Opinión

Tendencias contra tendenciosos

Ignacio Acha

18 feb 2020

tendencias contra tendenciosos

Todos hablamos de tendencias y casi todos las utilizamos como guía o al menos como una referencia de lo que pasa en una infinidad de ámbitos de nuestra vida. En el trabajo se siguen tendencias y los mercados están marcados por las mismas, al igual que cualquier industria especializada. El real estate, y el retail en particular, no están exentos de las modas, los nuevos usos, gustos y consumos, sino todo lo contrario.

 

Es un privilegio poder observar desde mi posición lo que sucede globalmente, no sólo porque Cushman&Wakefield sea un líder mundial del real estate y por tanto un magnífico termómetro de lo que pasa actualmente, sino porque tengo la suerte de observar desde aquí lo que viene, lo que se irá o los futuribles en sectores como el retail.

 

¡Es trabajo, por supuesto! Es obligación y compromiso, sin lugar a duda; pero también una afición muy personal de buscar, conocer, estudiar y observar cualquier concepto que pueda replicarse o desarrollarse a nivel de retail. Por ello, mi opinión, hoy y aquí, es con una base profesional muy sólida, pero también tiene un componente personal importantísimo. 

 

Por actualidad y por visión de futuro, ocupo parte de este tiempo observando la transformación digital y a los pure players del comercio online, gigantes tecnológicos que están acercándose, desarrollando y consolidando sus negocios en el offline. Es enorme la lista que os podría dar de marcas y empresas que han dejado de ser sólo online por supervivencia, de alianzas estratégicas y compras claves en busca de la omnicanalidad y que esta tendencia seguirá ocurriendo y creciendo. 

 

Es una maravilla observar como el componente humano juega un papel determinante en el desarrollo de nuevos conceptos y tendencias; y esto lo digo porque el futuro de todos estos pure players pasa por volver a mirar las bases del negocio, y una vez consolidado de manera definitiva el online, volveremos a ver cómo quieren acercarse a través de la experiencia, el diseño y la cercanía de los puntos de venta al consumidor para no perderlo. Ese gran olvidado, pero a su vez la base de todo esto: el cliente y el consumidor global.

 

¡Parece un volver atrás, pero no! ¡Parece andar sobre lo recorrido, pero no es así! El offline, el retail nunca ha dejado de existir ni de tener relevancia. Lo que ha cambiado, es que la tendencia era desarrollarse y crecer en el online para ser competitivo, innovador y ofrecer ese servicio demandado. Una vez consolidada esa novedad, la tendencia de todos estos, y también los de siempre, será crear espacios físicos lo más atractivos posibles para hacer rentable el negocio online y para mejorar la imagen de marca y la percepción sobre la misma con el famoso brand awareness. La tienda física proporciona esto y es tendencia. Los espacios físicos son una herramienta comercial y de marketing mucho más fuerte de lo que nos imaginamos, completando una relación con el cliente total, de 360 grados. Y esto marcará la longevidad y el futuro de la marcas y empresas que lean bien esta ruta a seguir.

 

Esto me lleva a otra afirmación, y lo hago tras analizar, estudiar y trabajar con los conceptos retail tradicionales; y ver cómo han progresado en esta línea. Observar, por ejemplo, como una tienda de Inditex o H&M, LVMH, Canada Goose, Apple, Levis o Adidas ha tenido que evolucionar con el fin de volverse más recurrente, competitiva y atractiva. Conseguir hacer los espacios más rentables mientras que, al mismo tiempo, esos espacios son más caros y difíciles de ejecutar, es todo un reto. Es más, a veces por mucho que lo intentamos, es imposible. En cualquier caso, al menos se busca, y se trata de desarrollar nuevos formatos y modelos de negocio en la búsqueda del éxito.

 

Este ejercicio es apasionante, y por ello la tendencia pasa por optimizar esos metros cuadrados y, en paralelo, hacerlos más atractivos que antes y sobre todo más atractivos que el de sus competidores. La muy manida palabra de la experiencia es crucial para el negocio. Mejor dicho, como yo la he rebautizado la experiencia positiva. La experiencia por el mero hecho de ser algo novedoso no es efectivo a nivel comercial, y en el consumidor el resultado de esa experiencia siempre debe ser en positivo. Para mí las tiendas deben de dejar de ser un simple establecimiento en el que se venden productos para el comprador, a ser un espacio de fidelización de potenciales consumidores donde el punto de venta es la extensión de marca, servicios y ADN de una compañía. No hay mejor herramienta de fidelización que la de crear en el cerebro el mayor número de sensaciones, experiencias e interlocuciones positivas a la vez.

 

Eso sólo puede hacerse mediante la compra física. La tendencia es buscar la manera de paquetizar todo esto en un solo proceso de compra. Desde que te fijas en la fachada, entras en el inmueble y ves la distribución de plantas, una sonrisa y la cara amable de un vendedor; a la colocación del producto, los colores o un simple sofá, pasando por el wifi o una cafetería para los acompañantes, sin olvidarnos del precio, la calidad y el packaging. Habrá tiendas, restaurantes, supermercados y bancos que estarán llenos, mientras que otros se quedarán vacíos. Y la diferencia entre unos y otros muchas veces no será el producto que venden sino un conjunto.

