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Descarbonización y emisión cero: la exigente hoja de ruta del inmobiliario en sostenibilidad

El Acuerdo de París fijó los objetivos que debía perseguir el real estate para reducir las emisiones de dióxido de carbono durante las siguientes décadas. En Europa, el inmobiliario representa el 36% de las emisiones totales.

Descarbonización y emisión cero: la exigente hoja de ruta del inmobiliario en sostenibilidad
Descarbonización y emisión cero: la exigente hoja de ruta del inmobiliario en sostenibilidad
Durante la última semana, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a fortalecer la legislación sobre la eficiencia energética de los edificios con el objetivo, entre otros, de reducir los gases de efecto invernadero durante los próximos seis años.

Albert Berrocal

19 mar 2024 - 05:00

¿Qué significa sostenibilidad en el sector inmobiliario? ¿Cómo se aplican los principios sostenibles a los diferentes segmentos? ¿Cómo impacta la sostenibilidad en el sector inmobiliario en los diferentes aspectos del ESG? En esta serie, patrocinada por la tasadora y consultora Gesvalt, EjePrime analiza cómo el sector inmobiliario en España se está adaptando a los nuevos criterios de sostenibilidad que exige la sociedad e impulsa la Unión Europea.

 

 

La sostenibilidad en el 'real estate'

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Cuesta arriba y con lluvia. Así es la exigente hoja de ruta en sostenibilidad del inmobiliario, un sector responsable de más de una tercera parte de las emisiones en Europa y que tiene, además, otras muchas amenazas exógenas para su desarrollo, desde la innovación tecnológica a los altos tipos de interés. Campeones nacionales como Merlin y protechs como Brickbro analizan los retos del sector. 

 

La piedra angular de esta problemática la marca el Acuerdo de París, un tratado internacional aprobado por las Naciones Unidas en diciembre de 2015. El último punto del cuarto artículo concentra la declaración de intenciones del documento, concluyendo que “todas las partes deberán esforzarse por formular y comunicar estrategias a largo plazo para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, tomando en consideración sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus capacidades respectivas”.

 

En concreto, el acuerdo establecía, por primera vez, un marco de transparencia común para todos los países. Recogiendo el hilo abierto con el Protocolo de Kioto, entre sus objetivos aparecía la voluntad de alcanzar las cero emisiones. La organización aseguraba que, “para 2030, las soluciones de cero emisiones de carbono podrían ser competitivas en sectores que representan más del 70% de las emisiones mundiales”. Sin embargo, el trasfondo que acompaña el discurso de las cero emisiones puede inducir a error.

 

 

Fernando Ramírez, director de ESG de la socimi Merlin Properties, asegura que “en la descarbonización de los activos inmobiliarios, el lenguaje es un poco traicionero, ya que la emisión cero es una quimera: desde que enciendes un edificio y consume energía, hay emisión”. El directivo ha añadido que el sector debe reducir la emisión a la mínima expresión; amparándose en los números de su empresa, “en abril de 2022, la huella de carbono de los activos de Merlin era de 27,4 kilogramos de CO2 por metro cuadrado, mientras que hoy en día estamos en una emisiones de 2,3 kilogramos de CO2 por metro cuadrado”.

 

emisiones fabrica co2 gesvalt 980

 

Las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los edificios se pueden dividir en dos categorías, según expone la consultora Specson. La primera hace referencia a la energía necesaria para operar un edificio: la firma considera que alrededor del 30% de las emisiones globales de carbono están vinculadas a esta actividad. La segunda, que concreta el 11% de las emisiones totales, responde al carbono incorporado; es decir, aquellas emisiones que tienen en cuenta los materiales y los procesos durante todo el ciclo de vida de un edificio.

 

 

El asunto del carbono incorporado multiplica el estado de la cuestión, ya que añade a la discusión, entre otras temáticas, el uso de los materiales aplicados a la construcción. Por ejemplo, la fabricación de cemento es responsable del 7% de las emisiones de carbono, mientras que el acero contribuye con el 9% de las emisiones, según el informe Compromiso de edificaciones neto cero carbono publicado por el World Green Building Council en septiembre de 2021. El mismo documento aseguraba que más de la mitad de las emisiones de carbono de nuevas construcciones hasta 2050 responderían a estas etapas iniciales del proceso.

