El Banco de España vigilará el mercado residencial para evitar tensiones

Viento en popa y a toda vela, aunque con los ojos bien abiertos. Así define el Banco de España la situación que atraviesa el sector residencial en su último Informe de Coyuntura de otoño, que acaba de hacer público.

El supervisor financiero reconoce en el análisis que en algunos países del entorno de España el mercado de la vivienda está comenzando a mostrar indicios de una incipiente acumulación de riesgos sistémicos. No obstante, descarta que este sea el caso del mercado español, si bien reconoce que la actividad y los precios han mostrado más dinamismo en los últimos meses.

“Por el momento, en España no hay alarma en este mercado [residencial], pero hay que mantener una vigilancia estrecha del sector”, apunta el informe del Banco de España. La institución que preside Pablo Hernández de Cos apunta que algunos países europeos “ya están activando algunas herramientas macroprudenciales”, precisamente para contener la excesiva acumulación de riesgos inmobiliarios.

En todo caso, este no parece ser el caso del mercado español, a juicio del supervisor financiero, que no obstante sí reconoce que estará atento a su posible evolución para prevenir sorpresas negativas a corto y medio plazo. De hecho, en el informe se apunta al alza del crédito hipotecario como uno de los factores para tener en cuenta.

La vivienda nueva y usada se ha encarecido un 5,1% en España desde el estallido de la crisis sanitaria del Covid-19

Así, señala que el stock de crédito en España, que creció de forma notable al inicio de la pandemia como consecuencia de las medidas de apoyo, se ha estabilizado en estos últimos doce meses con un ligero retroceso del 0,2% interanual a junio pasado. “Existe una cierta heterogeneidad por carteras: el crédito nuevo a hogares registró un crecimiento notable en el último semestre, en particular el caso de las hipotecas, mientras que el [crédito] de empresas descendió independientemente del grado de impacto sectorial de la pandemia”, recoge el informe.

El precio de la vivienda nueva y usada en el mercado español registró un descenso con la aparición de la crisis sanitaria del Covid-19. Los precios, que marcaron mínimos en otoño del año pasado, se han recuperado con fuerza, aunque muestran avances comedidos desde el estallido de la pandemia.

Según el índice Tinsa, que agrupa vivienda nueva y de segunda mano, los precios han aumentado un 5,1% desde marzo de 2020, fecha en que se inicio la crisis del coronavirus. El alza es algo mayor, del 6,4%, en las capitales y grandes ciudades como Madrid y Barcelona. En el último año, desde octubre del 2020 cuando estaba cerca de mínimos, los precios han remontado un 8,6% a nivel general y un 9,6% en el caso de las grandes ciudades.