Opinión

‘Premium’ o ‘prime’

Ignacio Acha

10 dic 2019

‘Premium’ o ‘prime’

A diferencia de otros mercados en los que la especialización y la titulación son necesaria para ejercer, dónde el conocimiento no es un plus, sino un must, a veces parece no estar suficientemente valorado en España. Así, unos pocos lo aprovechan para desprestigiar y hacer daño a la profesión.

 

Aquellos incapaces de diferenciar entre premium y prime.

 

El intrusismo en este mercado se ha caracterizado históricamente por su mediocridad y falta de responsabilidades, pero actualmente ha pasado a convertirse en un perfil nocivo y dañino para la imagen y buen nombre de la industria del real estate.

 

Nos hemos acostumbrado y casi aceptado a los conseguidores, comisionistas del oportunismo, conocidos de conocidos e introductores de lo confidencial sin aportar valor, conocimiento, tiempo y recursos a los procesos.

 

Nos hemos acostumbrado, y lamentablemente hemos permitido, a que algunos de estos supuestos colaboradores que confunden el premium con el prime y que no tienen capacidad de discernir cuando y como se aplican estos y otros conceptos básicos, tomen las riendas y el control de algunos procesos y donde muchas veces por el mero hecho de conocer a una persona, esto les permite asesorarla.

 

Esto es algo que me asombra y me hace reflexionar al respecto hasta el punto de valorar si yo sería capaz de defender a un amigo en un juicio, auditar las cuentas de la empresa de mi mujer o firmar unos planos de construcción de una vivienda familiar o del edificio de un cliente. Posiblemente en todos estos casos me enfrentaría a querellas por fraude y estafa.

 

Insisto en que si queremos evitar que en las mesas de trabajo y de negociación en materia inmobiliaria se confunda premium con prime y que lo que se aporte en cambio, sume; debemos ser muy rigurosos y penalizar a este tipo de intrusismo. 

 

El intrusismo puede costar mucho dinero. Y no es por un simple lapsus lingüístico y de vocabulario al definir conceptos (que yo utilizo únicamente a modo de identificador en este escrito), sino porque esto puede derivar en valoraciones erróneas, tiempos desfasados, análisis equivocados o interlocuciones negativas. Esto supone siempre mucho dinero por el camino y el tiempo valioso de muchos profesionales, que cuando se gasta no se recupera.

 

Los profesionales del sector nos confundimos también, no somo infalibles y, sobre todo, no siempre tenemos la solución a lo que nuestros clientes buscan. Pero lo que sí que tenemos es responsabilidad sobre lo que hacemos y decimos. Y además debemos y tenemos la obligación de aportar valor añadido y conocimiento a quien nos contrata independientemente del resultado final.

 

Cuando alguien llama a un experto, espera que le aporte más de lo que tiene o sabe. Y esto sólo se puede ofrecer mediante la profesionalización, la especialización y la experiencia. Quien no distingue entre premium o prime es muy difícil que se llegue a aclarar y que aporte de manera fidedigna comparables de mercado correctos (benchmarking), ERVs, procesos, rentas medias actualizadas, clausulados tipo, demanda latente o un análisis de mercado global.

 

En definitiva, cuando alguien no le dedica la mayoría de las horas del día a una práctica profesional concreta y además no se recicla y se forma constantemente, no debería tener la opción de asesorar. Es tan simple como esto. No hablo de tamaños de estructura, ni de multinacionales o nacionalidades, ni de recursos, ni siquiera de poder confundirte con los anglicismos del sector inmobiliario, sino simplemente de conocimiento.

 

No hago diferenciaciones entre las Big Four y las boutiques, o incluso no penalizo el conocimiento de ese profesional del sector por cuenta propia que lleva años luchando en un mercado extremadamente competitivo. Hablo y me dirijo a ese oportunista que, sin rigor ni criterio, se introduce con total atrevimiento y sin vergüenza alguna en un mercado que requiere de un conocimiento muy exhaustivo y que el susodicho no posee.

 

Siempre he dicho que el sector inmobiliario tiene un símil con el futbol, nuestro deporte Rey:  todos tenemos un entrenador dentro y a la vez también un experto en real estate que nos permite poner en cuestión, aseverar y afirmar hechos sin previa experiencia. Pues esto, para un rato agradable y de tertulia entre amigos y conocidos es aceptable, e incluso como aspecto sociológico muy interesante, pero fuera de la barra del bar, la mesa del restaurante o los salones familiares no debería estar permitido sin ningún tipo de regulación.

 

Es una opinión de quien observa con incredulidad día a día este hecho, que en otras profesiones y mercados no ocurre.

 

Cierro en esta ocasión con una frase tan inspiradora como lo puede ser la labor y opinión de un excelente asesor.

 

"El educador mediocre habla. El buen educador explica. El educador superior demuestra. El gran educador inspira". William Arthur Ward

 

Todos tenemos derecho hablar, pero no todo el mundo debería tener derecho a asesorar.

 

¡Buena semana a todos!"

 

 

*prime: término que utilizamos para referirnos a la localización de un activo inmobiliario o de una calle.

**premium: término utilizado para diferenciar el segmento o estatus de un mercado, una marca o inquilino.

 

Ignacio Acha

Ignacio Acha

 

Ignacio Acha es COO y Board member de RetailCo, empresa del grupo Santander desde Agosto de 2021, donde lidera las operaciones del vehículo inmobiliario y coordina el área de Leasing. Retailco es una gestora de inmuebles participada al 100% por el Banco Santander con el fin de poner en valor los activos inmobiliarios del Grupo.

 

Anteriormente, ocupó el puesto de head of retail high street en Cushman&Wakefield (C&W), donde también representó a la firma como Socio de la misma en España. Antes de su incorporación en el año 2011 a C&W, trabajó como director nacional de retail para la firma Roan Inmobiliaria y para otras consultoras del sector, como Aguirre Newman.

 

Con 20 años de experiencia en el sector inmobiliario y un desarrollo principalmente en el área de Retail, Acha ha desempeñado funciones de responsabilidad en el área de expansión para firmas como Festa Moda y The Phone House, donde desarrolló su red de tiendas en el mercado nacional.