividad y tecnología. La teoría ganó fuerza con la Gran Recesión, y la guerra en Ucrania y el renacer de las tensiones geopolíticas han provocado que su uso se esparza más que nunca. 

 

Ecocidio: el clima no se podía quedar fuera de este glosario para crisis. Esta fue una de las candidatas de la Fundación del Español Urgente (Fundeu) para ser palabra del año en 2022, pero los lingüistas se decidieron por un enfoque más optimista optando por Inteligencia Artificial. El neologismo ecocidio describe el daño medioambiental masivo, normalmente de forma intencionada, que se le hace a un ecosistema. Puede englobar un país, dos o el mundo entero y es una suerte de genocidio ecológico que está definido por la Corte Penal Internacional. 

 

Estanflación: Este término de origen británico ha vivido su propio revival en esta crisis, después de haberse convertido en la palabra del momento en la crisis de la década de los setenta. El término fue acuñado en 1965 por el ministro de Finanzas británico, Ian McLeod, tras unir las palabras estancamiento e inflación. El entonces neologismo caló entre los economistas para describir las consecuencias de la crisis del petróleo y ha vuelto a la palestra para retratar otro momento de subida de precios y crecimientos modestos, el actual.

 

Fragmentación geoeconómica: Este ha sido el término empleado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para resumir la crisis global y el que retrata los peligros de las enemistadas geopolíticas. El organismo dirigido por Kristalina Georgieva ha alertado en diversas ocasiones que este fenómeno puede ser el desencadenante de una crisis aún mayor, ya que se revertirá el proceso de integración global de las economías, originando una nueva guerra fría con bloques económicos enfrentados. Para sustentar el análisis con tintes apocalípticos, el FMI sostiene que alrededor de treinta países han impuesto restricciones al comercio de alimentos, energía y otras materias primas “de importancia”.

 

Gran Dimisión y quite quitting: El entorno laboral se vio sacudido durante la pandemia por la irrupción abrupta del teletrabajo y la vuelta a la rutina laboral no ha sido una transición suave. La obligación de volver al trabajo para muchos fue tan insoportable que surgió la Gran Dimisión, en inglés Great Resignation: una oleada de dimisiones, sobre todo en el mercado estadounidense. Tras los primeros compases más drásticos, surgió una nueva estrategia más moderada, el quiet quitting, algo así como la renuncia silenciosa. Esta nueva moda anima a continuar en el trabajo de manera presencial, mientras mentalmente te alejas y haces lo mínimo imprescindible para seguir adelante.

 

Greeninflation: La transición ecológica no va a salir gratis y uno de sus costes será la subida de precios. Este término surgió para describir un fenómeno que está por venir: la inflación verde. Según el informe del Swiss Re Institute The green transition: inflation that we cannot afford not to bear se espera que la transición energética cree presiones inflacionarias adicionales los próximos años debido a la dependencia de los combustibles fósiles y el incremento de las cargas fiscales para pagar la transición energética. Los mercados energéticos ganan volatilidad a medida que avanza el proceso hacia una economía verde, contagiando al resto de los mercados.

 

Permacrisis: la palabra del año 2022 según el diccionario británico Collins. Para los filólogos de la institución “se trata de un término que encarna a la perfección la vertiginosa sensación de ir dando tumbos de un acontecimiento sin precedente a otro, mientras nos preguntamos sombríamente qué nuevos horrores pueden estar a la vuelta de la esquina”. La palabra no está recogida en la de Real Academia Española (RAE), pero para Collins se trata de un periodo extendido de inestabilidad e inseguridad, especialmente como resultado de una serie de acontecimientos catastróficos. Las tensiones geopolíticas y la incertidumbre que ha experimentado el mundo el último año ha disparado la popularidad de la palabra que engloba desde la crisis en la economía como en los valores, el orden internacional, el cambio climático y las disrupciones tecnológicas.

 

Policrisis: Prima hermana de su antecesora, la policrisis ha entrado con fuerza este año. El responsable de su revival fue el historiador Adam Tooze de la Universidad de Columbia que empezó uno de sus artículos en el Financial Times el pasado noviembre con la frase “Bienvenidos al mundo de la policrisis”. El término ha sido usado los últimos años por el expresidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker y fue una de las palabras más utilizadas en el foro de Davos celebrado este enero. La palabra, que describe lo que apunta, la simultaneidad de diversas crisis, se encontraba en el informe del Foro Económico Mundial para describir los principales riesgos del planeta, alertando de que el mundo se encontraba a las puertas de una “policrisis inminente”.

 

Slowbalitzation y otros términos para describir la nueva era de la globalización: Este término tampoco es nuevo y viene siendo anunciado por economistas y analistas desde la primera década del siglo, pero tras el Covid-19 y la guerra en Ucrania parece haber tomado aún más fuerza. El término fue acuñado por la revista The Economist y lo ha usado hasta la propia Organización Mundial del Comercio (OMC). La palabra sirve para describir una globalización que va a cámara lenta, adormeciéndose frente al acelerón producido en la década de los noventa. Para describir el nuevo episodio también se han usado palabras que suenan parecido: la desglobalización, que aboga directamente por una reversión del proceso; la newbalization, una teoría que sostiene que el proceso no se frenará, sino que cambiará hacia otro tipo de productos, y por último la geobalización, un modelo que tiene como objetivo esencial la sostenibilidad del planeta.

 

(All)Washing: Aparentar puede salir muy caro. Es posible que haya leído o escuchado este sufijo con varios conceptos. Uno de los más populares es el Greenwashing, usar la sostenibilidad para blanquear la imagen de la marca en la que se crea una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica. Aunque no sólo atañe al clima, también se usa para definir la utilización del deporte por parte de un estado, empresa o individuo para blanquear su imagen, el Sportwashing. Bajo el mismo prisma se encuentra el Purplewashing, cuando se usa la lucha feminista, o el Pinkwashing, cuando lo que se instrumentaliza es el colectivo Lgtbiq+.