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La crisis del ‘sourcing’ amenaza el ‘boom’ de la logística tras los récords del Covid

Todas las métricas del mercado de naves en Estados Unidos muestran tres meses para enmarcar: disponibilidad en mínimos, una absorción de trece millones de metros cuadrados y una renta media disparada. La

M. Tamayo

13 oct 2021 - 04:55

La crisis del ‘sourcing’ amenaza el ‘boom’ de la logística tras los récords del Covid

 

 

El logístico estadounidense pulveriza récords. En el tercer trimestre del año, todas las métricas del sector de las instalaciones logísticas e industriales anotaron datos históricos en Estados Unidos tras el crecimiento derivado del auge del comercio electrónico con el Covid-19 y la apertura de la economía. Sin embargo, demanda y oferta no se han recuperado al mismo ritmo. El aumento de precio de las materias primas y los problemas en la cadena de suministro harán alargar los tiempos de construcción y encarecer el producto inmobiliario.

 

La disponibilidad de las naves cayó hasta su menor dato histórico, con una vacancy del 4,1% en todo el país. De julio a septiembre, se contrataron en el país norteamericano trece millones de metros cuadrados. La renta media de los espacios también se ha disparado hasta 79,9 dólares por metro cuadrado (68,8 euros por metros cuadrado), según datos de Cushman&Wakefield.

 

Los promotores han acelerado para dar respuesta a la demanda. Durante el tercer trimestre del año se anotó el mayor número de metros cuadrados bajo construcción desde que hay datos: 484,4 millones de metros cuadrados. Se prevé que hasta 31,6 millones de metros cuadrados se entreguen este mismo año.

 

En lo que va de año, la absorción neta de metros cuadrados de logística ya supera los 34 millones de metros cuadrados que se registraron en 2018. El alquiler de naves logísticas de alta calidad ya supera en un 24,3% la anotada en 2019. En algunos mercados, la absorción ha hecho caer la disponibilidad por debajo del 2%. En Los Ángeles, la tasa de espacio libre es del 1,4%.

 

 

 

 

Mientras la demanda se ha recuperado, la cadena de suministro continúa arrastrando las consecuencias de la pandemia. El aumento de la demanda de materiales de construcción y los problemas generados por los retrasos en el supply chain están aumentando los costes de construcción y alargando el tiempo de las promociones.

 

“Durante la pandemia, los aumentos de precios fueron absorbidos en gran medida por las empresas que estaban luchando por conseguir nuevos proyectos”, apuntan desde la consultora. “Pero ahora que la economía se está reabriendo, las oportunidades de proyectos están creciendo y los contratistas transfieren los aumentos de costes directamente a los clientes, lo que afecta tanto a los ocupantes como a los inversores”, añaden.

 

Para el conjunto del mercado inmobiliario, el aumento de los costes de producción elevará el valor de los activos ya existentes, lo que provocará un incremento de las rentas. Para ello, desde la consultora aconsejan que, en la medida de lo posible, se debe apostar por la prefabricación, realizar los pedidos con el mayor tiempo posible y realizar diseños en los que se requiera la menor cantidad posible de acero.

 

A causa del parón durante la primera ola de Covid-19, las materias primas de la construcción de edificios como el acero y el cobre han registrado alzas del 30% y el 70%, mientras que las tablas de madera han duplicado su precio. Además, el precio del combustible para transportar los materiales ha subido un 148%.

 

La paralización del comercio mundial en 2020 como consecuencia de la crisis del Covid-19, llevó a las grandes navieras a sufrir alteraciones en su negocio (con cierres y fusiones) y en su operativa (con buques parados y contenedores faltos de mantenimiento).

 

Tras el parón, la reactivación ha sido desigual en el mundo y la maquinaria del transporte marítimo ha colapsado, con fletes y contenedores en máximos y con puertos atascados como consecuencia de la escalada del Covid-19 en Asia o de cuellos de botella en Estados Unidos. El real estate pueden empezar a trasladar el aumento de costes al consumidor y ralentizar los tiempos de construcción retrasando la salida al mercado de los inmuebles.