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El inmobiliario lucha por crecer en Europa del Este tras una caída del 24% en la inversión

El mercado de real estate de Polonia, Rumanía, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Bulgaria atrajo inversiones por 10.400 millones de euros en 2020.

M. Tamayo

4 feb 2021 - 04:53

El inmobiliario lucha por crecer en Europa del Este tras una caída del 24% en la inversión

 

 

El Covid-19 sacude el inmobiliario de Europa del Este. Los países que conforman el centro-este europeo (CEE por sus siglas en inglés), Polonia, Rumanía, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Bulgaria, acarreaban años de altibajos tras la Gran Recesión, pero tras la crisis del coronavirus, el inmobiliario ha recortado su inversión en un 24%, según Colliers International.


En total, los países post-soviéticos atrajeron el pasado año 10.400 millones de euros. La locomotora de estos estos países es Polonia, que los últimos dos años había recaudado una inversión de 7.600 millones de euros, pero que debido a la crisis de Covid-19 se ha visto reducida en un 31%, hasta los 5.300 millones de euros.


La República Checa le sigue como segunda país en inversión en el real estate con cerca de 2.700 millones de euros invertidos en 2020, un 16% menos que lo recaudado en el ejercicio. Aunque la mayor caída ha sido de Hungría que apenas alcanzó 782 millones de euros en inversión el pasado año, rebajando sus cifras en un 52%.



 

 

Por el contrario, los mercados inmobiliarios más reducidos de la zona, Rumanía, Eslovaquia y Bulgaria registraron incrementos en la inversión del 38%, 54%, y el 54% respectivamente. Debido a este crecimiento, Rumanía desbancó a Hungría como tercer mercado inmobiliario con más inversión de la zona, con 886 millones de euros.


Con todo, Polonia copa el 51% de la inversión en inmobiliario realizada en la región, seguida por República Checa, con un 26% del total del capital invertido. El país albergó la mayor operación de la región con la compra de una cartera residencial de 1.300 millones de euros a inicios de año a la compañía sueca Heimstaden Bostad.


Aunque el Covid-19 ha supuesto un tropiezo para el mercado inmobiliario de Europa del Este, la caída está por debajo de la registrada por España, que en 2020 registró un descenso de la inversión del 30% e, incluso, un punto porcentual por debajo de Europa, que anotó un descenso del 25%.



 

 

En cuanto a la rentabilidad, las cifras se han mantenido estables debido a la caída en el número de transacciones y el parón de la actividad. “Creemos que aunque unos ajustes a la baja serán inevitables, los activos core y de calidad aguantarán bien, mientras que los productos secundarios recibirán más presión”, señalan desde Colliers.


Las oficinas han seguido liderando el mercado con el 41% de la inversión, aunque han registrado un retroceso de nueve puntos porcentuales respecto a 2019, cuando copaban el 50% del capital invertido. La mayor caída ha sido para retail y la hostelería, que han copado un 12% y un 2% del mercado respectivamente, frente al 23% y el 9% que pesaban en 2019.


Por el contrario, el mercado residencial ha despegado pasando de representar el 1% de la inversión al 13% del capital. El segmento industrial también ha crecido y supuso en 2020 el 32% de la inversión, frente al 16% que representaba en 2019. Los alternativos también han crecido al calor de la pandemia pasando de representar un 1% a ser el destino del 2% del capital.


El principal inversor de los mercado del este de Europa continúa siendo los grupos europeos y de Oriente Próximo (Emea). El capital procedente de esta región representó el 38% del capital invertido, mientras que la inversión autóctona supuso el 29% del capital. En concreto, el capital alemán, israel y austríaco tuvieron gran representación en el mercado