Oficinas

Las empresas se refugian en el centro de Madrid ante la incertidumbre de la oficina

La contratación de medio millón de metros cuadrados el año pasado no ha disipado las dudas de una actividad que atraviesa un cambio estructural. Los expertos mantienen la cautela sobre su evolución a medio plazo.

B. Badrinas

30 ene 2023 - 05:00

Análisis oficinas Madrid

 

El mercado de oficinas de Madrid parece atravesar una época de transición. La contratación mejoró el año pasado, aunque la incertidumbre se mantiene en una actividad que desde el estallido de la pandemia arrastra profundos cambios estructurales.

 

La vuelta a las oficinas se está produciendo muy lentamente y el trabajo híbrido ya es una práctica habitual. El alquiler de espacios por alrededor de medio millón de metros cuadrados en el global de 2022, que supone la vuelta a niveles preCovid, despertó cierta euforia, aunque algunos la cuestionan.

 

“Algo ha mejorado el mercado, pero desde luego no es una cifra para tirar cohetes”, señala Gonzalo Checa, socio de Parella. Desde la consultora Colliers, además, se reduce el espacio alquilado hasta los 450.000 metros cuadrados, sólo un 4,5% más que un 2021, que no fue especialmente bueno para el mercado de Madrid.

 

Los últimos datos de Cushman&Wakefield señalan que la ocupación en las oficinas alquiladas en Madrid y Barcelona se situó el año pasado en una media del 45%, siete puntos por encima de 2021. No obstante, los martes, miércoles y jueves la ocupación media ascendió al 75%, es decir, las oficinas están prácticamente vacías los lunes y los viernes.

 

 

“Las empresas están forzando en cierta manera la vuelta a la oficina, pero lo están consiguiendo muy lentamente y en algunos sectores, sobre todo el tecnológico, están viendo que es muy difícil y el modelo híbrido será el imperante”, señala Javier Bernades, director de oficinas de la firma.

 

En este contexto en que atraer al trabajador de vuelta a la oficina se ha convertido en el objetivo primordial, la localización es clave. El distrito central de negocios, toda el área comprendida dentro de la M-30, vive una nueva época dorada con elevadas demandas que superan con creces la oferta disponible. “Las empresas están aprovechando la reconceptualización de las oficinas para reubicar sus espacios en zonas céntricas que faciliten la atracción y retención del talento, que busca conciliar su trabajo con su vida personal”, señala Martin Galbete, director de oficinas de Colliers.

 

Este movimiento de retorno al centro de Madrid comenzó antes de la pandemia, aunque se está acelerando tras la crisis sanitaria. Así, en los últimos años, empresas como Oracle, Google, IBM, Netflix, Salesforce, Accenture o Celonis se han acercado al centro de la ciudad en busca de mejores conexiones de transporte y mejores servicios.

 

“Espacios a partir de 4.000 metros cuadrados son francamente difíciles de encontrar”, apunta Gonzalo Checa. La vuelta de los prealquileres es una de las muestras de la buena marcha del segmento. Tras varios ejercicios sin apenas este tipo de operaciones, el año pasado se firmaron por 35.000 metros cuadrados, la gran mayoría en el centro de la ciudad. Dentro de la M-30, en el tradicional distrito de negocios, los alquileres medios se han situado en cerca de los treinta euros por metro cuadrados y mes, aumentando un 14% respecto a 2021.

 

 

Un movimiento de vuelta al centro de la ciudad que, combinado con el auge del teletrabajo, está provocando la reducción del espacio contratado por las corporaciones, una cifra que varía según la fuente aunque podría situarse alrededor del 20%. “El presupuesto para el alquiler de las oficinas es el mismo, porque las empresas buscan buenas ubicaciones, que son más caras, pero recortan metros cuadrados”, explica Vanessa Gevers, directiva de RPE Capital Markets.

 

Las previsiones de contratación para este año permanecen débiles, impactadas por la incertidumbre económica que está congelando o retrasando los planes de las empresas. A ello, se suma la transformación que atraviesa la actividad. “Las empresas están posponiendo decisiones y están pagando una prima, aunque lo hacen para no equivocarse”, explica Javier Bernades, de C&W, que añade: “La estrategia de las empresas para hacer más atractivas las oficinas combinado con las nuevas tendencias en el trabajo dará lugar a la fórmula que permitirá definir la actividad en los próximos años”.

 

Aunque la localización ha ganado peso, otras variables también jugarán su baza, como la calidad del activo o la inclusión de criterios ESG. “Precisamente de la escasa disponibilidad en el centro de la ciudad se están beneficiando otras zonas más periféricas, porque al final no todas las empresas están dispuestas a pagar las rentas que se piden en el distrito central de negocios”, señala Sergio Rodríguez, de TC Gabinete Inmobiliario. “Eso, sí, el edificio ha de tener una buena calidad y estar adaptado a las demandas actuales”, concluye.