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El ‘real estate’ coge la ola del crecimiento: factura un 20% más tras la crisis, pero aún contrata menos

El número de empresas de servicios inmobiliarios creadas desde 2008 ha aumentado en un 28% y, sin embargo, la plantilla de las compañías del sector ha adelgazado en un 3%.

J. Izquierdo

3 abr 2018 - 05:00

El ‘real estate’ coge la ola del crecimiento: factura un 20% más tras la crsisi, pero aún contrata menos

 

 

El real estate surfea como pocos las olas que generan los ciclos económicos. Después de ahogarse en los últimos años de la pasada década tras quedar engullida por lo que se denominó como burbuja inmobiliaria el sector vuelve a lanzarse al agua para aprovechar las nuevas olas que traen la recuperación económica, pero esta vez se ha dejado cosas en el camino. Comparando los datos desde 2008, el sector de los servicios inmobiliarios nada a un ritmo de crecimiento en facturación del 20%, pero lo hace con un 3% menos de personal y un 11% menos de gastos en plantilla, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

La mejora en el volumen de negocio también ha atraído a más actores que quieren volver a enriquecerse con el real estate. Así, según los últimos datos conocidos, en 2016 operaban en España 154.305 empresas dedicadas a la compraventa y alquiler de bienes, intermediación o administración de propiedades, lo que supone un 28,5% más que ocho años antes, cuando la crisis comenzaba a dar sus primeros coletazos.

 

El sector vio caer de la tabla miles de empresas durante los años más crudos de la crisis, alcanzando su peor registro en 2011, ejercicio que terminaron activas 112.244 compañías de servicios inmobiliarios, casi 8.000 empresas menos que tres años antes. En este escenario, el volumen de negocio creció un 0,4% con respecto a las cifras del inicio de la crisis, hasta los 21.709 millones de euros.

 

 

 

 

En 2011, el real estate comenzó de nuevo a dar brazadas tras dos ejercicios de pérdida de tamaño en los que la facturación cayó hasta un 7% sólo entre 2008 y 2009, pasando de 21.653 millones de euros a superar por muy poco los 20.000 millones de euros. Los ingresos fueron in crescendo durante los siguientes años, salvo el 2013 horribilis en el que todos los indicadores cayeron.

 

Aunque los ingresos mejoraron, de 2008 a 2010, las empresas del real estate se despidieron de un 13% de sus profesionales y el gasto en personal ya caía a ritmos de casi el 20% anual. Para muestra, un botón: en los primeros 24 meses de crisis, las nóminas pasaron de sumar 4.214 millones de euros a 3.394 millones de euros.

 

 

 

La segunda crisis, aún presente
Como ocurre en el mar, la ola de la crisis vino acompañada de una réplica que, eso sí, tardó en llegar. Cinco años después de la primera sacudida, el sector inmobiliario sufrió en 2013 otro descalabro. Tras un 2012 esperanzador, con un volumen de negocio que creció hasta un 12% con respecto a 2008 y la tabla de empresas en activo moderando su descenso, el siguiente ejercicio vio caer otro 12% la cifra de negocio, así como el número de compañías en activo, con la desaparición del 3% del censo empresarial en sólo un año.

 

Esta segunda crisis, aunque fuera corta, está aún presente. ¿Qué ha ocurrido? Los ingresos crecen de forma continuada desde 2013 y se sitúan ya por encima de los registros de 2008 (la facturación de las empresas de servicios inmobiliarios fue en 2016 un 19% mayor que en 2008). El personal y los gastos laborales también han subido desde 2013, pero, en cambio, no han recuperado los niveles de 2008. Por un lado, los gastos en personal fueron en 2016 un 12% más bajos que en 2008 y, por otro, el número de trabajadores del sector fue un 3% inferior.

 

 

 

 

Desgranado por años, los gastos de personal por parte de las empresas del real estate marcaron sus cotas más bajas en 2013. Durante aquel ejercicio, la cifra de trabajadores del sector se situó en 174.755 empleados, un 25% menos que en 2008, mientras que el gasto en personal cayeron hasta los 3.260 millones de euros, un 22% menos que cinco años antes.

 

Al siguiente año, el número de trabajadores y los gastos empezaron a recuperarse y en 2016 las empresas de servicios inmobiliarios sumaron un total de 226.545 trabajadores, con un gasto asociado de 3.714 millones de euros.