Murcia vuelve a ser hermosa tras el golpe de la crisis

Pocas grandes ciudades registraron con el estallido de la crisis un ajuste tan grande como el de Murcia, particularmente en el mercado residencial. Aún hoy, cuando la ciudad ofrece ya señales inequívocas de recuperación, un inversor que en 2007 hubiese dedicado todo su patrimonio a comprar viviendas en Murcia sería un 42,6% más pobre.

Ahora bien, si este mismo inversor hubiese comprado a precios medios de tasación en el primer trimestre del año pasado, en marzo de este año ya habría revalorizado su inversión un 5,8%. ¿El motivo? El metro cuadrado de la ciudad ya supera la cota de los mil euros, cerrando el primer trimestre en 1.012,70 euros.

En la vivienda nueva, el metro cuadrado cotiza más alto, con una media de 1.277,90 euros en las residencias de hasta cinco años de antigüedad, mientras que en las viviendas de más de cinco años también se supera el umbral de los mil euros por metro cuadrado, con una tasación media de 1.009,40 euros, según datos del Ministerio de Fomento.

La población de Murcia (capital de una de las provincias más jóvenes de España) ha crecido en 5.000 personas desde 2013, hasta 443.243 habitantes en 2017. En el mismo periodo, el número de compraventas se ha elevado un 84,8%, hasta 4.109 operaciones durante el pasado año. En el primer trimestre de 2018, el número de transacciones continúa a buen ritmo, con 1.129 compraventas registradas, de las cuales 102 correspondieron a obra nueva.

Murcia ha ganado 5.000 habitantes desde 2014, hasta una población de 443.243 personas

Recuperación interrumpida

A pesar de que las últimas magnitudes sobre el mercado inmobiliario murciano son positivas, lo cierto es que la recuperación de los precios en Murcia no ha sido constante. Los máximos de los últimos cinco años se registraron en 2013, con una media por metro cuadrado de 1.107,20 euros, por encima de las cotas de 2017.

En la presente nueva fase de recuperación, la demanda de extranjeros es clave. Según BBVA Research, Murcia fue la cuarta región donde este segmento tuvo una mayor relevancia en 2017, siendo responsable del 25,5% de las compras (frente al 16,8% de media en España).

Según la entidad, “destaca la caída de compras de segundas residencias (aproximadas por aquellas operaciones llevadas a cabo por residentes en otras regiones), mientras en el conjunto del país este segmento de demanda mostró el mayor avance respecto a 2016 (19,9%), en Murcia estas operaciones se redujeron el 11,1%”.

Otra clave apuntada por BBVA Research es la nueva edificación: la región murciana “empieza el año con un mayor empuje de la construcción residencial: mientras en el conjunto del país la superficie visada se redujo el 6,2% interanual, en Murcia ascendió el 152,2% respecto a los dos primeros meses de 2017”.

Las viviendas protegidas coparon sólo el 2,9% de las compraventas en el primer trimestre del año

Como en otras ciudades españolas, la vivienda protegida tiene hoy un peso residual en la ciudad. En el primer trimestre se efectuaron 33 compraventas de viviendas protegidas en la capital murciana, un 2,9% sobre el total. Por su parte, la vivienda nueva copó el 9% de las operaciones, con 102 transacciones en el primer trimestre.

De Trinitario Casanova a Vukile

El empresario murciano Trinitario Casanova, uno de los nombres más destacados del sector inmobiliario español de los últimos años, es uno de los agentes activos en Murcia. El hólding Baraka, liderado por Casanova, invertirá 20 millones de euros en Casa Cerdá, un edificio situado en la plaza Santo Domingo de la ciudad.

Los planes de Casanova pasan por reformar íntegramente el edificio para promover 24 residencias de lujo, que destinará posteriormente al alquiler. El proyecto, que incluye un local comercial de mil metros cuadrados, empezará a cerrar sus primeras fases a comienzos del próximo año.

Otro nombre clave en la actualidad inmobiliaria de Murcia es el del fondo sudafricano Vukile, que en diciembre del pasado año se hizo con Pineda, ubicado en el municipio murciano de San Pedro del Pinatar, a través de su filial española, Castellana Properties.