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Ramon Bastida (UPF-BSM): “Los fondos NextGeneration se están ejecutando poco”

El director de la cátedra Vivienda Digna y Sostenible de la UPF-BSM considera que los propietarios de una vivienda ponen el acento en el retorno económico en detrimento de la salud y el bienestar personal.

B. Badrinas

20 oct 2022 - 04:52

Entrevista

 

Ramon Bastida es profesor de la Universitat Pompeu Fabra-Barcelona School of Management, además de director de la cátedra de Vivienda Digna y Sostenible, un programa que busca reflexionar sobre la política de vivienda desde una perspectiva social y medioambiental, sin olvidar el punto de vista financiero y económico. Bastida considera excesivo el peso que se le da a la vivienda como un activo financiero y de ahorro en detrimento de otras vertientes, como el bienestar personal y familiar o su impacto en el medioambiente. Además, reconoce que las ayudas de los fondos NextGeneration de la Unión Europea (UE) se están ejecutando poco.

 

Pregunta: ¿Por qué es importante que el parque de viviendas esté en buenas condiciones?


Respuesta: Básicamente por dos motivos. El primero porque contribuye positivamente en el bienestar, la salud y el confort de las personas que habitan en ellos. El segundo es por un motivo de sostenibilidad, ya que una vivienda en buenas condiciones cuenta con una mayor eficiencia energética y ayuda a reducir las emisiones de CO2. El parque de viviendas es uno de los principales consumidores de energía y, por tanto, de emisores de CO2.

 

 

P.: ¿Cómo describiría, en líneas general, el estado del parque residencial en España?


R.: En general, es un parque muy envejecido. Hemos apostado por un modelo centrado en la construcción de vivienda nueva y no hemos garantizado la mejora de la ya construida. El 70% de las viviendas en Cataluña tienen más de treinta años. Los materiales y el diseño son antiguos y necesitan una reforma. Ahora, con los fondos Next Generation de la UE hay una oportunidad para rehabilitar.

 

 

P.: ¿Por qué cree que a los propietarios les cuesta invertir en la rehabilitación de las viviendas?


R.: Los propietarios buscan un retorno económico inmediato de esta inversión en la rehabilitación de una vivienda. Se dejan así de lado otros aspectos que también deben incluirse en ese cálculo, como el bienestar personal y en la salud de las personas que habitan esa vivienda o el medioambiental.

 

 

P.: ¿Qué mejoras considera más urgentes y necesarias para el parque de viviendas español?

 

R.: No puedo dar una respuesta general, depende de cada zona. En las viviendas más antiguas s necesitan mejoras que aumenten su sostenibilidad y eficiencia energética, como cierres más adecuados que aíslen mejor la residencia. En entornos urbanos, la accesibilidad es un punto claro de mejora. En España tenemos un patrón población cada vez más envejecido y, por eso, se hace necesario fincas con ascensores.

 

 

P.: ¿Están ayudando los fondos NextGeneration a la actualización del parque residencial?

 

R.: Se ha hablado mucho, pero se ha ejecutado poco. Las administraciones públicas los están aprovechando algo mejor, pero al sector privado la verdad es que los fondos no están llegando. También está la problemática de las comunidades de vecinos, que frenan muchas iniciativas. Ahora se ha tramitado una ley en el Congreso para evitar la paralización de las reformas cuando el 50% de los propietarios están de acuerdo. Veremos cuál es el resultado de la nueva normativa.

 

 

P.: ¿Cómo cree usted que debe ser la vivienda del futuro?

 

R.: Hay distintas variables que influyen, aunque la principal es la demográfica. Parece claro que las familias o la unidad de convivencia será menor y, por tanto, las viviendas serán más pequeñas. Otra variable importante es la sostenibilidad. Pisos más eficientes, que consuman menos energía y emitan menos CO2. Los tipos de materiales que se usarán también cambiarán y se primará su reciclaje. Se dejará un poco de lado el cemento y se utilizará más la madera, lo que a su ver redundará en una mejor gestión forestal. Hoy en día, de hecho, ya se están mezclando cementos con madera.

 

 

P.: Los problemas de la vivienda sostenible y digna se concentra más en las grandes metrópolis, ¿no cree?

 

R.: Yo diría que sí. En momentos difíciles, las personas que sufran más problemas con la vivienda son los que residen en ciudades. Pero ciudades, no quiero decir sólo las grandes metrópolis de Madrid y Barcelona. Capitales de provincia, como Sevilla, Valencia y Bilbao, también los tienen de acuerdo a su dimensión. Lo que sí que parece que en núcleos más rurales, donde hay más sentido de pertenencia a una comunidad, se dan menos porque es más fácil encontrar apoyo dentro de esa comunidad y también porque hay más disponibilidad de vivienda. La necesidad de vivienda social es clara, pero los recursos son limitados. La colaboración público-privada podría ser una solución, pero no acaba de funcionar.

 


P.: La pandemia parecía un buen motivo para reducir densidades en población muy saturadas, ¿cree que al final se ha conseguido?

 

R.: El primer paso para conseguir esto, al menos en España, es construir unas buenas infraestructuras digitales que permitan trabajar desde cualquier punto del territorio y parece que no se ha conseguido. Lo que sí que está pasando es que la movilidad entre países está cambiando y personas que viven en el norte de Europa se han comprado una residencia en España o, simplemente, pasan más tiempo en su segunda residencia del sur de Europa. Al final, esta tendencia aumenta la presión sobre las ciudades españolas.