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Nueva esperanza o festival de ‘greenwashing’: la COP26 echa el cierre entre críticas y acuerdos

La convención sobre el clima de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) finaliza este viernes con críticas a sus espaldas por parte de organizaciones y activistas que tachan los acuerdos de “débiles”.

M. Tamayo

12 nov 2021 - 04:56

Nueva esperanza o festival de ‘greenwashing’: la COP26 echa el cierre entre críticas y acuerdos

 

La COP26 echa el cierre este viernes sin haber despejado las principales incógnitas de la crisis climática. La conferencia sobre el clima de las Naciones Unidas (ONU) celebrada durante las últimas dos semanas en Escocia, bautizada por algunos políticos y activistas como la última oportunidad para frenar los efectos del calentamiento global, tenía el objetivo de alcanzar acuerdos entre países que permitiera frenar el aumento de la temperatura de la tierra en 1,5 grados centígrados.

 

En la inauguración de la convención, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, señaló que esta es una “década decisiva que determinará las próximas generaciones”, mientras que el premier birtánico, Boris Johnson, señalaba que la cumbre supondría “el principio del fin del cambio climático”. En cambio, para la líder del movimiento climático Fridays For Future, Greta Thunberg, la cumbre no ha sido más que un “festival del greenwashing” y a finales de la pasada semana aseguró que “no es un secreto que la COP26 es un fracaso”.

 

Por el momento, la convención ha servido para que las dos mayores economías del mundo, que también son los dos países más contaminantes, firmen un acuerdo para cortar sus emisiones. El acuerdo entre China y Estados Unidos señala que se necesitan propuestas “concretas y pragmáticas” y que trabajarán en un grupo de forma regular.

 

El acuerdo ha sido catalogado por diversas asociaciones como Greenpeace u Oxfam Intermon como “débil”. Por parte de la directora de Estados Unidos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Genevieve Maricle, el acuerdo es “una nueva esperanza”, pero matrizó que “hay que estar atentos sobre lo que queda por acordar para reducir sus emisiones durante los próximos nueve años”.

 

 

A la espera del cierre oficial del congreso, el documento más relevante que ha salido tras dos semanas de negociaciones ha sido un borrador de pacto que, aunque no plantea la firma de un nuevo tratado como si lo hacía el acuerdo de París en 2015, toma una serie de medidas para poner en práctica los objetivos acordados.

 

El borrador, de siete páginas de extensión, nombra por primera vez el compromiso de eliminar el uso del carbón y otros combustibles fósiles. Para la adaptación de los distintos países a esta nueva política, el borrador apunta que el actual presupuesto para dar el paso es insuficiente. En el caso de los países en vías de desarrollo, se exige duplicar el presupuesto.

 

Los planes nacionales presentados en la COP para frenar el calentamiento global no son suficientes para que la subida de la temperatura global se mantenga en 1,5 grados centígrados, según la propia organización. De hecho, el pasado martes una investigación realizada por Climate Action Tracker señaló que con esta hoja de ruta la temperatura aumentaría 2,4 grados.

 

El borrador también señala que se establecerán grupos de trabajo permanentes para tratar los programas, por lo que, en cada celebración de una COP, es decir, cada año, se analizarán los programas de cada país y el número de emisiones que deben recortarse para llevar al objetivo de que la temperatura sólo aumente 1,5 grados centígrados.

 

Hasta el momento, los países sólo tenían que revisar sus planes cada cinco años, siguiendo las reglas del acuerdo de París. Aun así, el texto “urge” a los países a revisar sus planes, sin llegar a hacerlo obligatorio. El tratado invita a los líderes a volver a congregarse bajo la invitación del secretario general de Naciones Unidas en 2023.

 

 

En el campo del acuerdo financiero, la COP ya acordó en 2009 lanzar un fondo anual de 100.000 millones de dólares para que los países en desarrollo pudieran reducir sus emisiones sin lastrar su crecimiento, pero hasta el momento no se ha activado. El borrador apunta la necesidad de poner en marcha el fondo, sin embargo los últimos comunicados emitidos por Alemania y Canadá apuntan que no se pondrán en práctica hasta 2023 y que aumentará hasta 119.000 millones de dólares de 2025.

 

Para la asociación Oxfam el borrador del texto es “demasiado débil” y falla a la hora de responder a la exigencia climática. “Las emisiones están creciendo, no cayendo, y los compromisos actuales están muy lejos de conseguir los objetivos previstos”, apunta Tracy Carty, directora de la delegación de la asociación en la COP26.