

El sector inmobiliario representa cerca de un tercio del PIB de China. El gobierno de Xi Jianping teme que una agudización de la crisis contagie al conjunto de la economía del país. Tras décadas de intenso crecimiento, el residencial chino necesita tiempo para que sus fundamentales retornen a niveles sostenibles a largo plazo.
A mediados de 2020, el Ejecutivo chino anunció un paquete de medidas bajo el lema “las casas son para vivir, no para especular”, entre las cuales se establecían estrictas reglas al acceso a crédito en el sector inmobiliario.
La crisis de la gran inmobiliaria china ha tenido en vilo al mundo económico por su posible impacto en la economía global. Casi dos años después del inicio de la crisis, Evergrande se va deshaciendo poco a poco sin, de momento, implosionar.