
Un informe de Savills de finales de 2021, que recogía las respuestas de 100.000 propietarios y usuarios de oficinas europeos, apuntaba que un 40% de los encuestados tenían la sensación de que trabajando desde casa eran más productivos.
La disponibilidad en Central London descendió a finales de junio hasta los 2,25 millones de metros cuadrados, la más baja desde finales de 2020. En París, la contratación en el centro repunta y en Berlín las cifras se elevan por encima de la media de los últimos diez años.
Google, Meta, Apple, Amazon o Lego han apostado por un concepto de oficinas que promuevan la interrelación entre trabajadores y que cuenten con los máximos estándares de confortabilidad y sostenibilidad.
Los espacios de trabajo han ido adaptándose a lo largo de los siglos a las necesidades de las organizaciones en paralelo a los cambios sociales y tecnológicos que han modulado la distribución de la oficina y el rol que juega el usuario.