Residencial

El precio de la vivienda en España subirá un 4,7% cada año hasta 2019

Mientras el coste de la vivienda aumenta, el volumen de inmuebles decrece, representando sólo el 10% del total de operaciones en el país.

Ejeprime

25 may 2017 - 12:02

Los precios del sector inmobiliario recuperan impulso. El coste de la vivienda crecerá un 4,7% cada año hasta 2019, siguiendo una evolución similar a la del año pasado, según el último informe de la agencia de medición de riesgos Moody’s. Este crecimiento se reflejará de forma positiva en los bancos y las titulaciones hipotecarias.

 

Por otro lado, mientras el precio de la vivienda aumenta, el volumen de inmuebles nuevos decrece. Actualmente, las casas y pisos a estrenar copan sólo el 10% del total de operaciones en el país, cuando representaban el 50% del mercado antes de la crisis. El resto corresponde a viviendas usadas, muchas de ellas datadas en 2006 y 2007.

 

La recuperación del precio de la vivienda se apoyará también en una subida del Producto Interior Bruto (PIB), prevista en torno al 2,3% según asegura la agencia estadounidense, e incluso aunque fuera menor. Estos datos demuestran que “no hay ningún riesgo de que se produzca un sobrecalentamiento inmobiliario”, según señala Antonio Tena, analista de Moody’s, afirmación que respalda el Banco Central Europeo (BCE), que descarta cualquier posibilidad de una nueva burbuja inmobiliaria.

 

En cuando a créditos hipotecarios, hoy en día los bancos son mucho más restrictivos. En concreto, por cada cuatro euros que se concedían en 2007, hoy se asigna sólo un euro. De hecho, hace diez años se daban más hipotecas que inmuebles se vendían, mientras que en 2016 el número de ventas se mantuvo muy por encima al de créditos.

 

Actualmente, la venta de viviendas está creciendo a un ritmo del 14% anual, aunque el total de ventas aún representa la mitad de lo que se vendía en 2007. Según el informe de Moody’s, las operaciones se centran en Madrid y Barcelona y no desciende en ninguna ciudad de más de 200.000 habitantes.

 

Por otra parte, los plazos de pago se han reducido de los ocho años en 2006 a los cinco actuales, lo que está ayudando a disminuir la tasa de morosidad y repercute positivamente en los bancos y el riesgo de crédito. Además, la edad media del perfil de un solicitante de hipoteca ha aumentado de los 34 años a los 38 años en los últimos diez años.