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Sigfrido Herráez (Coam): “Tenemos que trabajar para que los arquitectos nos tengan en cuenta”

El nuevo decano del Colegio de Arquitectos de Madrid apuesta por aplicar un plan de austeridad a la entidad ante la crisis que deberá afrontar el sector los próximos meses. 

M. Tamayo

26 nov 2020 - 04:55

Sigfrido Herráez (Coam): “Tenemos que trabajar para que los arquitectos nos tengan en cuenta”

 

 

Cambio de rumbo en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (Coam). Sigfrido Herráez da sus primeros pasos como nuevo responsable del Coam tras ganar las elecciones propiciadas por la moción de censura impuesta a Belén Herminda, anterior decana. Ante la crisis que prevé llegará al sector, el arquitecto apuesta por dotar de más importancia a la entidad y hacerla más atractiva para los jóvenes. “Si bajamos en ingresos, tenemos que hacerlo también en gastos”, sostiene Herráez.

 

Pregunta: ¿Qué retos tiene la arquitectura en España?

Respuesta: Lo más importante ahora mismo tiene que ver con la crisis económica. El principal objetivo que nos marcamos es salir adelante, en esta gran organización de autónomos que somos los arquitectos. Además, tenemos un gran papel para acondicionar espacios y hacerlos más saludables, en un momento en el que se ha puesto en el foco en las condiciones de la vivienda. Hay que hacer que los entornos tengan más ventilación, cuenten con balcones y terrazas… Proteger la salud es algo en que los arquitectos debemos colaborar.  

P.: ¿Cómo se puede trabajar para conseguirlos?

R.: Primero, el arquitecto tiene que actuar conforme estos valores, aunque se puede hacer mucho desde las instituciones.  Al final, no se hacen terrazas porque computan en el plan general y le estas quitando metro cuadrados al salón. Madrid ha sido tradicionalmente una ciudad de balcones, pero hace años que se dejaron de construir para reducir costes, hay que revertir esa práctica.

 

 

P.: ¿Qué papel tiene que tomar la administración?

R.: Pedimos mejorar las condiciones de trabajo de los autónomos: pagar menos impuestos y cuando cobremos. La cantidad de trabajo con la que cuentan los estudios es muy voluble, así que creo que merecemos ser tratados de forma particular a la hora de pagar las tasas. Además, queremos que se nos pregunte y se nos tenga en cuenta cuando se creen nuevas normativas y en la toma de decisiones que afectarán el desarrollo de nuestra profesión, como la ley de suelo o la nueva ley de arquitectura.  

 

P.: ¿Cómo ha impactado la pandemia en el sector?

R.: Va a haber destrucción de empleo, como en todos los sectores. Hay muchos estudios que se están reestructurando a la baja. Ahora los estudios tienen que recoger velas e intentar redimensionarse para lo que viene. La salida de esta crisis, que va a ser bestial, se va a producir a corto medio plazo. Hasta ahora, los visados han caído un 20%, pero me parece hasta poco por lo que puede llegar a ser. Además, el 90% de los estudios de Madrid están trabajando en vivienda social o asequible. Aunque eso no quita que se esté trabajando mucho, ya que de cada diez proyectos que nos encargan, acaban saliendo adelante dos, así que por el trabajo de los otros ocho el arquitecto se queda sin cobrar.  

 

P.: Se está trabajando en la Ley de Arquitectura y Calidad del Entorno Construido. ¿Qué debe recoger esta ley?

R.: La salud en la arquitectura siempre se ha tratado, pero ahora debe tener una singularidad y una importancia que antes no tenía. La calidad de vida y el ahorro energético tienen que ser una prioridad en las nuevas construcciones. Además de los edificios propiamente, hay que rediseñar las ciudades con estos criterios.

 

 

P.: La última etapa del Colegio ha estado marcado por varios escándalos como el caso Monasterio o las presuntas irregularidades que acabaron propiciando la moción de censura. ¿Cree que los colegiados han perdido confianza en el colegio? ¿Cómo se puede recuperar?

R.: Sí, hemos sido los principales culpables de la caída en la imagen del colegio. Desde fuera se han percibido cosas no positivas, aunque creo que no tienen el protagonismo que se les ha dado. Creo que, en gran parte, los fallos de comunicación nos han llevado a esta situación. No nos gusta haber llegado a la presidencia de esta manera, pero hay que tratar de olvidar todo lo anterior. Contamos con una magnífica disposición de los grupos perdedores y ya tenemos reuniones con ellos para gobernar juntos. Si logramos imponer esta dinámica de colaboración podemos cambiar el colegio, debemos ser fuertes internamente para poder ser fuertes fuera.

 

P.: La participación en las elecciones fue del 10% tras una moción de censura ¿Es preocupante la falta de interés entre los colegiados?  

R.: Han votado 1.600 personas, de los 10.000 colegiados con que cuenta el colegio y de los 20.000 arquitectos que hay en Madrid. Estos números, aunque no son distintos a los de otras profesiones, son una prueba de que no estamos ofreciendo lo que los profesionales demandan. Tenemos que trabajar para que los arquitectos nos tengan en cuenta y recurran a nosotros cada vez que tengan un problema. Pero la verdad es que, actualmente, los arquitectos sólo se colegian para poder visar los trabajos. Hay una lejanía entre el colegio y los profesionales que tenemos que intentar reducir reforzando los servicios.

 

P.: Durante la campaña ha hablado de reducir costes ¿Se va a traducir en una bajada de servicios?

R.: Queremos implantar un plan de austeridad, porque lo que no podemos es seguir con una gestión donde se ingresan cuatro y se gastan seis. Si bajamos en ingresos, debemos bajar también gastos. Esto puede traducirse en dejar de tener contratos con personas o de empresas que prestan servicios. No descartamos nada, hay que racionalizar.

“Hay una lejanía entre el colegio y los profesionales que tenemos que intentar reducir”

 

 

P.: ¿Cómo casa el plan de austeridad con aumentar los servicios?

R.: Hay servicios que deben dejar de costar dinero, no es imposible. Hay que estudiarlo bien y ver dónde estamos gastando. Por ejemplo, estamos gastando dinero en una revista que no es requerida ni atractiva y tiene un gran coste. ¿Por qué la financiamos con fondos propios si podemos financiarla con publicidad? Son ideas menores, pero si suprimimos los 200.000 euros que nos gastamos en la revista al año los podemos invertir en aumentar los servicios.

 

P.: En la toma de posesión señaló la necesidad de acercar el colegio a los arquitectos jóvenes ¿Qué plan tienen para ello?

R.: El problema está en que los arquitectos que salen de la escuela de formación no se colegian, ya que si todavía no van a firmar visados no quieren pagar una cuota. Una medida para cambiar eso sería establecer varios tipos de cuotas para diferentes servicios de colegiación. No necesita los mismos servicios un estudio consolidado que visa tres proyectos al mes a uno nuevo formado por arquitectos jóvenes, así que sería lógico que no pagaran lo mismo. Además, tenemos que ofrecer servicios prácticos como formaciones sobre contabilidad y empresa, la elección de la maquinaria adecuada o programas de software que les pueden ser útiles.