Mercado

Francia acude a las urnas mientras el ‘real estate’ galo olvida la pandemia

Las oficinas, el segmento que históricamente ha concentrado mayor inversión, aún no alcanza cifras pre-Covid, pero tanto el residencial como el logístico siguen empujando la inversión inmobiliaria del país vecino.  


M. Tamayo/ A. Pujol

8 abr 2022 - 04:56

Francia acude a las urnas mientras el ‘real estate’ galo olvida la pandemia

 

 

Francia afronta el próximo domingo la primera vuelta de sus elecciones presidenciales mientras el real estate continúa con su recuperación. Después de que en 2019 el inmobiliario galo captara más de 40.000 millones de euros de inversión, lo que supuso su récord histórico, la irrupción de la pandemia impactó de lleno en el sector y la inversión cayó alrededor de un 30% en 2020, cerrando el año alreddor de los 35.000 millones de euros. En 2021, la cifra de inversión volvió a caer, hasta situarse entorno a los 33.000 millones, según el informe Outlook France 2021 de Cbre.

 

Esta fuerte caída no afectó de manera proporcional a todos los segmentos, siendo las oficinas, el sector que concentra mayor inversión en el real estate francés, y el retail los dos subsectores que registraron una caída más pronunciada.

 

El segmento de oficinas, que concentró una inversión superior a los 26.000 millones en 2019 (más del doble de la cifra captada por todo el real estate español el mismo año), cerró el año pasado con alrededor de 15.000 millones de euros de inversión, lo que representó un descenso aproximado del 70%. En retail, la inversión cayó en 2021 alrededor de un 133% respecto cifras prepandemia, pasando de los 7.000 millones de euros captados en 2019 a los cerca de 3.000 millones de euros de 2021.

 

Por el contrario, hubo segmentos que, después de un primer momento de dudas por el contexto de emergencia sanitaria, han ido escalando sus cifras de inversión, incluso superando los registros anteriores a la pandemia. En 2021, Francia registró 7.400 millones de euros en transacciones residenciales, un 7% más que el año anterior y el doble respecto 2019, que cerró en 3.600 millones de euros, según el informe Capital Markets European Living Snapshot de Colliers.

 

 

El informe destaca que la inversión en residencial sigue protagonizada por los activos destinados al alquiler, que concentró 6.300 millones de euros invertidos en 2021, un 85% de la inversión de todo el segmento. Además, los tradicionales operadores de vivienda social se abren, año a año, más hueco en el registro de inversión total del sector.

 

Dentro del residencial, otro vertical con buena dinámica es el de residencias de estudiantes y residencias de personas mayores, que en 2021 concentraron más de mil millones de euros en transacciones por segundo año consecutivo.

 

Además, siguiendo la tendencia europea, la inversión en el sector logístico francés también ha repuntado en los dos últimos años. Después de un 2019 excepcional, con una inversión superior a los 6.000 millones de euros, en 2020 el sector se resintió de la pandemia y captó en entorno a 5.000 millones de euros, aunque en el último año los registros de inversión recuperaron la buena dinámica prepandemia y la inversión se quedó muy cerca de la cifra de 2019, según el informe de Cbre.

 

La consultora apunta los segmentos de residencial y logística, como los sectores que más empujarán la inversión en 2022. Además, prevé que los activos prime y core puedan dinamizar el segmento de oficinas, pero sin alcanzar las cifras de los años previos a la pandemia.

 

En este sentido, la socimi española Colonial, protagonizó a finales de febrero una de las operaciones del año en el sector oficinas parisino. El grupo inmobiliario adquirió un edificio situado en el número 91 de Boulevard Pasteur por alrededor de 450 millones de euros. El inmueble, que cuenta con cerca de 40.000 metros cuadrados, fue vendido por la aseguradora Primonial. Se trata del séptimo mayor edificio de oficinas de París, con plantas de más de dos mil metros cuadrados. El edificio está ocupado por el grupo financiero Amundi, que mantendrá un contrato a largo plazo de doce años. 

 

 

Este domingo, doce candidatos se medirán en las urnas, pero las últimas encuestas ya apuntan a aquellos que tienen más posibilidades de acudir a la batalla final para ser el próximo inquilino del Elíseo. Emmanuel Macron, el actual presidente francés, parte con ventaja, pero su principal adversaria, Marine Le Pen, ha acortado distancias las últimas semanas. Según la última encuesta publicada por Le Mondela candidata de Agrupación Nacional está sólo a cinco puntos por detrás del presidente, mientras que a principios de marzo les separaban 16 puntos.

 

El salto hacia delante de Le Pen ha coincidido con el inicio de la guerra en Ucrania. El partido de extrema derecha, que cuenta con deudas con entidades financieras rusas, ha centrado su campaña en el poder adquisitivo de los franceses y no ha entrado al plano internacional. También ha marcado distancias el candidato de extrema derecha Éric Zemmour, que se presenta por primera vez a las presidenciales francesas, aunque ambos políticos habían expresado admiración por Putin en el pasado.

 

Los que parece que se han bajado de la carrera son los partidos tradicionales, que engordan su fracaso de 2017. Las proyecciones dan un 2,5% a Anne Hidalgo, del Partido Socialista y alcaldesa de París, y menos de un 10% a Valérie Pécresse, de Los Republicanos. Por su parte, el candidato de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, lo coloca en torno al 15%.

 

La economía francesa, junto con las del resto de la zona euro, está lidiando con una alta inflación. El país registró una tasa de variación interanual del Índice de Precio de Consumo (IPC) del 4,5% en marzo, nueve décimas más que la variación interanual de febrero.

 

A pesar del encarecimiento de la cesta de la compra, Macron llega a las urnas con una economía en buena forma. El Producto Interior Bruto (PIB) recuperó el nivel anterior a la pandemia a finales de verano de 2021. En total, el pasado año la economía del país se expandió un 7%, frente a la caída del 7,9% de 2020. la tasa de paro se ha situado en torno al 7%, el nivel más bajo en quince años, y la subida de precios es inferior a la media europea. Aun así, la pérdida de poder adquisitivo de los franceses ha centrado gran parte de la batalla electoral.