Opinión

Un compromiso esencial para el futuro inmobiliario

Clara Tejerizo

29 abr 2024

 

El sector inmobiliario concentra aproximadamente al 40% del consumo de energía y emisiones de CO2 a nivel mundial, por lo que su papel es vital en la mitigación del cambio climático. Las regulaciones futuras de la Unión Europea apuntarán a penalizar prácticas insostenibles, mientras que las entidades financieras han puesto en marcha, de forma generalizada, modelos de financiación que favorecen a las compañías que demuestran un compromiso auténtico con prácticas sostenibles ofreciendo mejores condiciones de crédito.

 

La industria inmobiliaria está experimentando una transformación profunda hacia la sostenibilidad, motivada por el cambio de paradigma en el contexto global actual donde resulta prioritario atender necesidades no sólo relativas a la construcción en sí, sino también reputacionales, financieras y operativas. Esta transición representa una oportunidad crucial para que las empresas promotoras lideren en su sector un cambio hacia modelos de negocio más comprometidos con la sociedad, respetuosos con el medio ambiente y eficientes en el uso de recursos.

 

Esta evolución de la industria motivada en gran parte por la regulación que llega de Europa ha llevado a las promotoras a ir más allá de medidas básicas de eficiencia energética, como la reducción de emisiones de carbono. Hoy, la gestión de la sostenibilidad tiene componentes ambientales, que implican un análisis detallado y exhaustivo de todo el impacto ambiental de la compañía, estableciendo modelos de gestión de huella de carbono que abarcan todas las operaciones y aspectos del negocio, pero también se valoran aspectos sociales, con promociones que generen comunidades inclusivas, zonas de recreo y acceso a servicios públicos.

 

Sin embargo, la adopción de la sostenibilidad con convicción no solo se tiene que centrar en las promociones sino también en el compromiso con la sostenibilidad de la propia empresa. Una adecuada estrategia de sostenibilidad también mejora significativamente la reputación corporativa en un mercado cada vez más informado y exigente, genera cultura de pertenencia entre los trabajadores y proporciona beneficios financieros.

 

Pero implementar esta mejora no se puede lograr de forma rápida. Es fundamental que las promotoras comprendan la importancia de asegurar su sistema de gobernanza y ética, cómo quieren hacer las cosas y como quieren ser percibidas por sus grupos de interés en todos sus aspectos, desde los ambientales a las relaciones con su cadena de suministro o la comunidad, estableciendo procedimientos que garanticen la llevanza a cabo de sus políticas y manera de hacer las cosas.

 

La implementación de la estrategia de sostenibilidad involucra el diseño de planes efectivos de reducción de huella de carbono, cuidado de los trabajadores, diseño de las promociones o relaciones con las instituciones financieras, entre otros. Esto incluye el establecimiento de un sistema robusto de evaluación y seguimiento que documente continuamente los progresos en informes de sostenibilidad y otras comunicaciones corporativas. Avanzar en la consecución de altas calificaciones energéticas y certificaciones adicionales como Breeam o Leed es imperativo, así como la integración de tecnologías de energías renovables, que deben ser vistas como estándares de operación y no como excepciones.

 

En este proceso de transformación, las empresas no están solas. Organizaciones como Gesvalt ofrecen consultoría y asesoría para ayudar a evaluar y mejorar el compromiso con la sostenibilidad de las empresas promotoras.

 

Mirando hacia el futuro, es fundamental que el sector adopte una perspectiva de más recorrido, invirtiendo en innovación y desarrollo sostenible. La sostenibilidad debe ser vista como una inversión que se desarrolle paulatinamente en el corto, medio y largo plazo, beneficiando no solo en términos económicos a la organización sino también como una contribución valiosa a un legado positivo para las futuras generaciones y el bienestar del planeta.

 

Al adoptar prácticas de sostenibilidad avanzadas, las empresas no solo podrán adaptarse a los cambios regulatorios inminentes, sino que también destacarán en un mercado competitivo y liderarán con el ejemplo. Esto demuestra que la industria inmobiliaria puede ser un agente de cambio positivo, promoviendo una sociedad más equitativa y sostenible.

 

En resumen, las empresas promotoras deben abrazar un compromiso holístico con la sostenibilidad que va más allá de la eficiencia energética para incluir una responsabilidad amplia hacia todos los agentes que la rodean. Este compromiso es esencial no solo para enfrentar los desafíos del cambio climático, sino también para allanar el camino hacia la innovación, la resiliencia y el éxito a largo plazo en un mundo que requiere una acción ambiental urgente y decidida.

 

Clara Tejerizo

Clara Tejerizo

Clara Tejerizo es una profesional ligada al mundo inmobiliario desde hace más de veinte años y que actualmente es responsable de Grandes Cuentas en Gesvalt. Su actividad está muy enfocada al desarrollo de negocio y cuenta con una experiencia especialmente notable en el trabajo con el sector promotor inmobiliario, conociendo sus necesidades y gestionando servicios a medida para ellos.