Mercado

Repunta la riqueza de la vivienda: el sector aporta un 4,6% al PIB tras caer ocho puntos durante la crisis

Después de una década de profunda caída, este segmento vuelve a posicionarse como uno de los referentes como generador de valor en la economía nacional, con un ligero repunte en el indicador en 2016.

Jabier Izquierdo

25 ene 2018 - 05:00

La vivienda vuelve a construir riqueza para el país: el sector residencial repunta su contribución al PIB

 

 

Tras una década de pronunciada caída, el sector residencial está levantando la cabeza en la economía española. La influencia del mercado de la vivienda llegó a ser muy relevante durante algunos ejercicios del comienzo del siglo XXI, al que se adentró ya siendo uno de los segmentos que mejor pulsaba la salud de la economía nacional. El Producto Interior Bruto (PIB) español refleja que en seis años la riqueza generada por el mercado de la vivienda cayó ocho puntos debido a la crisis, que parece se está superando tras el repunte de 2016 que fija su aporte en un 4,6%.

 

Este índice otorgaba al residencial la capacidad de generar valor en torno al 9% del PIB total del país en los años 2000 y 2001, un porcentaje que ha variado como una montaña rusa, según los datos que analiza Eurostat. El informe hecho público por la oficina europea de estadísticas, además, permite comprobar el diferente empuje que ha tenido este mercado en la economía de los principales países del continente.

 

El último dato que se conoce sobre el mercado español es de 2016, una cifra provisional sobre aquel ejercicio que muestra la estabilidad que ha comenzado a alcanzar el negocio de la vivienda en su contribución al PIB nacional. De 2012 a 2016, el indicador apenas ha variado desde 4,9 puntos al 4,6 que fija el Eurostat en su tabla continental. Estos registros distan mucho de los que firmó el sector en los años precedentes, donde pasó de aportar el 12,1% del PIB nacional en 2006 a quedarse en el 5,7% en tan sólo cinco años. Cabe destacar que en este informe no se analizan las ventas.

 

Con aquel 5,7% de 2011, en uno de los años más crudos para el segmento residencial, cuando la construcción de vivienda estaba prácticamente parada, se fijó el porcentaje más bajo de este mercado dentro del PIB desde el periodo de fortalecimiento que inició a finales de los años noventa. Ya en 1999, el residencial español creció más de un punto porcentual en exactamente 24 meses, pasando del 6,6% de 1997 al 7,8 con el que despidió el siglo.

 

 

 

 

Más adelante llegó la burbuja inmobiliaria. Este hecho lo cambió todo. El mercado residencial pasó a doblar los registros de los noventa y a acercarse al turismo, el principal sector que ha empujado la economía española en las últimas décadas. Así, en 2006, pocos meses antes del estallido de la burbuja, la vivienda llegó a aportar un 12,1% del PIB español, con un incremento interanual del 0,6%.

 

En tan sólo tres años, este segmento del real estate había logrado incrementar su poder en la economía nacional desde el 10,3% que fijó en 2003, y que sirvió para pasar a aportar a doble dígito en el indicador por primera vez, al 12,1%. Este último registro fue el más alto de aquella época de vacas gordas y consumismo, ya que el derrumbe comenzó a cerciorarse sólo un año después. En doce meses, el Eurostat apunta a una caída del 0,4%, que sería mucho más honda en 2008, cuando el índice se fijó en el 10,4%. Aquel año fue también el último en el que el sector residencial aportó más del 10% al PIB nacional.

 

Desde entonces, la capacidad de la vivienda para generar riqueza en el país descendió a pasos agigantados, de punto en punto. En 2009, la construcción residencial contribuía en el 8,1% del PIB, y al siguiente la cifra se situaba ya en el 6,9%. El declive se moderó en 2014, cuando tras sendas caídas en 2011 (5,7%), 2012 (4,9%) y 2013 (4,1%), la incipiente recuperación del país posibilitó que el indicador creciera hasta el 4,5%. Las cifras provisionales de 2015 y 2016, con datos del 4,4% y 4,6%, respectivamente, confirman la estabilización de un sector que aspira en los próximos años a seguir aumentando su aportación al PIB como uno de los sectores que mejor representan la salud de la economía de España.

 

 

Alemania y Francia, a la cabeza de Europa
Casualidad o no, Alemania y Francia son, además de dos de las principales economías europeas, dos naciones con una clara apuesta por el sector residencial. Así lo demuestra el informe del Eurostat, que eleva a ambos países al podio de los territorios que más generan en sus respectivos PIB nacionales. El mercado de vivienda francés aportaba en 2016 el 6% del producto interior bruto galo, mientras que en Alemania, el residencial contribuyó durante el mismo ejercicio un 5,9% en su PIB.

 

Otras naciones donde el real estate tiene una notable influencia en su economía son Bélgica, con una aportación del 5,9% del PIB, y Suecia (5,2%), pero en ninguna de ellas influye el mercado de la vivienda y la construcción tanto como en Finlandia, el único país del continente donde el índice alcanzaba en 2016 el 6,1%, con un crecimiento interanual del 0,5%.

 

Este registro denota, por otro lado, la fortaleza de los países nórdicos y centro-europeos, más estables en este aspecto que los mediterráneos, ya que tanto Italia, Chipre o Grecia han seguido el mismo camino de España. Flagrante es el caso griego, donde en 2007 el sector aportaba el 10,8% del PIB nacional y sólo diez años después, su contribución ha descendido hasta un residual 0,6%.