Lluís Vial (Afinance): “No todos los sectores podrán hacer frente a la transición verde”

La legislación verde avanza inexorablemente y al sector inmobiliario no le queda más opción que abrazar una máxima repetida hasta la extenuación: adaptarse o morir. La sostenibilidad del activo es cada vez un factor de mayor importancia para captar financiación y para obtener una mayor valoración, así lo apuntaron los ponentes que participaron en la mesa redonda de La importancia de los criterios ESG celebrada en el encuentro Barcelona Catalonia Mipim Meetup 2023 que se celebró en la capital catalana el pasado martes.

“Para buscar financiación, los criterios ESG son fundamentales”, afirmó el consejero delegado de Grupo Afinance, Lluís Vial, durante el coloquio. El directivo apuntó que el sector tiene claro que el uso de estos criterios ha pasado de ser una opción a una obligación, pero que, en la práctica, el cambio no se ha materializado en el día a día de las empresas. “Las pequeñas inversiones todavía van a remolque, sólo las grandes se están poniendo al día”, añadió Vial, que puntualiza que todavía estamos muy lejos de un futuro verde.

Según la taxonomía europea, aquellas empresas que facturan más de cuarenta millones o que sumen más de 250 trabajadores tiene la obligación de adaptarse a los criterios de sostenibilidad. “Todo esto afecta a la valoración”, aseguró Dolors Jiménez, directora territorial de Catalunya en Gesvalt, que apuntó que aquellos inmuebles que cuenten con sellos y valoraciones positivas de sostenibilidad serán más líquidos en el mercado.

Aunque ambos coincidieron en que la responsabilidad final es la del empresario, que dependiendo del tipo de activo y su público tiene más o menos necesidad de adaptarse a los criterios verdes. “El regulador le ha traspasado la obligatoriedad a la entidad financiera, así que cada uno tiene que adaptar su discurso a su empresa”, subrayó Jiménez.

“El regulador le ha traspasado la obligatoriedad a la entidad financiera”, subrayó Jiménez

“Todo lo que no sea una inversión verde es marrón y de aquí a unos años, cuando vaya avanzando la taxonomía, va a salir caro”, advertía la directora de proyectos internacionales en la compañía energética PGI Engineering, Olivia Blanco Ortiz.

El de la regulación verde será uno de los temas centrales de la delegación Barcelona Catalonia para el Mipim en Cannes. El proyecto, que busca inversiones para el área metropolitana de Barcelona, aúna la colaboración de los ayuntamientos, el área metropolitana de Barcelona y la Generalitat de Catalunya a través del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl). Hace dieciséis años que la iniciativa se traslada a Cannes para captar inversiones.

“Desde las instituciones nos tenemos que anticipar y comprar suelo para que la industria no se preocupe del urbanismo”, aseguraba Maria Sisternas Tusell, directora d’Incasòl, puntualizando que desde las instituciones se tiene que flexibilizar la gestión urbanística. “El urbanismo es motor de crecimiento”, enfatizó Sisternas.