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Italia, primer termómetro del otoño del descontento

La tercera economía de la zona euro se cita con las urnas este domingo y el partido de ultraderecha Fratelli d’Italia parte como principal favorito para dirigir un país sumido en la crisis energética, con la deuda disparada y la inflación en máximos históricos.

M. Tamayo

23 sep 2022 - 04:54

Italia, primer termómetro

 

Italia va a las urnas entre el descontento y la apatía. La cuarta economía del euro tiene una cita con las urnas este domingo tras la enésima crisis de gobierno del pasado verano, que desencadenó el adelanto electoral. Italia decidirá su próximo primer ministro con la inflación a niveles récord, hasta el 8,4% en agosto, impulsada por el alto precio de la energía, que se ha disparado un 44,9%. El nuevo mandatario tendrá que enfrentarse a la crisis energética y la renegociación de los fondos europeos, mientras lidia una ciudadanía más descontenta y apática, con una abstención que las encuestas colocan en el 40%.

 

Según las encuestas, la victoria del próximo domingo se la va a llevar la coalición de derechas integrada por la ultraderechista Fratelli d’Italia y Lega y el conservador Forza Italia. Los expertos señalan que el único que podría hacerle sombra es el deshinchado Movimento 5 Stelle (M5S), que va por libre, y lejos queda el bloque de izquierdas, cuyo principal exponente es el Partido Democrático (PD).

 

También se presentan a estas elecciones una alianza centrista capitaneada por el ex primer ministro italiano Matteo Renzi, que ha fundado un partido liberal bajo el nombre Italia Viva. En la misma coalición se integra otro nuevo partido fundado por otro exmiembro del ejecutivo italiano, Carlo Calenda, el antiguo ministro de Desarrollo Económico, que lidera su propia formación, Azione.

 

A raíz del auge del precio de las materias energéticas, el precio de la vivienda también se ha disparado un 6,1% respecto a julio y hasta un 31,5% respecto al mismo periodo del año anterior.

 

Por lo que se refiere al vestido y calzado, acumula un alza interanual del 1,7%, aunque registró un descenso del 0,1% respecto a julio.

 

 

El partido encargado de liderar el gobierno italiano se enfrentará a un desaceleramiento económico. Para este año, en sus últimas predicciones publicadas a finales de julio, la Comisión Europea apuntó que la economía italiana se expandirá un 2,9%, pero, para 2023, el Producto Interior Bruto (PIB) escogerá su crecimiento hasta el 0,9%. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) predijo en junio un crecimiento del 2,3% para la economía.

 

Uno de los principales lastres de la economía italiana es la deuda pública, que ascendió en 2021 al 150% de su PIB. Además, el Ejecutivo entrante se tendrá que enfrentar a la crisis energética que está sumida el país. Antes del inicio de la guerra en Ucrania, Italia importaba el 90% de su suministro de gas y un 40% de él provenía de Rusia.

 

Debe actuar como revulsivo el Plan de Recuperación impulsado por los fondos europeos. Entre subvenciones y préstamos, Italia será el país que más dinero va a obtener, hasta 191.500 millones de euros. Sin embargo, todos los partidos han declarado que renegociarían con la Comisión Europea para modificar el plan y adaptarlo a las nuevas condiciones. 

Las recetas de los partidos para Italia


Para combatir la inflación, la crisis energética y el desempleo, los partidos italianos han presentado propuestas dispares, que no sólo buscan alcanzar la esquiva estabilidad política italiana, sino también la solidez económica en tiempos de guerra e inflación desbocada.

 

Para frenar el efecto de la crisis en la población italiana, la favorita de las elecciones, Georgia Meloni, propone bajar los impuestos. En esta línea van también las propuestas de sus compañeros de bloque, que proponen la eliminación del impuesto de sucesiones. Por otro lado, el PD apuesta incentivar la economía circular, que invierta en proximidad y solidaridad para reducir las desigualdades, mientras que el Movimento 5 Stelle opta por intentar parar la deslocalización, un planteamiento que también comparte la formación de extrema derecha Fratelli d’Italia.

 

Para revitalizar la economía, el plan de Fratelli d’Italia pasa por impulsar el turismo y facilitar el crédito. Entre los menores de treinta años, Meloni asegura que eliminará los impuestos para aquellos que emprendan. Por su parte, el partido de Salvini propone una nueva amnistía fiscal para las empresas “con dificultades”, aunque tendrían que acabar pagando su deuda, podría ser a plazos y sin sanciones. El M5S propone un recorte de la cuña fiscal, mientras que el PD apuesta por aumentar la participación de los trabajadores en las decisiones empresariales.

 

En materia de empleo, el partido de Matteo Salvini propone reducir los costes laborales y reforzar los incentivos al empleo femenino. Además, promete ampliar la edad de los contratos de aprendizaje hasta los 35 años. Desde Forza Italia, prometen conceder incentivos a las empresas para las nuevas contrataciones, con desgravaciones para aquellos contratos fijos para menores de cuarenta años.

 

 

Para Meloni, la clave para impulsar el empleo es reducir la presión fiscal. El consenso de la coalición de derechas pasa por flexibilizar el acceso a la jubilación, aumento de las pensiones y recortes fiscales para empresas y trabajadores. El Partido Democrático apuesta por recortar los impuestos sobre el trabajo y crear un salario mínimo, mientras que el Movimento 5 Stelle aboga por la jubilación anticipada para madres trabajadoras, la desgravación fiscal total a la hora de contratar a mujeres desempleadas y un salario mínimo de nueve euros la hora.

 

En materia energética, la coalición de derechas esgrime cierto consenso en que hay que incrementar la producción de energía renovable y el uso de la energía nuclear limpia, mientras que el Movimiento 5 Stelle propone que las empresas puedan invertir a coste cero en ahorro de energía y fuentes renovables.

 

Por su parte, el PD es el que ha elaborado una mayor apuesta por la transición energética, y propone convertir a las regiones del sur de Italia en el centro energético del Mediterráneo, a la vez que procurar un plan para lograr cero emisiones antes de 2050, mediante un proceso de “descarbonización”, mientras proponen crear más parques de energía renovable. Para reducir el precio de la energía, el PD apunta a “revisar el sistema de formación de los precios energéticos, caracterizado por fenómenos especulativos” a la vez que alega que Italia debe recuperar los 9.000 millones perdidos por el Gobierno en beneficio de las energéticas.