El PSOE propone que los ayuntamientos compren viviendas para alquiler y excluye a las de desahucios

El PSOE quiere crear un parque público de viviendas en alquiler, con precios de referencia, que acabe incidiendo en los precios de mercado. Por ello, el partido de Pedro Sánchez plantea en su programa marco para las elecciones municipales del próximo 26 de mayo que los ayuntamientos compren viviendas ya construidas para destinarlas al alquiler, aunque sin incluir las que provienen de los desahucios ejecutados por los bancos.

El texto refleja la “prioridad absoluta” de crear un parque público de alquiler “suficientemente dimensionado” con el que desarrollar políticas activas que faciliten el acceso a la vivienda a la ciudadanía e “incidan en el precio del mercado de alquiler”, según informa Europa Press.

Para lograr estos objetivos, los socialistas proponen que el sector público lidere las actuaciones de política de vivienda. El PSOE defiende que este parque público esté compuesto “preferentemente” de viviendas ya construidas, repartidas de forma equitativa en todo el territorio, y adquiridas en procesos de compra pública.

El PSOE quiere evitar la concentración de vivienda pública en determinados entornos y la creación de zonas marginadas

En ese aspecto, el partido asegura que excluirá las viviendas procedentes de desahucios y en manos de entidades bancarias. La razón es evitar “los nuevos desarrollos de vivienda que contradicen la idea de ciudad compacta” y que “generan la concentración de la vivienda pública en determinados entornos, favoreciendo la creación de zonas marginadas”, según recoge el texto.

De cara a las ayudas públicas para alquiler, los socialistas proponen tener en cuenta las diferentes necesidades vitales de cada tramo de edad, como los jóvenes que acceden a la primera vivienda o las personas que ya están en un proyecto de consolidación familiar. Asimismo, prevén la creación de una bolsa de viviendas en alquiler para jóvenes.

El PSOE se compromete en el programa a configurar un modelo de ciudad “justa, capaz de funcionar de modo eficaz y sostenible, y de adaptarse, por su propia capacidad, a los cambios que va a experimentar el planeta en las próximas décadas”.