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Emergentes vs maduros: las economías avanzadas, las más castigadas por la Gran Reclusión

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las economías avanzadas registrarán una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 6,1% en 2020, frente al descenso del 1% de las economías emergentes y en desarrollo.

C. Juárez

15 abr 2020 - 04:57

Emergentes vs maduros: las economías avanzadas, las más castigadas por la Gran Reclusión

 

 

En 1929, la Gran Depresión; en el 2008, la Gran Recesión, y el 2020, la Gran Reclusión. El mundo se enfrenta hoy a una de las mayores crisis de la historia, “sin precedentes”, por la pandemia del coronavirus, que ha llevado a la paralización de la actividad económica de la mayoría de los países del planeta. “El Covid-19 ha perturbado el orden social y económico a una velocidad fulgurante y a una escala que no hemos visto jamás”, dijo la semana pasada Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Sin embargo, la crisis a la que se enfrenta el planeta no afectará de la misma manera a todas las regiones. Según el FMI, las economías avanzadas serán donde el coronavirus ocasione un mayor impacto, contrayendo su Producto Interior Bruto (PIB) hasta un 6,1% en 2020. En cambio, en los mercados emergentes y en desarrollo, la economía caerá sólo un 1%. Con todo, “por primera vez desde la Gran Depresión, las economías avanzadas como las de mercados emergentes están en recesión”.

 

“Muchos países se enfrentan a crisis con múltiples aristas, que comprenden un shock sanitario, perturbaciones económicas internas, derrumbe de la demanda externa, cambios de sentido de los flujos de capital y colapso de los precios de las materias primas”, explica el FMI en el documento. “Estamos ante una lúgubre realidad”, confiesa el organismo.

 

 

 

 

Aunque “el pronóstico está sujeto a una extrema incertidumbre”, de los países maduros, Italia será previsiblemenre el más castigado por la crisis del coronavirus, con una contracción de su economía del 9,1%, según las últimas estimaciones. España será el segundo país más afectado, con una caída de su economía del 8%.

 

El resto de las potencias de Europa, Francia, Reino Unido y Alemania, encogerán su PIB un 7,2%, un 6,5% y un 7% en 2020, respectivamente. En total, el conjunto de los países de la zona euro registrará una contracción del 7,5%.

 

Fuera de Europa, Canadá será otra de las economías avanzadas más castigadas por el coronavirus. El país norteamericano contraerá su PIB un 6,2% este año, mientras que en Estados Unidos la caída será del 6,2%. En Japón, por su parte, la economía sufrirá un descenso del 5,2% en 2020.

 

 

 

 

En cuanto a las economías emergentes, el FMI apunta a una caída del 1%. Estas regiones, además, “se enfrentan a desafíos adicionales relacionados con las reversiones sin precedentes de los flujos de capital, al tiempo que lidian con sistemas sanitarios más deficientes”. En paralelo, varios de estos mercados entraron en esta crisis en un estado vulnerable, con crecimiento lento y niveles elevados de deuda, según el organismo.

 

En China, donde se desencadenó el coronavirus, la economía avanzará sólo un 1,2% en 2020, frente al crecimiento del 6,1% de 2019. En India, por su parte, el PIB crecerá un 1,9% este año frente al 4,2% de 2019.

 

Otras economías emergentes como Rusia, Brasil, Sudáfrica o México sufrirán más el impacto del coronavirus. En el caso de Rusia, el PIB se contraerá un 5,5% este año, mientras que en Sudáfrica la caída será del 5,8%. El PIB de Brasil y México, por su parte, caerá en 2020 un 5,3% y un 6,6%, respectivamente.

 

 

 

 

Para todo el planeta, el FMI espera que el PIB mundial se contraiga un 3% este año. Por ahora, la pérdida acumulada del PIB mundial en 2020 y 2021 debida a la crisis de la pandemia podría rondar los nueve billones de dólares, cifra mayor a la que representan las economías de Alemania y Japón juntas. De darse un segundo brote, podría causar una contracción de la economía mundial del entre el 5% y el 8%.

 

Suponiendo que la pandemia se disipe en el segundo semestre de 2020 y que las medidas de política adoptadas en todo el mundo sirvan para evitar quiebras generalizadas de empresas, pérdidas de empleo y tensiones financieras, la proyección del FMI es que el crecimiento mundial repuntará en 2021, con un alza del 5,8%.

 

Sin embargo, el FMI alerta que “es posible y quizás probable que se registren cifras de crecimiento mucho peores”. “Esto sucedería si la pandemia y las medidas de contención se prolongan, si las economías emergentes y en desarrollo se ven aún más golpeadas, si persisten las condiciones financieras restrictivas, o si se registran secuelas más duraderas y generalizadas debidas a cierre de empresas y desempleo prolongado”, desarrolla el organismo.

 

 

 

 

Garantizar un futuro

Para hacer frente a la situación, el FMI destaca que será necesario abordar la crisis en dos fases: una de contención y estabilización, que será seguida de otra de recuperación. En ambas fases, “las políticas de salud pública y las políticas económicas han de cumplir papeles fundamentales”. “Estas medidas pueden ayudar a evitar una caída de la actividad aún más grave y prolongada, y pueden sentar las bases para la recuperación económica”, añade el organismo.

 

Además, el FMI apunta que los países deben tener en cuenta que la política ha de desempeñar un papel “muy diferente” respecto a anteriores crisis. “En crisis normales, las autoridades encargadas de las políticas procuran impulsar la actividad económica, estimulando la demanda agregada, pero esta vez, la crisis es consecuencia en gran parte de las medidas de contención”. Por lo tanto, la entidad explica que estimular la actividad es ahora “más complicado”, y en algunos sectores, “ni siquiera recomendable”.

 

El organismo señala que las políticas económicas puestas en marcha por los países tendrán que amortiguar el impacto que la disminución de la actividad tendrá en las personas, las empresas y el sistema financiero; reducir los efectos persistentes y más permanentes derivados de la inevitable y fuerte desaceleración, y garantizar que la recuperación económica pueda empezar rápidamente una vez que se disipe la pandemia.

 

 

 

 

El FMI recomienda que las autoridades tendrán que implementar importantes medidas focalizadas en los ámbitos fiscal, monetario y financiero para “respaldar a los hogares y las empresas afectadas”. Según la entidad, las respuestas de muchas economías avanzadas, como Alemania, Estados Unidos o España, ha sido “rápida y considerable”, así como la de algunos mercados emergentes como China o Sudáfrica.

 

Por otro lado, el FMI apunta que las medidas adoptadas por los principales bancos centrales durante las últimas semanas han “apuntalado la confianza y han contribuido a mitigar la amplificación del shock, asegurando que la económica esté en mejores condiciones para recuperarse”. El organismo, además, destaca que, si los países sincronizan sus propuestas, puede tener un efecto potenciado en las economías individuales ya que “una estrecha cooperación multilateral es esencial para superar los efectos de la pandemia”.

 

“La última vez que la economía mundial se enfrentó a una crisis de esta magnitud en la década de 1930, la falta de un prestamista multilateral de última instancia obligó a los países a salir en búsqueda de liquidez internacional, para lo cual adoptaron vanas políticas mercantilistas que no hicieron sino empeorar la desaceleración mundial”, alerta el FMI. Con todo, la entidad aclara que una de las diferencias con la situación actual es que “ahora contamos con una red mundial de seguridad financiera más sólida” y que, “pese a la gravedad de las circunstancias, hay muchas razones para el optimismo”.