 

Los flagship vuelven a ser tendencia. Y para todo tipo de empresas. De gran consumo, sector financiero o sanitario, o evidentemente de marcas fashion, deportivas o tecnológicas. Lujo, premium y mass market. A todos aplica esta tendencia. El flagship es el ADN de esa empresa y su forma más directa, humana y personalista de llegar al consumidor. No todo lo que se abre a pie de calle tienen el mismo objeto, objetivo o cometido. No todos tienen las mismas tasas de esfuerzos e incluso algunos no aplican esa variable como palanca decisoria. Y es por ello por lo que la tendencia en este momento es ofrecer espacios que vayan en algunos casos mucho más allá de la rentabilidad por metro cuadrado en relación con las ventas. Hay un coste de oportunidad y una variable de imagen de marca intangible y no fácilmente medible a corto plazo que hace que se empiece a apostar por capitalizar estos espacios como espacios corporativos y no únicamente como meramente unidades de la red de tiendas, retail o canal de consumo. Mientras algunos piensan que ofrecer un café en un banco es ridículo y que el F&B no es una nueva e importante línea estratégica de negocio de las grandes superficies comerciales, otros acertadamente leen las señales, miran hacia fuera, observan los hechos, preguntan a sus consumidores y aplican este tipo de acciones para cubrir sus necesidades. Incluso, en la mayoría de los casos donde se apuesta por la rentabilidad de la propia tienda y la búsqueda de la máxima venta por metro cuadrado, la apuesta por el espacio experiencial es además de un hecho, una tendencia consolidada.

 

En un mercado donde el online y offline cada vez están más vinculados y conectados, donde la globalización ha acercado todo tipo de productos y servicios a los usuarios, y donde esos clientes con una mediana edad de entre treinta años y cuarenta años ya son “experimentados” y “muy exigentes” consumidores, es difícil diferenciarse única y exclusivamente con el precio y el producto.

 

Como ejemplo, el F&B ha puesto de manifiesto este aspecto. Algo tan primitivo, básico, esencial, necesario y humano como comer y beber, se ha convertido en la incubadora de esta nueva tendencia de consumir de forma agradable, de mostrarlo, de ver y ser visto, de disfrutar pagando y de buscar las diferencias en lo sensorial y en lo experiencial a través del diseño de espacios y de la correcta elección de materiales, colores y mobiliario en medio de una revolución digital y tecnológica que parecía iba destruir todo aquello que fuese interactuar y salir a consumir de forma recurrente.

 

Encajar todas las piezas no es tarea fácil pero cuando se consigue se acerca un poquito más al corazón de los clientes. Y ahora, más que nunca; las tomas de decisión en compra se diferencian por detalles y por milésimas entre unos y otros. 

 

 

Para concluir, la tendencia es un hecho repetido que se convierte en costumbre durante un espacio de tiempo, y nadie puede negar que la experiencia en la compra, el online dependiendo del offline, el diseño y la utilización de flagships como herramienta comercial y de marketing corporativa son tendencia en el retail mundial y es por ello que hablando de hechos, hablando de tendencia y explicando que quieren los consumidores, es la mejor manera de explicar que no sólo el offline no corre riesgo, sino que por el contrario, el retail en la calle es y será tendencia.

 

Con la reinvención del retail, las calles seguirán vivas y las aceras, llenas. Disfrutaremos de los mismos, nuevos y diferentes productos y modos de consumir. Esa es la evolución natural del mercado en España, por lo que seguiremos aquí por muchos años más viendo cambiar una y otra vez la piel de nuestras fachadas y edificios, pero siempre con vida dentro de ellos.

 

¡Nos vemos en las calles! ¡Comiendo, bebiendo, comprando o incluso corriendo!

 

Ignacio Acha

Ignacio Acha

 

Ignacio Acha es COO y Board member de RetailCo, empresa del grupo Santander desde Agosto de 2021, donde lidera las operaciones del vehículo inmobiliario y coordina el área de Leasing. Retailco es una gestora de inmuebles participada al 100% por el Banco Santander con el fin de poner en valor los activos inmobiliarios del Grupo.

 

Anteriormente, ocupó el puesto de head of retail high street en Cushman&Wakefield (C&W), donde también representó a la firma como Socio de la misma en España. Antes de su incorporación en el año 2011 a C&W, trabajó como director nacional de retail para la firma Roan Inmobiliaria y para otras consultoras del sector, como Aguirre Newman.

 

Con 20 años de experiencia en el sector inmobiliario y un desarrollo principalmente en el área de Retail, Acha ha desempeñado funciones de responsabilidad en el área de expansión para firmas como Festa Moda y The Phone House, donde desarrolló su red de tiendas en el mercado nacional.