El Estado suelta lastre: los bienes inmobiliarios en propiedad caen un 29% desde 2015

El Estado suelta lastre inmobiliario. La Administración General del Estado (AGE) y los Organismos Públicos son uno de los mayores propietarios inmobiliarios de España, aunque desde hace años están llevando a cabo una estrategia de desinversión y enajenación de inmuebles que ha sido especialmente activo en los suelos rústicos y en los edificios propiedad del Estado.

A cierre de 2019, la cartera inmobiliaria de la AGE y los Organismos Públicos contaba con 30.033 activos en propiedad entre inmuebles, solares y terrenos rústicos, un 27,9% menos que en 2015, cuando sumaba 42.540 activos, según las memorias anuales de la Dirección General del Patrimonio del Estado. Estos inmuebles estaban ubicados tanto en España como en el extranjero.

La mayor parte de las desinversiones se llevaron a cabo en 2016, cuando el Estado se deshizo de 6.985 propiedades inmobiliarias. En 2017 el número de enajenaciones descendió a 2.321, y en 2018, hasta 971 operaciones. En 2019, las operaciones de desinversión volvieron a acelerar hasta 2.240 transacciones.

En 2019 el Estado enajeno 2.240 activos inmobiliarios de su cartera

Los suelos rústicos han sido el tipo de inmuebles en el que la AGE y los Organismos Públicos más han desinvertido en el último lustro. En concreto, entre 2015 y 2019 el Estado ha enajenado el 33,5% de este tipo de terrenos, pasando de 29.013 parcelas en propiedad en 2015 a 19.300 parcelas a cierre del año pasado.

La mayoría de las desinversiones se realizaron entre 2015 y 2016, cuando la AGE y los Organismos Públicos enajenaron 4.701 suelos rústicos y 2.292 suelos rústicos, respectivamente. A partir de 2017, el ritmo de ventas se frenó hasta alcanzar 1.980 suelos enajenados en 2018 y sólo 740 en 2019.

La segunda tipología de activos inmobiliarios que más han enajenado los organismos públicos son los edificios. Entre 2015 y 2019, el Estado desinvirtió en uno de cada cuatro inmuebles que tenía en propiedad, pasando de 10.133 edificios en 2015 a 7.751 inmuebles a cierre del pasado ejercicio.

Entre 2015 y 2019, el Estado desinvirtió en uno de cada cuatro inmuebles que tenía en propiedad

Al igual que con los suelos rústicos, la mayor parte de las desinversiones, 1.978 operaciones, se realizaron en 2015. Sin embargo, desde 2016, cuando sólo se enajenaron dos edificios, el ritmo ha ido in crescendo. En 2018 se vendieron 56 inmuebles y en 2019, 346 activos inmobiliarios.

Del total de edificios que eran propiedad de la AGE a cierre de 2019, 6.946 inmuebles estaban ubicados en España, de los cuales 5.766 activos eran considerados bienes de interés público, mientras que 53 edificios estaban arrendados a terceros y 1.127 inmuebles se encontraban sin uso. En total, estos edificios sumaban 800 millones de metros cuadrados.

Por otro lado, la Administración General del Estado contaba con una cartera de 343 inmuebles en el extranjero, de los cuales sólo dos edificios se encontraban sin uso y el resto, 341 activos, eran considerados bienes demaniales. España también cuenta con suelo rústico en el extranjero.

Los edificios propiedad de la AGE y los Organismos Públicos suman 800 millones de metros cuadrados

Los solares han sido el tipo de activos inmobiliarios que menos ha enajenado el Estado, pasando de 3.394 terrenos en 2015 a 2.982 parcelas en 2019, un 12,1% menos. Estos activos, además, han sido los únicos que han tenido un saldo positivo en alguno de los últimos cinco ejercicios, con la adquisición de 1.065 solares en 2018. Sin embargo, en 2019, la AGE se desprendió de 1.154 parcelas. Anteriormente, el estado había enajenado 306 suelos en 2015 y sólo 17 parcelas en 2016.

La mayoría de estos suelos, 1.891 parcelas, están en desuso, mientras que doce están arrendadas a terceros y el resto, 1.023 suelos, eran considerados bienes de interés público a cierre del pasado ejercicios.