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Las oficinas de Barcelona, inmunes al ‘procés’: sólo este sector esquiva la desaceleración

Lisboa pasa a ser la ciudad preferida para los inversores, en parte, debido al descenso de inversión en Barcelona, que también abre posibilidades a nuevas ciudades como Valencia, Málaga, Sevilla o Bilbao.

Marta Casado Pla

21 feb 2019 - 04:58

Las oficinas de Barcelona, inmunes al ‘procés’: sólo este sector esquiva la desaceleración

 

 

Las oficinas esquivan el procés. Mientras el resto de segmentos del real estate se han mantenido cautos en Barcelona ante la incertidumbre política, las oficinas continúan creciendo y atrayendo la inversión. “Barcelona ha sido una sorpresa: el mercado de oficinas parece no haber sufrido el efecto negativo de los problemas políticos, ni en el precio ni en la demanda de espacio”, explica un directivo de una socimi en declaraciones recogidas por el informe Emerging Trends in Real Estate, elaborado por PwC y Urban Land Institute (ULI).

 

Independientemente del efecto detectado en otros sectores, el mercado de las oficinas en la capital catalana ha mantenido un buen ritmo en el crecimiento del alquiler. En concreto, el 22@ “continúa atrayendo nuevos inquilinos”. Albert Alcober, director de negocio de Colonial, valora el crecimiento de este tech hub pero advierte de la amenaza que pueden suponer ciudades como Ámsterdam o Dublín, que están trabajando en proyectos parecidos.

 

A nivel europeo, Barcelona también es puntera en el mercado logístico, donde está obteniendo unos buenos resultados gracias al auge del ecommerce. La rentabilidad de estas operaciones se sitúa entre el 5,5% y el 6% , una tendencia que, alertan, puede ir a la baja. Un ejemplo de esto es la venta de la nave de Mango en Llicà d’Amunt, que registró una rentabilidad del 5%.

 

 

A pesar de estos datos, los fondos de inversión europeos han relegado a Barcelona en el puesto 27 de las 30 mejores ciudades para invertir, 16 posiciones menos que el año pasado. Los inversores explican este descenso por la inestabilidad política generada después de los hechos de octubre de 2017. La opinión de los expertos recogida en el informe mantiene que algunas ventas se estancaron en ese momento, y ahora los propietarios están retrasando la inversión por el miedo a que baje el valor del suelo.

 

Pero lo que para unos puede ser una amenaza, para otros es una oportunidad. “La incertidumbre política en Cataluña ha dejado oportunidades de precios interesantes”, mantiene un inversor con activos en toda Europa. Otros entrevistados señalan que la inversión ha cambiado de manos y que una menor apuesta por Barcelona ha supuesto una mayor inversión en Valencia, Málaga, Sevilla, Bilbao y Lisboa.

 

 

De hecho, la capital portuguesa ha subido diez puestos en el ránking, situándose como la ciudad preferida de los inversores. Según los inversores, este crecimiento está impulsado por la alta demanda de empresas internacionales que buscan expandirse. “Portugal es una combinación de suelo barato y una buena calidad de vida”, subraya un agente.

 

Con todo, según el socio líder de real estate de PwC, Rafael Bou, “las expectativas de confianza empresarial y liquidez se mantendrán este año en España”. Además, “ante la falta de producto, algunos inversores están virando hacia mercados alternativos”.

 

Ejemplo de ello es la apuesta de Trea Real Estate por las residencias de estudiantes, un activo al alza. “Es un sector incipiente que ofrece una gran seguridad a los inversores”, apunta el partner de la compañía, Juan Roig. El coliving o el auge del negocio logístico son también algunos de los retos a los que tendrá que hacer frente el mercado inmobiliario en los próximos años.