 

En esta dirección, uno de los problemas pasa por la deforestación. El informe El estado de los bosques del mundo publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, asegura que la superficie forestal había sufrido una pérdida neta de 178 millones de hectáreas de bosque entre los años 1990 y 2020. El documento añade que, tras la quema de combustibles fósiles, las emisiones vinculadas al cambio de uso de tierra son la segunda causa para explicar el cambio climático, concentrando el 12% sobre el total.

 

Además de los materiales, otro punto fundamental respecto a las emisiones se concentra en el transporte. A principios de enero de este año, el Consejo y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo provisional sobre las emisiones de CO2 del transporte en carretera relacionado con los vehículos pesados. Las reducciones propuestas tras la negociación manejaban una rebaja del 45% para 2030, del 65% en 2035 y del 90% en 2040. Sin embargo, estos cálculos sólo hacen referencia a los vehículos pesados de más de 7,5 toneladas y a los autocares.

 

 

Durante la última semana, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a fortalecer la legislación sobre la eficiencia energética de los edificios con el objetivo, entre otros, de reducir los gases de efecto invernadero durante los próximos seis años. El texto todavía tendrá que ser aprobado formalmente por el Consejo de Ministros antes de convertirse en ley. El Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (Cscae) ha valorado positivamente la normativa y ha recordado que el 80% del parque edificado en España tiene más de cuarenta años a sus espaldas y es responsable del 25% de las emisiones de efecto invernadero.

 

De acabar materializándose la ley, en el caso de los edificios residenciales, los Estados miembro deberán adoptar medidas que garanticen una reducción en el promedio de energía primaria utilizada de, como mínimo, un 16% para 2030. Según los cálculos que maneja la Comisión Europea, se deberían destinar 275.000 millones de euros anuales para lograr los objetivos fijados para finales de la próxima década, una cifra sobre todo orientada a la eficiencia energética de los edificios.

 

emisiones co2 gesvalt 980

 

Los cálculos son prudentes y contemplan un horizonte de actuación muy amplio. Maria José García, responsable de ESG en Gesvalt, considera que “el parque inmobiliario actual es bastante antiguo, con más del 80% de los edificios alimentándose de combustibles fósiles”. En esta dirección, la directiva ha añadido que “el cambio debe materializarse, pero a largo plazo, ya que los edificios no son un activo que pueda modificar rápidamente su estructura”.  

 

 

En el caso concreto de España, el sector ya está reduciendo su huella medioambiental en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero. El sector emitió a la atmósfera 1,4 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2022, la menor cifra desde 2008 (sin contar 2020, año de la pandemia), según los últimos datos de la Contabilidad Medioambiental publicados en noviembre de 2023 por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, la construcción todavía se encontraba entre los veinte sectores que más emisiones emitían en el país (en el puesto 18).

 

De hecho, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), el Consejo de Ministros estableció en noviembre de 2020 la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo que preveía reducir al 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 con respecto a 1990. Estos porcentajes implican reducir las emisiones de CO2 desde las 334 millones de toneladas equivalentes emitidas en 2018 a un máximo de 29 millones de toneladas emitidas en 2050. Desde el punto de vista económico, esta estrategia estima unas inversiones totales acumuladas en el periodo 2031-2050 de 500.000 millones de euros.

 

Un caso concreto es el de Brickbro, proptech especializada en la gestión de locales comerciales. Guillermo Preckler, consejero delegado de la compañía, declara que “nosotros trabajamos con locales, naves u oficinas que llevan en desuso varias décadas y que tienen categorías de eficiencia energética con etiquetas rojas, y las transformamos tratando de promocionar una reducción del CO2”. Preckler pone en el punto de mira, más allá de la cuestión sostenible, “el impacto que tiene a nivel de presupuesto las ventajas de adoptar estas políticas”.