Residencial

Especial 2020: el negocio del ‘real estate’ en el año del Covid-19

La pandemia adelanta el cambio de ciclo en la promoción

La crisis del Covid-19 ha acelerado la desaceleración de la promoción y las compañías se han tenido que reajustar.

M. Tamayo

28 dic 2020 - 04:53

La pandemia adelanta el cambio de ciclo en la promoción

 

 

Como cada año, EjePrime realiza en las últimas semanas de diciembre un repaso a los últimos doce meses en el negocio del real estate, marcados por el impacto de la pandemia del Covid-19. Análisis macroeconómico de España y el mundo, recorrido por los fenómenos sociales que ha provocado el coronavirus y un recorrido por el impacto en las principales empresas del sector forman el Especial 2020: el negocio del real estate en el año del Covid-19.



La pandemia aceleró el cambio de ciclo del sector y muy pocas promotoras lgoraron cumplir con las entregas previstas a inicio del año. Aun así, la obra nueva mostró una mayor resilencia y las promotoras confían en una pronta recuperación que no haga decaer el ritmo de comercialización. 

 

Neinor crece pese al Covid-19

Una de ellas ha sido Neinor, en los nueve primeros meses del año, la promotora liderada por Borja García-Egotexeaga incrementó su beneficio un 17%, alcanzando 14,9 millones de euros. Hasta septiembre, la compañía ingresó 96 millones de euros, lo que significa un 20% más que los 80,2 millones de euros que facturó en los nueve primeros meses de 2019. Por otro lado, el resultado bruto de explotación aumentó un 4%, hasta 19,2 millones de euros.

 

A inicios de diciembre, la promotora había entregado las 1.700 viviendas previstas para este ejercicio a pesar del impacto del coronavirus. La compañía finalizó todos los proyectos previstos antes de terminar el año. Estos resultados se produjeron a pesar de la caída de beneficios que registró la compañía en el primer semestre del año, el más impactado por la crisis del Covid-19. Con un beneficio de 6,8 millones, las ganancias de la compañía se redujeron un 34,7%. Durante los momentos más agudos de la crisis, la compañía negoció los pagos de las rentas con el 20% de sus clientes.

 

Entre las principales operaciones de la compañía este año se encuentra la compra de Renta Garantiza, una compañía especializada en el alquiler residencial. Tras la operación, la promotora sumó 4.000 viviendas en alquiler y entró en el segmento del arrendamiento residencial.

 

 

 

 

Aedas, a contracorriente

Aedas registró un resultado negativo de 8,3 millones de abril a junio, los seis primeros meses de su ejercicio fiscal, una cifra inferior a los diez millones de pérdidas registrados en el mismo periodo del año anterior. El resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 2,3 millones de euros negativos, mientras que en el mismo periodo del año anterior las pérdidas alcanzaban 8,4 millones de euros.

 

La compañía aseguró durante la presentación de resultados que había continuado con el ritmo de construcción previsto a pesar del Covid-19, y preveía cerrar el año con 1.900 unidades vendidas. La empresa contaba a finales de septiembre con un banco de suelo para desarrollar 15.722 viviendas, tras adquirir activos por 57 millones de euros para promover 567 viviendas más. La actividad comercial de la compañía se ralentizó durante la declaración del estado de alarma, pero se recuperó tras el verano. A cierre de octubre, la promotora contaba con una cartera de preventas superior a 1.100 millones con más de 3.350 viviendas vendidas, a las que se suman 3.150 unidades en comercialización por importe de 1.120 millones.

 

Aedas cuenta con 4.164 unidades en construcción, de las que 615 se iniciaron de abril a septiembre. Estas cifras suponen un 95% de las entregas previstas para este ejercicio y el 56% de las planificadas hasta 2022.

 

A finales de septiembre, la empresa contaba con una tesorería de 141 millones de euros, de los cuales 90 millones se encuentran disponibles en la caja, y su cartera alcanzó un valor de 2.158 en la última valoración, un 10% más que la última realizada a finales de 2019. A corto plazo, la compañía mantiene los objetivos de entrega de 1.900 viviendas al término del ejercicio, que tras su modificación el pasado año concluirá en marzo de 2021. Para 2023, la promotora estima que alcanzará velocidad de crucero. La compañía apuesta por proyectos build-to-rent, ya que ve un menor riesgo comercial en el momento de incertidumbre actual, y por el residencial para mayores, debido a la fuerte demanda que esperan que registre el segmento los próximos años.

 

 

 

 

Quabit dispara sus pérdidas

Con la crisis del coronavirus, el plan presentado por Quabit a principios de año dejó de tener vigencia y la promotora se centró en afrontar las consecuencias de la pandemia y a adaptar su actividad y estructura a la nueva normalidad.

 

La promotora dirigida por Félix Abanádes registró unas pérdidas de 57,5 millones de euros en los nueve primeros meses del año, diez veces más que en el mismo periodo de 2019. La promotora achaca el resultado negativo al deterioro de valor de los suelos registrado en marzo por un importe total de 37,6 millones de euros como consecuencia de la devaluación del mercado debido a la crisis del Covid-19.

 

La compañía espera recuperar la actividad el próximo año en tanto que la demanda vaya recuperándose y aseguran que “los niveles de producción están por debajo de las necesidades estructurales de vivienda”, por lo que auguran un mantenimiento de la demanda.

 

La obra nueva aguanta el golpe

Ante el impacto de la crisis del Covid-19, se prevé que la vivienda nueva no ajuste tanto sus precios a la baja como los pisos de segunda mano y la demanda se mantenga a flote. Ante estas predicciones, las promotoras han continuado anunciando nuevos proyectos y realizando inversiones, entre ellas Metrovacesa.

 

La compañía dirigida por Jorge Pérez de Leza recibió el visto bueno de la Comunidad de Madrid para el desarrollo urbanístico de Clesa. La promotora continúa trabajando con el consistorio de la ciudad para formalizar la cesión de la fábrica, la urbanización de los espacios libres que se cederán y la tramitación de las licencias de edificación durante 2021.

Aun así, la compañía cerró los nueve primeros meses del año con unas pérdidas de 82,3 millones de euros, muy por debajo de los 100.000 euros de beneficio registrados en el mismo periodo de 2019.

 

Una parte importante de estas pérdidas se deben al deterioro de 59,4 millones de euros que ha realizado la compañía sobre el valor de los activos. Hasta septiembre, la promotora registró unas preventas netas, es decir, descontando las cancelaciones, de 505 viviendas, la mayor cifra desde que la compañía hizo sonar la campana un incremento del 92% respecto al mismo periodo del año pasado. Más de la mitad de las viviendas prevendidas, 203 unidades, corresponden a un acuerdo con AEW para realizar build-to-rent.

 

Por su parte, Insur cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio de 11,6 millones de euros, por encima de las pérdidas de 1,2 millones de euros que anotó en el mismo periodo del año anterior. Aunque la compañía registró menos ingresos de su área de arrendamientos, construcción y gestión, la facturación por promoción se disparó. Amenabar anunció que entregaría 2.200 unidades en 2020, superando a grandes promotoras como Aedas o Neinor. La compañía cuenta con una cartera de 5.000 viviendas en construcción. La empresa pujó por los suelos de Repsol en Madrid, pero finalmente fueron Vivenio y GMP las que se hicieron con los solares.