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Business Women Empowerment

Leticia Ponz (Union Investments): “El Covid-19 ha supuesto un paso atrás porque muchas mujeres han vuelto a casa”

Las mujeres cuentan cada vez con más visibilidad en el sector, pero continúan luchando contra el techo de cristal y el de cemento.

M. Tamayo

8 mar 2022 - 04:56

Leticia Ponz (Union Investments): “El Covid-19 ha supuesto un paso atrás porque muchas mujeres han vuelto a casa”

 

 

Contra el techo de cristal y el de cemento. Las mujeres del sector se enfrentan a numerosos retos si quieren acceder a los puestos de dirección. Leticia Ponz, responsable del fondo alemán Union Investment en España y México y vicepresidenta de la asociación Women in Real Estate Spain (Wires), recomienda a las mujeres que se postulen para los puestos, que opinen y que pidan lo que crean que merecen, y celebra que cada vez haya más referentes en el sector inmobiliario después de que mujeres como Concha Osácar o Cristina García-Peri abrieran camino.

 

 

 

 

Pregunta: Hay pocas mujeres en puestos de poder en el ámbito empresarial. ¿Por qué cree que ocurre?

 

Respuesta: Cada vez hay más, pero tenemos pocos referentes. De unos años a esta parte se está haciendo un trabajo de visibilización tanto por parte de las asociaciones como los medios de comunicación que está ayudando a paliar este desajuste. Se ha hecho un gran trabajo para identificar a las mujeres que están en puestos directivos y estamos más presentes.

 

 

P.: ¿Por qué cree que se habla menos de las mujeres que ocupan puestos de dirección?

 

R.: El debate no debería ser sobre si se habla de mujeres o no, pero cuando abres un periódico todo son hombres. Queremos ser un grupo de influencia con opinión que cuente con la misma visibilidad. Toda esa visibilidad requiere dedicación y muchas veces las mujeres prefieren dedicarse a hacer su trabajo y no sobresalir.

 

 

P.: ¿Sigue habiendo un techo de cristal?

 

R.: Sí, lo seguimos teniendo, aunque no todas. En muchos casos nos lo ponemos nosotras, y entonces podemos hablar de un techo de cemento, que hace referencia al que nos autoimponemos las mujeres por no pagar el alto coste personal y familiar que va a implicar una nueva posición. En este sentido, el Covid-19 nos ha hecho dar un paso atrás porque las mujeres, en muchos casos, han vuelto a casa y ahora puede costar más salir. Las asociaciones de mujeres están haciendo un esfuerzo adicional para que no perdamos visibilidad y seamos relevantes. Un hombre no necesita hacer este esfuerzo. La mujer no sale a pedir el puesto, espera que vengan a dárselo, pensando que su trabajo hablará por ella, pero hay que perder el pudor y pedir.  

 

 

 

 

 

P.: ¿Cree que en el sector inmobiliario la desigualdad es todavía más pronunciada?

 

R.: Desde hace cinco años ha dado un giro brutal, en parte, gracias a Wires. Gracias a la prensa también o Sima y otras asociaciones que se están preocupando para que haya mujeres en los paneles. Me alegra haberlo vivido. El sector está haciendo un esfuerzo. Durante muchos años, nos han faltado referentes dentro del sector y, salvo Cocha Osácar y Cristina García-Peri, había pocas mujeres en puestos directivos. Las que vienen ahora por abajo ya nos tienen a muchas. 

 


P.: ¿Está el inmobiliario rezagado respecto a otras industrias en igualdad?

 

R.: En sectores como el tecnológico o financiero puede ser más fácil, porque el inmobiliario tiene muchos años de tradición, pero en los últimos años hemos progresado muchísimo.

 

 

P.: El movimiento feminista ha sido protagonista en los últimos años en el ámbito político y social. ¿Ha quedado atrás por el Covid-19?

 

R.: Sí, ya no se habla tanto. Hay que hacer acciones que duren todo el año, no sólo el 8 de marzo. Desde algunos sectores, como la prensa económica, se está haciendo un esfuerzo todo el año. Es un logro que hemos conseguido y ya no vamos a dar un paso atrás, pero el Covid-19 ha vuelto a meter a muchas mujeres en casa y corremos el riesgo de no recuperar esos espacios. Se podría pensar que ahora es más fácil porque hay más flexibilidad, pero por otra parte el cambio en la lógica empresarial no ha sido tan brutal. La presencia en la oficina es necesaria, sobre todo en países como España.

 

 

 

 

 

 

P.: En el ámbito empresarial, ¿aprecia una mejora del acceso y la visualización de mujeres en puestos directivos?

 

R.: Sí. Cuando yo entré en la asociación española de oficinas no había mujeres, y ahora es algo que se tiene en cuenta. El papel de las empresas es crucial, son ellas las que contratan y toman las decisiones.  

 

 

P.: ¿Cómo se puede promover una política más igualitaria?

R.: Empezando por arriba: por los consejos de administración de las empresas y el comité de dirección. No soy de cuotas, abogo por la igualdad de oportunidades, pero muchas veces para fichar o ascender a mujeres hay que hacer un mayor trabajo de identificación. Además, hay mujeres que cuando les dan la oportunidad prefieren no asumir el puesto, les pesa el techo de cemento.

 

 

P.: ¿La desigualdad tiene impacto empresarial? ¿Cómo le afecta a una empresa tener pocas mujeres directivas?

 

R.: La igualdad es un tema que no ha tenido tanto protagonismo en las empresas durante muchos años y ahora se ven un poco obligadas a abordarlo por políticas de ESG, que son cada vez más importantes. Han tenido que hablar de diversidad y se han dado cuenta que estaban mal en ese aspecto. Ahora, una vez han abordado el tema, se platean cosas como que ventajas tendría, cómo lo hago, y han visto que se perdían modelos de dirección por no contar con mujeres.  

 

 

P.: ¿Qué consejos daría a una ejecutiva que empieza ahora su carrera profesional?

 

P.: Tiene muchas más referentes y puede dirigirse a alguna de nosotras y, de hecho, muchas ya lo hacen. Y si piensa que merece un puesto que lo pida, que opine. Que se forme mucho, porque todavía necesitamos estar más preparadas que ellos para un mismo puesto. Pero que se postule, que salga, que tenga visibilidad dentro de su empresa. A veces, te quedas trabajando hasta las doce y se lo dan al que ha ido a comer con el jefe...