El residencial chino se agarra al clavo de las compraventas para empezar a pasar página de la crisis

El residencial chino sigue sumido en la crisis, pero ve la luz (muy) al final del túnel. Como consecuencia de las turbulencias que soportó el segmento promotor durante el pasado ejercicio, en los dos primeros meses del año la inmensa mayoría de parámetros del sector residencial anotaron descensos respecto el año anterior, aunque hay uno que se desmarcó de la tónica negativa: las ventas residenciales.

Acorde con los últimos datos publicados por la oficina estadística china, la inversión directa en construcciones residencial en los dos primeros meses completos del ejercicio se situó en 1.027,3 millones de yuanes (137 millones de euros), un 4,6% menos. Respecto la superficie, las promotoras desarrollaron 7.502,4 millones de metros cuadrados, una caída interanual del 4,4%. Además, los fondos aportados por las promotoras chinas fueron de 2.133,100 millones de yuanes (285,7 millones de euros), un 15,2% menos.

Entre tanta caída, destaca un repunte: el volumen de las compraventas de vivienda se incrementó un 3,5% en los dos primeros meses del año. Esta cifra se enmarca en un contexto donde cada vez hay más unidades a la venta: de febrero de 2022 a febrero de 2023 la superficie residencial en el mercado chino aumentó un 15,5%. Esto es consecuencia de las unidades terminadas durante los dos primeros meses del ejercicio, que fue de 97,8 millones de metros cuadrados, un 9,7 por ciento más.

Respecto al precio de la vivienda, en febrero el precio del residencial chino cayó un 1,2%, en la línea de los últimos meses. De hecho, desde mayo de 2022 la vivienda sólo ha anotado caídas respecto el mismo periodo del año anterior. A cierre de febrero, de las setenta mayores ciudades del gigante asiático sólo en catorce el precio de la vivienda se mantenía por encima que un año tes. Entre estas, se contaban Pekín (con un avance del 4,7%), Shanghái (3,9%), Hangzhou (6,2%) o Chengdu (8,6%). En el otro lado de la balanza se encontraban ciudades como Wuhan (con un descenso del 4,7%) o Guangzhou (con un retroceso del 0,6%).

España examina su relevancia internacional en Pekín

Las relaciones internacionales entre China y España tomarán entre este jueves y el viernes un nuevo rumbo con la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su homólogo chino, Xi Jinping. El mandatario español será el primer líder occidental en reunirse con el presidente chino después de que este presentara una propuesta para terminar la guerra de Ucrania ante Vladimir Putin.

A la llegada de Sánchez se sumarán en los próximos días las caras más visibles de la política europea, entre las que se encuentran Emmanuel Macron, Ursula Von der Leyen o Giorgia Meloni. Pekín, en plena confrontación con Estados Unidos y después de más de tres años de estricta clausura, quiere acercarse a Europa.

Para España, que asumirá la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) en el segundo semestre de 2023, el encuentro es una prueba de relevancia internacional y una oportunidad para convertirse en un mediador en el proceso de paz entre Ucrania y Rusia.

Durante el encuentro también se abordará la relación comercial entre ambos países, entre las que existe un elevado déficit comercial: mientras que China es el principal proveedor internacional de España, las exportaciones españolas son el undécimo mercado para el gigante asiático.

España y China establecieron relaciones diplomáticas el 9 de marzo de 1973, hace justo cincuenta años. Ahora, desde Moncloa buscan presentar a España como destino de inversiones internacionales, recuperar el flujo de turistas chinos de antes de la pandemia y apuntalar la presencia de las más de 600 empresas españolas implantadas en el país.