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Más hipotecas, pero más ‘baratas’: el préstamo para la vivienda ‘pesa’ menos a las familias españolas

El número de fincas hipotecadas creció un 7% en 2017 y el importe de los préstamos lo hizo un 13,2%; no obstante, los préstamos por la compra de vivienda redujeron hasta el 74% su peso sobre el pasivo financiero de las familias.

C. De Angelis

6 jul 2018 - 04:54

Más hipoteca, pero más ‘baratas’: el préstamo para la vivienda ‘pesa’ menos a las familias españolas

 

Más hipotecas y de mayor importe, pero con un coste menor para las familias españolas. Este es el panorama que dibujan las últimas estadísticas del Banco de España y el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que junto a las expectativas de un periodo prolongado de bajos tipos de interés abonan el terreno a una mayor actividad para el inmobiliario ligado al consumo directo, es decir, más allá de la inversión.

 

Si los bajos precios han incentivado en los últimos años la entrada de fuertes cifras de inversión en el real estate español por parte de empresas y fondos de inversión, la recuperación económica y la situación financiera de las familias promueve ahora que se caliente el mercado desde el punto de vista del consumo privado, es decir, del cliente final, comprador de viviendas para la propia residencia.

 

Mientras las hipotecas suben, con un 7% más de fincas hipotecadas el pasado año, hasta 429.082 inmuebles (el importe total de dichos préstamos lo hizo un 13,2%, hasta 60.691 millones de euros), en 2017 el peso de los préstamos para la adquisición de vivienda redujo su peso en las cuentas financieras de las familias españolas.

 

En particular, según una publicación reciente del Banco de España, estos préstamos cayeron casi cuatro puntos porcentuales respecto a la renta bruta disponible y se situaron en el 74% del total de pasivos bancarios de las familias.

 

Las cuentas financieras de la economía española revelan que la situación patrimonial de las familias y las empresas no financieras “volvió a fortalecerse en 2017”, según el Banco de España. La deuda bancaria de las familias equivale al 61% del producto interior bruto (PIB) del país, lo que supone tres puntos menos que en 2016 y 24 puntos menos que el valor máximo alcanzado en 2010.

 

 

 

 

 

En particular, en 2017 volvieron a descender los préstamos para adquisición de vivienda, que se vieron parcialmente compensados por el aumento de los créditos destinados a consumo y otros fines.

 

“El patrimonio financiero bruto de los hogares prolongó su tendencia ascendente -apunta el Banco de España-, como consecuencia tanto de la inversión en activos financieros como de la revalorización de los instrumentos financieros de su cartera”.

 

Una de las claves de esta situación es que el patrimonio financiero bruto de las familias volvió a aumentar en 2017, “impulsado tanto por la inversión en activos financieros como por las revalorizaciones”, señala la entidad. En realidad, a pesar del aumento de las hipotecas firmadas, en 2017 “la mayor parte de la inversión de los hogares se materializó en fondos de inversión, seguida por la adquisición de planes de pensiones y seguros y de depósitos bancarios, mientras que las tenencias directas de valores mobiliarios se redujeron”.

 

 

Hipotecas al alza

En 2017, la suscripción de hipotecas aumentó por tercer año consecutivo en España. Según datos del INE, tras ocho años a la baja el número de fincas hipotecadas subió por primera vez en 2015, con un alza del 17,9%, para subir un 7,8% y un 7% en los dos años siguientes.

 

Este incremento fue aparejado a un incremento aún mayor en el importe total de estas hipotecas. En 2014, el importe de las hipotecas subió un 9,6% (a pesar del descenso en el número de fincas hipotecadas), para aumentar de nuevo un 19% en 2015 y hacerlo un 9,6% y un 13,2% en 2016 y 2017, respectivamente.