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El Banco de España rebaja su previsión de crecimiento al 4,1% en 2022

El ente regulador apunta que la inflación media se situará en el 7,2% este año, por debajo de su última previsión que apuntaba a un 7,5%, por el efecto esperado del mecanismo ibérico que limita el precio del gas y la factura de la electricidad.

EjePrime

10 jun 2022 - 16:00

El Banco de España rebaja su previsión de crecimiento al 4,1% en 2022

 

El Banco de España reduce previsiones. La entidad ha recortado en cuatro décimas su previsión para el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España en 2022 realizada en abril, desde el 4,5% hasta el 4,1%, y ha rebajado sus estimaciones para la inflación media del 7,5% al 7,2%, según se desprende de sus últimas proyecciones económicas publicadas este viernes.

 

La entidad apunta que el recorte de 0,4 puntos porcentuales se debe a la incorporación de los datos del PIB del primer trimestre, que se expandió un 0,3%. Para este trimestre, el Banco de España proyecta un mayor dinamismo de la actividad, debido a una normalización más intensa de lo previsto en los sectores más afectados por la pandemia. En concreto, sostiene que la economía acelerará un 0,4% en el segundo trimestre.

 

A corto plazo, el organismo anticipa que la guerra seguirá teniendo una incidencia notable sobre la actividad. Además, la entidad apunta que habrá condiciones financieras más “estrictas”. Para 2023, apunta a un crecimiento del 2,8%, mientras que en 2024 el crecimiento se reducirá al 2,6%.

 

En cuanto a la inflación, el Banco de España confirma que se está produciendo una cierta traslación de las alzas de los precios energéticos y de los alimentos a otros artículos de consumo. Sin embargo, ha reducido su estimación para debido a la adopción del mecanismo ibérico para limitar el precio del gas usado en la producción de electricidad.

En el resto del horizonte de proyección, el regulador apunta que se relajará hasta un 2,6% en 2023 y un 1,8% en 2024, “bajo el supuesto de que los precios de la energía se moderen y de que los fenómenos de realimentación entre inflación de precios y de salarios tendrán un alcance muy contenido”, puntualiza la entidad. Para 2023, la revisión es al alza en 0,6 puntos porcentuales, por la reversión del efecto de ese mecanismo y por una mayor persistencia esperada de las alzas de precios no energéticos.

 

En cuanto a la evolución del empleo, la entidad ha mejorado en cinco décimas la prevista para este año, en el que espera una tasa media de paro del 12%, que bajaría al 12,8% en 2023 y al 12,7% en 2024. También ha mejorado las perspectivas de déficit público que quedará en 2022 en 4,6%, frente al 5% que pronosticaba en abril. Para 2023 y 2024 también ha mejorado perspectivas hasta el 4,5% y el 4,2%, respectivamente.

 

Sin embargo, el Banco de España ha empeorado sus estimaciones para la deuda en 2022 y la sitúa en el 114,9% del PIB, frente al 112,6% previsto anteriormente. De cara a 2023, la deuda se situará en el 113,2% de la economía española, mientras que en su última proyección apuntaba a un 112,8%. En 2023, la entidad apunta a una deuda pública del 112,5%.

 

La entidad también ha alertado de que han aumentado las probabilidades de que se produzcan efectos de segunda vuelta de la inflación. El Banco de España indica que “parecen” estar materializándose algunos efectos indirectos como la transmisión de los mayores costes de producción a los precios finales, lo que eleva la probabilidad de que los precios y los sueldos se realimenten, lo que supondría una pérdida de competitividad exterior, una mayor inflación y un menor nivel de actividad y empleo para la economía española.

 

Se reducen los márgenes

El Banco de España apunta en su informe que aprecia “indicios” de “cierta contención” de los márgenes empresariales a lo largo de los últimos trimestres, coincidiendo con el alza del Índice de Precios de Consumo (IPC). Aun así, advierte de la dificultad de calcular esta variable.

 

El indicador de la entidad apunta que los márgenes empresariales se sitúan casi cuatro puntos por debajo de su nivel prepandemia, aunque apunta que hay una “elevada heterogeneidad” entre sectores.

 

El Banco de España también advierte de que el incremento de costes provocado por los atascos en la cadena de suministro global y el encarecimiento de las materias primas se está trasladando al consumidor. La traslación de costes a los precios puede ser fundamental a la hora de determinar el grado de persistencia que puede alcanzar la inflación y su posible competitividad internacional y en el empleo, según la entidad.