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El inmobiliario se lanza a transformar un parque de edificios envejecido y poco sostenible

El 82% de los inmuebles disponen de una pobre calificación energético como consecuencia de su antigüedad y escasa rehabilitación recibida. La industria inmobiliaria y de la construcción tiene el reto de transformar el parque inmobiliario para alcanzar la neutralidad climática.

B. Badrinas

29 nov 2022 - 04:54

Serie sostenibilidad

 

¿Qué significa sostenibilidad en el sector inmobiliario? ¿Cómo aplican los principios sostenibles a los diferentes segmentos? ¿Qué importancia tiene para la inversión? En esta serie, patrocinada por la tasadora y consultora Gesvalt, EjePrime analiza cómo el sector inmobiliario en España se está adaptando a los nuevos criterios de sostenibilidad que demanda la sociedad e impulsa la Unión Europea.

 

 

 

La sostenibilidad en nuestras actividades es uno de los grandes retos a los que se enfrenta actualmente la humanidad. La transformación es especialmente importante en el caso del sector inmobiliario, ya que se estima que los edificios (desde su construcción hasta el fin de su vida útil, pasando por su uso diario) son responsables del 30,1% del consumo de energía final y del 25,1% de las emisiones de CO2 a la atmósfera, según los últimos datos de Green Building Council España (GBCe).

 

La Conferencia de París (Cop21) de 2015 supuso un impulso a las políticas de sostenibilidad y los países de la Unión Europea (UE) adoptaron el compromiso de ser climáticamente neutros en el año 2050. Desde entonces, los países y la UE en su conjunto han ido adoptando unas políticas tendentes a reducir las emisiones de gases contaminantes.

 

La pandemia del Covid-19, además, ha supuesto un compromiso renovado con estos objetivos. La necesidad de poner en marcha planes de estímulo públicos para impedir una ralentización de la economía tras la crisis sanitaria ha puesto en el centro de las inversiones programas que promuevan la sostenibilidad y faciliten la consecución de los acuerdos de París.

 

Dentro de los compromisos de la UE, España recibirá de los programas de ayudas Next Generation un total de 140.000 millones de euros en transferencias no reembolsables y préstamos blandos. El Gobierno de España ha decidido destinar 6.820 millones de euros de estos fondos a la rehabilitación de viviendas y edificios, la regeneración de barrios y la promoción de vivienda de alquiler asequible.

 

 

La sostenibilidad está ahora más que nunca en el punto de mira del sector inmobiliario español. La apuesta por una mayor industrialización de la actividad, la digitalización de los procesos, el uso de la tecnología para conseguir edificios más eficientes en el consumo de energía y agua o la utilización de materiales neutros (como la madera) en la construcción son tendencias que se están adoptando de forma generalizada en el sector.

 

El camino por recorrer es largo y afecta al conjunto de las edificaciones, desde logística a residencial, pasando por oficinas, retail u hotelero, entre otras. De hecho, el porcentaje de inmuebles en España con la peor calificación energética se sitúa en el 82%.

 

Esto significa que ocho de cada diez edificios cuentan con una Certificación de Eficiencia Energética (CEE) calificada de E, F y G o, lo que es lo mismo, consumen más recursos de los necesarios para alcanzar unos niveles óptimos de servicio y confort, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae).

 
 

La mayor concienciación ambiental por parte de los ciudadanos está poniendo cada vez más en valor la sostenibilidad y eficiencia en la construcción. Activos comerciales como edificios de oficinas, naves logísticas o centros comerciales cuentan con un mayor valor por parte del mercado si disponen de certificados que garantizan un mayor grado de eficiencia. Una práctica que, por otra parte, ya está llegando al consumidor final. Así, un estudio realizado por Aedas Homes recoge que cerca del 60% de los compradores está dispuesto a pagar hasta un 13% más por una vivienda con mayores parámetros de eficiencia energética y sostenibilidad.

 

“Si miramos el ciclo de vida de un inmueble, observamos que el coste de financiación de la compra y los gastos de operación pueden ser menores en un inmueble verde que en uno marrón”, señala Dolors Jiménez, directora de Gesvalt en Cataluña. “Un edificio verde podría llegar a tener un valor de entre un 5% y un 10% más”, añade.

 

La transformación, rehabilitación y adecuación del parque inmobiliario español a los criterios de sostenibilidad que han de llevar a España a ser un país climáticamente neutro absorberá grandes inversiones hasta 2050. La mitad del parque edificado español data de 1980, cuando no había normativa vigente sobre criterios de sostenibilidad y las rehabilitaciones no han corregido este déficit.