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Shanghái vuelve a tensar la ‘supply chain’ y amenaza el crecimiento chino

La capital financiera de China afronta un confinamiento estricto que puede alargarse hasta inicios de junio y está interrumpiendo tanto el funcionamiento de las fábricas como el del puerto, lo que lastra todas las exportaciones del país.

M. Tamayo

12 abr 2022 - 04:56

Shangai

 

La política de Covid Cero pone en jaque la fábrica del mundo. Mientras en Europa se van diluyendo las restricciones de Covid-19 y en España ya se espera el levantamiento de la obligatoriedad de la mascarilla, en China la pandemia continúa alterando la vida diaria. La semana pasada, las autoridades del país decretaron indefinido el confinamiento en Shanghái, lo que, además de alterar la vida de sus ciudadanos, ha vuelto a tensar la cadena de suministro, que encadena su enésima disrupción los últimos meses.

 

El pasado domingo, la ciudad alcanzó el récord de casos, con 914 positivos con síntomas y 25.173 asintomáticos, y hace semanas que se implementó un estricto confinamiento en la capital económica de China, que continúa aplicando una política de Covid Cero. Según el último informe publicado por Bbva Research, el confinamiento de Shanghái podría durar hasta principios de junio. Por entonces, los expertos de la entidad apuntan que la estrategia china en la ciudad podría variar de la tolerancia cero a la coexistencia.

 

Por el momento, según Vessels Value, el puerto de Shanghái está teniendo que gestionar una cola de más de 300 barcos, cuando, normalmente, al día se descargan unas cien naves. Esta disrupción es mucho mayor de la registrada el pasado año, cuando no se alcanzaron 200 barcos de cola. Hasta que se diluyan las restricciones, los expertos apuntan a dos meses de disrupciones en la cadena de suministro, por lo que los expertos de Bbva Research Betty Huang y Le Xia dibujan tres escenarios sobre cómo se desarrollará la supply chain.

En el primer escenario, el confinamiento estricto logra derrotar la variante ómicron y la ciudad sale de su confinamiento en junio, con una posibilidad del 55%. De cumplirse esta proyección, el coste económico sería “elevado”. Además, las autoridades usarán más medidas anti-Covid como las pruebas universales de la ciudad, el distanciamiento social restrictivo e incluso cierres parciales para evitar la escalada de brotes, lo que generará trastornos en la producción y el consumo local. Por el momento, está empezando el cierre de escuelas debido al avance del virus en la ciudad de Guangzhou, capital de la provincia de Cantón, uno de los polos manufactureros del país.

 

En el caso de que las autoridades chinas desechen su estrategia de Covid Cero, el coste económico será menor, pero el estudio apunta que este escenario tiene un 20% de probabilidades de materializarse. El tercer escenario posible pasa por que las autoridades fallen en contener el Covid-19 en Shanghái y por tanto extiendan el confinamiento estrictoy cierre en otras ciudades del país, lo que originaría daños más elevados. Para este escenario, el informe apunta a un 25% de probabilidades.

 

Como el país más importante del mundo en la producción manufacturera, una gran parte de las exportaciones de China salen del puerto de Shanghái, que actualmente se encuentra colapsado. Este será el mayor efecto que producirá en el comercio y afectará a exportaciones chinas procedentes de otras ciudades, no sólo en Shanghái.

 

Otro canal que se ha visto colapsado tras la imposición del confinamiento es el de la producción. “Se informa que algunas empresas ya han pedido a sus empleados que vivan en sus fábricas para evitar interrupciones de la producción”, asegura el informe, aunque no todas las empresas pueden afrontar el gasto. Por ejemplo, la fábrica de Tesla en ciudad ya ha cerrado sus puertas.

Además, una parte de las importaciones que se realizan a través del puerto de la ciudad confinada son bienes intermedios usados en China para la realización de otros productos. “El problema de los cuellos de botella en Shanghái también afectará a las importaciones y dificultará la producción de los exportadores chinos”, asegura el informe.

 

Las producciones de en Shanghái representan el 7,2% de las exportaciones totales de China en 2021, mientras que el puerto de Shanghái transfirió alrededor del 20% de las exportaciones totales de China al resto del mundo. “Si el puerto de Shanghái no puede funcionar normalmente debido a la crisis de Covid-19, el impacto será sustancial”, asegura Bbva Research.

 

Más allá de la cadena de suministro, la deriva del Covid-19 en Shanghái tendrá impacto en la economía del país. “China puede alcanzar fácilmente su objetivo de crecimiento del 5,5% este año en el escenario alcista”, sostiene el estudio. “Si puede asegurar una transición suave al modo de coexistencia con el virus, el crecimiento real podría ser incluso superior al 5,5%”, añade. “Por el contrario, si el escenario a la baja se materializa, es probable que China registre una brecha de producción significativamente negativa este año”. En concreto, el estudio estima que puede recortarse entre un 1% o un 2% su crecimiento por ello.

 

China pone orden en su mercado interno

Mientras el Covid-19 amenaza su capacidad de exportación y producción, el país ha adelantado sus planes de reforzar su comercio interior para crear un “mercado interno unificado”. Pekín ha publicado nuevas directrices para un mercado interno “altamente eficiente y basado en normas” que, según los analistas, pretende abordar la producción fragmentada y el uso de recursos, según publica el rotativo hongkonés South China Morning Post.

 

Según el comunicado emitido el pasado domingo por el Comité Central del Partido Comunista y el Consejo de Estado, la estrategia quiere promover una producción, distribución, circulación y consumo más eficiente, lo que reducirá los costes de producción y lo hará más eficiente. Además, la estrategia pasa por hacerse más atractivo para las empresas e inversiones extranjeras.

 

La nueva hoja de ruta también promete eliminar las directrices que perjudican a las empresas extranjeras e introducir un control a la competencia para que sea más leal. Otro de los aspectos a reforzar será proteger los derechos de propiedad, el acceso al mercado, la competencia justa y el acceso al crédito social. El plan abarca desde una estrategia legal y laboral como la tecnológica y de sostenibilidad.