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Los activos del sector educativo, el ‘underdog’ de los alternativos que crece en las crisis

Los activos relacionados con la comunidad educativa más allá de las residencias de estudiantes fueron protagonistas en la primera jornada del IX Foro Inmobiliario, al identificar la fortaleza de su crecimiento y resiliencia. 

Abel Pujol

21 oct 2022 - 04:58

Los activos del sector educativo, el ‘underdog’ de los alternativos que crece en las crisis

 

 

Los activos relacionados con la comunidad educativa tienen visos de convertirse en el próximo asset class de moda en el sector inmobiliario. Así se desprende del debate Sector educativo. Evolución e influencia en el real estate, organizado el pasado jueves en el marco del IX Foro Inmobiliario, organizado por el Instituto de Empresa en la Torre IE de Madrid, con el patrocionio de Steelcase, Savills y Montepino y dirigido por Alberto Alcázar y Carmen Panadero. 



Pelayo Barroso, director de research en Savills, desgranó los fundamentales del sector, en el que vio un gran potencial de crecimiento para los próximos ejercicios. Barroso aseguró que este tipo de activos, como escuelas de negocios, colegios privados, academias o centros de formación de base onlineconformarían un asset class del inmobiliario a corto plazo, ya que ahora no se contempla en el total del volumen la inversión asociada a los activos alternativos.



El directivo de Savills señaló el atractivo para los operadores, al concentrar este vertical una demanda creciente por el déficit de inversión pública en el sector educativo, “la calidad de la educación pública, especialmente primaria y secundaria, no es lo buena que debería ser por la inversión pública que se le destina y eso provoca una mayor demanda hacia la educación privada”. 



Además, Barroso también identificó como palanca de crecimiento la del segmento de los estudiantes extranjeros, ya que España es el primer país europeo con mayor número de estudiantes con beca Erasmus. Además, destacó especialmente el crecimiento sostenido de los programas de formación contínua para trabajadores, que por la transformación digital de la economía y los nuevos perfiles profesionales tiene un amplio recorrido por delante. 



“La educación no oficial está creciendo de forma espectacular, ya que son muy ágiles en generar programas para dar respuesta a las necesidades del mercado laboral; además, el programa que se imparte cuenta con trabajadores de ese sector específico, con el valor añadido que comporta”, destacó Barroso.







 

Por el lado de los inversores, el directivo de Savills señaló el hecho que las instituciones educativas firman contratos a muy largo plazo y puso el ejemplo de los mercados anglosajones, donde el mercado está mucho más consolidado, y donde incluso hay Reits que copan parte de su porfolio con activos educativos. 



En la mesa, Barroso estaba acompañado por Jordi Giné, fundador y consejero delegado de Ilerna, una compañía de servicios educativos con base en Lleida, que desde 2019 forma parte del grupo francés Skill&You. Actualmente, Ilerna tiene sedes en Barcelona, con tres centros; Madrid, con dos centros; Sevilla, Tarragona, Lleida, Córdoba y Jerez



Giné explicó que la normativa española dicta que las empresas de formación online deben contar con un espacio físico referente, con lo que esto alentará la inversión de las operadoras en nuevos activos. “Los fondos nos han descubierto, ya que han comprobado que somos un sector resiliente; la pandemia nos impulsó de forma exponencial y este ha sido el mejor septiembre de nuestra historia”, señaló Giné, que remachó, “somos inquilinos estables, solventes, y hacemos inversiones a largo plazo”. 



El directivo apuntó que Ilerna tiene el foco puesto en crecer en España con nuevos centros  en Zaragoza, Galicia, Santander o Castilla y León, además de reforzar su presencia en las dos grandes ciudades, Madrid y Barcelona. En la capital, Ilerna proyecta el mayor centro de educación con base online de España





 

Giné cifró en 18 millones la inversión estimada para el ejercicio y denunció que las distintas normativas y procesos burocráticos de las comunidades autónomas pueden dificultar que estos nuevos proyectos puedan acelerar más. “Una licencia educativa se consigue en Madrid en tres o cuatro meses, mientras que en Barcelona no baja de los ocho meses”, se quejó Giné. 



Además, el ilerdense incidió en el hecho que los activos educativos se pueden ubicar en zonas de las ciudades donde se precise cierta regeneración urbana, ya que además de rejuvenecer el tráfico de la zona, también atraen a residencias de estudiantes, centros de ocio y comercio, supermercados, e incluso activos relacionados con la formación que se imparte en el centro, como los centros sociosanitarios.



El directivo puso de ejemplo su ciudad natal, Lleida, donde Ilerna erigió en 2018 un nuevo edificio de 4.000 metros cuadrados ubicado en la zona del Casco Antiguo de la ciudad, una zona degradada de la ciudad catalana y que, con la llegada del nuevo centro, cambió su fisonomía. 



“El suelo era barato teniendo en cuenta todos los condicionantes agregados, pero en cuatro años la zona ha cambiado radicalmente y hemos contribuido en regenerar el barrio y dar una solución a un problema social”, concluyó Giné.