El IPC se sitúa en el 5,8% en enero y el subyacente escala hasta el 7,5%

La inflación rompe seis meses a la baja. El Índice de Precios de Consumo (IPC) sitúa su variación anual en el 5,8% en enero, una décima por encima de la registrada en diciembre. La tasa anual del indicador adelantado de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta cinco décimas, hasta el 7,5%, según el avance publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Después de seis meses consecutivos registrando un desaceleramiento en su tasa anual, la inflación vuelve a tomar una tendencia al alza impulsada principalmente por el incremento del precio de los carburantes y a que el descenso de los precios del vestido y calzado es menor que en el año pasado según el INE. En sentido contrario, destaca la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en enero de 2022.

Después de seis meses consecutivos registrando un desaceleramiento, la inflación vuelve a tomar en el primer mes del año una tendencia al alza. Por otro lado, el dato de enero, que deberá ser confirmado por Estadística a mediados del mes que viene, es cinco puntos inferior al pico alcanzado el pasado julio, cuando la inflación escaló hasta el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.

El IPC de enero de 2023 utiliza, por primera vez, ponderaciones procedentes de la Contabilidad Nacional e incorpora los mercados libres del gas y la electricidad

El IPC de enero de 2023 utiliza, por primera vez, ponderaciones procedentes de la Contabilidad Nacional e incorpora los mercados libres del gas y la electricidad. Se trata de cambios relevantes en la medición del IPC.

El primero de ellos se refiere a la ampliación de la cobertura de los mercados del gas y de la electricidad, con la incorporación de la parte relativa al mercado libre de ambos sectores. Para llevar a cabo dicha ampliación ha sido preciso realizar un proceso de adaptación de la información sobre precios del mercado libre de ambos sectores para hacerla compatible con las exigencias metodológicas del IPC, señala Estadística.

El segundo cambio metodológico afecta a uno de los elementos estructurales que conforman el IPC: la estructura de las ponderaciones. A partir del año 2023 la fuente principal utilizada para el cálculo de las mismas pasa a ser la Contabilidad Nacional (CN), en lugar de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) como hasta ahora. De esta forma, el IPC se adapta a los criterios establecidos por la reglamentación europea, que fija el año 2023 para su entrada en vigor.

A estos dos cambios metodológicos se suma otro que tiene que ver con el procedimiento utilizado para la realización de la encuesta. Se trata de la recolección de los precios por medio de dispositivos electrónicos. Este cambio se hará efectivo a lo largo de 2023.