El ‘real estate’ recupera músculo laboral: el empleo se dispara un 55% en una década

El real estate reivindica su músculo como motor de empleo. El número de ocupados en actividades inmobiliarias se ha disparado un 55% en la última década, hasta superar la barrera de los 160.000 trabajadores. Sin embargo, sumando los empleados en la construcción, la plantilla del sector continúa lejos de niveles precrisis, acumulando un descenso del 30,7% desde 2009.

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicados la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de trabajadores en el sector de actividades inmobiliarias se situó en el primer trimestre en 160.500 personas.

Sumando los trabajadores de la construcción, la plantilla del real estate en España asciende a 1,4 millones de personas, un 12% más que en el mismo periodo del año anterior.

Con todo, el volumen total de empleados en real estate continúa por debajo de los niveles anteriores a la burbuja, cuando se llegaron a rozar los tres millones de ocupados.

El sector comenzó a destruir empleo en 2008 y no frenó la sangría hasta el tercer trimestre de 2014. El dato del primer trimestre 2019 ha sido uno de los mejores de la recuperación, con un alza interanual del 12%.

En actividades inmobiliarias, el número de ocupados se disparó un 18%, mientras que en la construcción aumentó un 11,2%, hasta 1,3 millones de trabajadores.

Sumando los empleados de la construcción, el ‘real estate’ continúa por debajo de los empleos ‘precrisis’

Mientras que las actividades inmobiliarias son un sector poco intensivo en mano de obra (las grandes inmobiliarias no superan el millar de empleados), la construcción es uno de los motores de empleo del país y fue también el que, tras el pinchazo de la burbuja, más contribuyó a disparar la tasa de paro durante la crisis.

A escala nacional, los datos de la EPA del primer trimestre de 2019 fueron positivos. La encuesta de este periodo es siempre la peor del ejercicio: el número de parados aumentó en 49.900 personas, el peor dato desde 2013. Sin embargo, el número de ocupados creció en 596.900 personas, el ritmo de creación de empleo más rápido desde la burbuja inmobiliaria. El aumento estuvo motivado por la recuperación del empleo público, la creación de puestos de trabajo en los servicios y el auge de la construcción.