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Round Robin se formaliza como socimi y apunta a una cartera de 150 activos en 2024

La compañía, que está en pleno proceso de optimización de la cartera, basa su operativa en captar unidades residenciales a través de subastas. Desde 2016, la compañía ha adquirido activos con una tasa media de descuento sobre el precio del mercado del 34%.

Abel Pujol

2 nov 2022 - 05:00

Round Robin se formaliza como socimi y apunta a una cartera de 150 activos en 2024

 

 

¿Quién da más? Round Robin. La compañía especializada en la captación de activos a través de subastas para su posterior venta y puesta en alquiler abre nueva etapa. La empresa acaba de formalizarse como socimi y proyecta una cartera de 150 activos residenciales en alquiler para 2024, con una inversión estimada de diez millones de euros.

 

La compañía se encuentra en pleno proceso de optimización de su cartera, que actualmente suma sesenta activos en el área de Madrid, con el objetivo de desinvertir en los activos con menos rentabilidades y conformar un porfolio del 80% de unidades para alquiler con una rentabilidad de entre el 7% y el 8%.

 

“En este proceso de dos años para adaptarnos a las exigencias del régimen socimi aún venderemos algunos activos de nuestra cartera, con un objetivo de apalancamiento del 50% en términos de loan to value”, explica Guillermo García-Mauriño, consejero delegado de Round Robin.

 

 

 

 

Para cumplir las expectativas de crecimiento de su cartera, la compañía contempla una inversión de diez millones de euros en los próximos dos años. Para engrasar el nuevo business plan, el pasado febrero Round Robin cerró una ampliación de capital de 2,1 millones de euros, a la que acudieron tanto antiguos como nuevos socios, que elevó el capital social de la compañía hasta 5,7 millones de euros. La socimi cuenta con un accionariado formado por una cincuentena de inversores.

 

“De cara a la financiación de la hoja de ruta, la compañía necesitará un refuerzo de capital, ya sea a través de ampliaciones o con la entrada de un fondo o grupo inversor externo”, apunta García-Mauriño.

 

Round Robin nació en 2012 y dio un notable empujón a su negocio en 2016, coincidiendo con la decisión del Gobierno de unificar las subastas de activos a través de un único portal digital. Fue entonces cuando la compañía desarrolló un software propio, BitMap, que le permite monitorizar a tiempo real todas las subastas activas en el territorio nacional y aplicar los filtros y el precio objetivo deseado para la adquisición de estos.

 

 

 

 

Según apunta la compañía, la tasa de descuento mínima respecto el precio de mercado para llevar a cabo una adquisición se fija en el 25%. Round Robin señala que la tasa media de descuento acumulada de sus adquisiciones sobre el precio del mercado es del 34% desde 2016. Además, la tasa de éxito en las subastas en las que ha pujado ha sido del 50% en el periodo, un porcentaje que se sitúa en el 40% en los activos ubicados en zona prime de Madrid, la zona donde la empresa ha concentrado en los últimos años mayor actividad.

 

La hoja de ruta de la nueva etapa contempla seguir consolidando el mercado residencial madrileño y crecer en Barcelona e Ibiza, los dos mercados nacionales donde Round Robin ve más potencial y mayor rentabilidad. A medio plazo, también planea llegar a la Costa del Sol, Andalucía Occidental, Tarragona y Zaragoza, entre otros.

 

Hasta el momento, Round Robin ha gestionado su cartera de activos para el alquiler mediante una división propia, pero reconoce que, en paralelo al crecimiento previsto y la disgregación de la cartera de Madrid a otros puntos de la geografía española, es muy probable que delegue la gestión de su parque de alquiler a un operador externo.

 

 

 

 

Por último, la conformación como socimi implica que en un plazo no superior a los dos años la compañía tenga la obligación de debutar en bolsa. Round Robin está explorando actualmente todas las posibilidades, ya sea BME Growth o Euronext, y espera dar el salto al parqué durante el próximo año.

 

“Queremos decidir bien y creemos que a todas las empresas y socimis les conviene ese plus de transparencia que exige el paso a bolsa; aún estamos en la fase de valoración de los distintos mercados, pero tenemos ganas de incorporarnos a corto plazo”, concluye García-Mauriño.