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IA para enseñar pisos y robótica para la construcción: el ‘real estate’ en clave ‘techie’

Atención al cliente más individualizada, gestión de datos, personalización de ofertas y valoraciones automatizadas son algunos de los beneficios del uso de las nuevas herramientas tecnológicas en el inmobiliario, según el Instituto de Valoraciones. 

Abel Pujol

27 oct 2021 - 04:56

IA para enseñar pisos y robótica para la construcción: el ‘real estate’ en clave ‘techie’

 

 

Visitas en 3D a la vivienda que quieres adquirir o alquilar, recibir alertas en el móvil anunciándote que el local de tus sueños acaba de salir al mercado, tasar un inmueble desde la oficina, etc. Las herramientas digitales se abren hueco en el real estate y su presencia sólo va a ir en aumento en los próximos años.

 

Así lo afirman los expertos de Instituto de Valoraciones (IV), que dividen estas nuevas herramientas en tres grandes segmentos; inteligencia artificial y big data, valoraciones automatizadas de inmuebles y domótica, robótica y otras herramientas inteligentes para una construcción.

 

De hecho, como el resto de los sectores, el inmobiliario ha impulsado su apuesta por las nuevas tecnologías con la llegada de la pandemia, aunque según las estadísticas más recientes, aún no sea mayoritaria la apuesta por estas nuevas herramientas digitales. Inteligencia artificial, big data, machine learning, realidad virtual y aumentada o domótica son tan solo algunas de las tendencias que más protagonismo han ganado en este sentido.

 

Según el Instituto de Valoraciones, por lo que respecta a la inteligencia artificial y big data, estas herramientas se acostumbran a utilizar para el manejo y gestión de propiedades, ofrecer atención al cliente, gestionar datos de usuarios o automatizar tareas, los profesionales del sector utilizan cada vez más sistemas basados en IA, big data o machine learning que les permiten trabajar de forma más eficiente y productiva.

 

 

Un ejemplo claro es el uso de la inteligencia artificial para mejorar la atención al cliente a través de chatbots. Esta herramienta agiliza y aumenta la capacidad de respuesta que tienen las agencias y profesionales inmobiliarios ante las consultas de los clientes, pudiendo resolver sus dudas o incidencias a todas horas, y obteniendo información sobre qué buscan, sin necesidad de que haya un agente intermediario.

 

Por su parte, gracias al big data, los profesionales del sector cuentan con información específica para poder tomar las decisiones de negocio más correctas basadas en datos reales y objetivos, además de poder innovar en el negocio teniendo en cuenta las necesidades y deseos de sus potenciales clientes. 

 

Otro aspecto importante que destacan desde el Instituto de Valoraciones, es el de las valoraciones automatizadas de inmuebles, que sirven para abaratar costes y aumentar la eficiencia a través de la tecnología. Este modelo de valoración aprovecha las tecnologías disruptivas para abaratar costes y aumentar la eficiencia, pues no requiere la intervención física de un tasador. Además, permite valorar diversos activos simultáneamente gracias a sistemas inteligentes que, a través del big data y la inteligencia artificial, analizan la información asociada a los activos y sus ubicaciones emitiendo una valoración adecuada.

 

 

Por último, la domótica, robótica y otras herramientas inteligentes aplicadas a la construcción pueden contribuir a un uso de las viviendas más eco-friendly. Uno de los grandes beneficios que ofrecen la digitalización y la innovación al sector es la posibilidad de hacer más sostenibles las construcciones y uso diario de los inmuebles. Por ejemplo, instalar estaciones de carga para vehículos eléctricos en los parkings o contar con paneles solares en las azoteas para obtener energía de fuentes renovables, son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo en las nuevas construcciones para aumentar su nivel de sostenibilidad.

 

Por otro lado, en la construcción se han integrado nuevas técnicas y herramientas como la robótica, la impresión 3D o la metodología de Modelado de Información de Construcción (Building Information Modeling) para agilizar y automatizar procesos.

 

Un proceso aún incipiente

El número de empresas del real estate que usaron análisis a partir del big data durante 2020 se incrementó en un 0,8% respecto 2019, mientras que las que incorporaron en su operativa procesos enmarcados dentro del Internet de las Cosas (IoT) descendieron en un 0,4%.

 

Así lo apuntan los datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la encuesta Uso de TIC y comercio electrónico en las empresas 2020 y primer trimestre de 2021. De hecho, la estadística muestra el número de empresas que utilizaron en su actividad diaria los análisis a partir del big data representaron el 9,3%, lo que significa un pequeño avance respecto al 2019, cuando lo utilizaban el 8,5% de las empresas.

 

 

Estos procesos corresponden tanto a análisis desarrollados por la misma empresa mediante sensores o dispositivos inteligentes, datos captados por geolocalización o a partir de dispositivos portátiles, así como la información generada a través de los medios sociales.

 

El número de empresas que hicieron uso de análisis mediante el big data se incrementó un 0,83% respecto al período anterior. En lo que atañe a las compañías que promueven el uso del llamado Internet de las Cosas (IoT), es decir, que utilizan dispositivos interconectados en su actividad, se registró un ligero retroceso respecto al mismo periodo del año anterior. En 2019, se cifraba el número de compañías que apostaban por el IoT en un 21,94% sobre el total mientras que en el 2020 se retrocedió hasta el 21,57%. Además, el 12,9% de las empresas del sector inmobiliario afirmaba utilizar sistemas de Inteligencia Artificial en su día a día.

 

Por otro lado, la estadística refleja una notable reducción del gasto específico en bienes TIC por parte de las empresas del sector. La cifra total correspondiente al año 2020 es de 25,1 millones de euros, mientras que en el año anterior el mismo apartado había alcanzado los 40,2 millones de euros. Esto supone una reducción del 37,4% en un contexto de claro aumento del teletrabajo derivado del impacto de la pandemia.